VII

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En el aeropuerto, Jaehyun rompía cosas sin parar, eso incluía ventanas, pantallas e incluso computadoras que utilizaban para poder programar los vuelos que entraban y salían del país. 

¡QUIERO QUE LA ENCUENTREN! ¡AVERIGUEN DONDE FUE Y QUIENES ERAN ESOS MALDITOS! —le habían arrebatado a su esposa, a su única obsesión, aquello que lo mantenía en control y calma todos los días— 

Sus ojos temblaban. Sentía la necesidad de asesinar a alguien en esos instantes, no le importaba quien fuera ni mucho menos donde lo asesinaría. Solo quería descuartizar un cuerpo desquitar toda esa ira que sentía, sentir ese aroma a sangre y esa sensación de miedo en su víctima. 

Pero no lo haría ahí. Volvería a su casa, terminaría con el actual cadaver que estaba guardado en el cobertizo para evitar levantar sospechas de los policías que lo ayudaban por que era el millonario más conocido en la ciudad. 

—Si señor Jeong. —y salieron detrás de él acompañándolo a su auto que estaba por completo destrozado debido a los grandes impactos con los trenes de aterrizaje de los aviones— 

La ira estaba contenida en sus ojos. La locura desbordaba de su piel. Deseaba matar con ansias a aquel que le había arrebatado su más preciado tesoro, que le había costado mantener durante varios años consigo, ese tesoro que no cambiaría por nada más en el mundo.... 

[Vuelo 1006, con destino a Milán] 

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[Vuelo 1006, con destino a Milán] 

[Media hora para aterrizar] 

Las cosas estaban tranquilas. Tara dormía plácidamente mientras que Tae y su amigo hablaban en la cabina. Había demasiadas cosas que decirle a ella, demasiado para contar en tan pocas horas y en tan pocos días. 

Sabían que Jeong iría por ellos. Que los mataría en cuanto los encontrara y que la tendría de nuevo a ella en sus manos para poder manipularla a su gusto y poseerla tal y como siempre lo había hecho en ese lapso de tiempo. 

—Sehun, sabes perfectamente que no podemos decirle todo de golpe. —lo sabía, pero era la única manera en la que podrían ganar tiempo— aun está procesando la escena de como asesinaba a alguien 

—Aún así. —lo miró un par de segundos— Tara merece saber la verdad, entre mas ponto lo haga, será mejor, así Jeong no podrá manipularla de nuevo ni mucho menos a sus recuerdos. —tocó el puente de su nariz— le tendrá odio tal como lo hacía antes y así podremos vengar lo que nos quitó a todos nosotros 

La puerta de la cabina se abrió. La chica del aeropuerto, ahora disfrazada de aeromoza solo tomó asiento en el suelo, esperando el momento perfecto para aterrizar y despertar a Tara, quien seguía dormida en los asientos de primera clase que habían comprado para ella. 

—Eri. —la llamaron por su nombre— creí que te habías quedado en el aeropuerto 

—Ni loca me quedo allá. —lo miró mal— y ya te dije que no me llames Eri 

—Es tu nombre y la única manera en la que Jeong no pueda reconocerte. —Tae se cruzó de brazos antes las palabras de Sehun— no podemos llamarte por tu nombre real en público 

—Frente a ella si, frente a tu linda noviecita Tara si, ¿no es así, Tae? —se levantó— me buscaste, sabía que estaba viva y que había logrado escapar de ese maldito asesino para luego convencerme de que te ayudara a sacarla de esa prisión 

—Eri. —la miró directo a los ojos— fuiste la única que logró escapar de Jeong, era obvio que te iba a buscar, sabes cómo son sus métodos, puedes ayudarla a defenderse, pero no debe de saber quien eres en realidad

—Ni pienses que te voy a ayudar una vez que lleguemos a Milán. —sonrió con burla— me liberé de sus redes una vez, no pienso volver a entrar en ellas. Llegando a Milán, nuestra amistad se terminó y estarán solos 

Y salió de la cabina de mal humor, recordando cada uno de los momentos en los que Jeong había abusado de ella, en los que la había torturado cortando su piel sin importar la profundidad o el dolor que sentía... 

El avión había aterrizado

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El avión había aterrizado. Tara despertó los pequeños toques de Tae en su hombro y en su mano. La sonrisa fue mutua en ambos y cuando ella estaba lista después de un buen estiramiento, se levantó y caminaron hasta la puerta de salida del avión. 

—Iremos a mi apartamento. —ella asintió— estarás ahí hasta que todo sea seguro y puedas salir a las calles de la ciudad, pero primero tengo que llevarte a un lugar 

Salieron del aeropuerto y las calles de la ciudad comenzaban a ser familiares para ella. Cada plaza, cada tienda, era un recuerdo vago del anterior. La empresa de moda, la entrada, el mismo guardia. 

—¿Recuerdas algo? —Tara no decía nada, miraba atentamente cada uno de los detalles de la ciudad, cada una de las tiendas y de las empresas de moda— trabajabas ahí 

Los dolores de cabeza comenzaban a ser cada vez más fuertes. Ella decidió acercarse por cuenta propia a la empresa donde aquel guardia de seguridad la reconoció al instantes y donde le mostro una sonrisa de sorpresa. 

—¿Señorita Tara? —la miró un par de veces más, incluso frotó sus ojos— regresó 

Poco a poco, sus compañeros de trabajo comenzaron a alegrarse y acercarse cada vez más ante la noticia de que ella había regresado con vida. Era una sorpresa, había desaparecido por mucho tiempo y no tenían idea de su paradero... 

Todos estaban alegres, todos excepto una quien apretaba sus papeles y miraba sus manos temblorosas y llenas de sudor mientras se repetía una y otra vez en su mente demasiadas palabras.

—¿Ya viste quien regresó? —le preguntaron desde la recepción del primer piso— me alegra que esté bien 

—A mi no me alegra. —respondió con simpleza— no debió de haber regresado, solo arruina el camino y carrera de los demás 

—¿Qué tienes? Tu nunca eres así —la mencionada no respondió la pregunta, solo azotó los papeles y miró a su compañera fulminantemente para luego ir al ascensor y comenzar a enviar un mensaje de texto que pronto sería recibido por otra persona 

𝑺𝒆𝒕 𝒎𝒆 𝒇𝒓𝒆𝒆 [𝑷𝒔𝒚𝒄𝒉𝒐 𝒑𝒕2] [𝑱𝒆𝒐𝒏𝒈 𝑱𝒂𝒆𝒉𝒚𝒖𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora