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Por fin me senté en mi escritorio para iniciar el ensayo qué me dejaron, lleve mis manos a la cien dando un masaje para calmarme.

Pasaron unos días de la llegada de Charles y Max, yo era la persona más feliz del mundo de tener de nuevo a mi amigo. Le mostré muchas cosas que habían cambiado, fuimos a comer a nuevos restaurantes que decidí no ir solo y esperar a la llegada de Leclerc.

En cambio mi paciencia se estaba agotando con Max, era un chico que me tenía hasta los huevos, es insufrible y un maldito. No entiendo cómo alguien tan dulce como Charles sea amigo de alguien tan problemático como Max, no podía adaptarme a sus comentarios fuera de lugar que siempre soltaba hacía mi ocultando los con una "broma".

La actitud de mierda qué tiene no es lo único malo, también es un completo desastre, deja toda su ropa tirada por todos lados y como compartimos baño tengo que limpiar todo su desorden. Hable con él para dejar en claro la forma en la debe de ordenar las cosas y ese hijo de su chingada madre solo me ignoro.

Quería golpearlo tan fuerte, solo me controlaba porque Charles estaba feliz de que los tres viviéramos juntos. Prendi mi computadora, estuve recogiendo ropa y limpiando la sala por lo que no pude hacer nada de tarea hasta ahora. Era mi momento de aprovechar que Max y Charles salieron a una reunión de su facultad, ellos iban en la misma carrera que era ingeniería automotriz; algunos chicos decidieron ayudarles para que no se atrasaran y por eso era la reunión.

Coloque mis audífonos con música a todo volumen, deje la taza de café qué me prepare al costado y revise qué nada más me faltara para comenzar mi tarea.

A diferencia de ellos yo decidí estudiar diseño, no era bueno en matemáticas y meterme a una ingeniería era autosabotearme. Trate de estudiar artes para ser un artista, desde que era niño iba a talleres de pintura y escultura pese a mi gran esfuerzo no tenía los dotes que se necesitaba sin embargo mi amor por el arte no se ha ido. Guardaba gran parte de los materiales que ocupaba en ese momento, muchos no los ocupaba desde hace años por si volvía ese interés en intentar pintar.

Escuche demasiadas voces afuera de mi habitación, deje mis audífonos en el escritorio y guarde todos los archivos del ensayo que estaba escribiendo, no quería que se borrara por accidente. Hice la silla para atrás al levantarme, las voces de afuera eran tan fuertes que se colaban por la puerta cerrada de mi cuarto, no reconoció a primeras ninguna de las voces. Abrí la puerta encontrándome a diez individuos por todo todo mi departamento, me quede estático en el mismo sitio esperando que mi cerebro procesara rápido y sacar a todos los que estaban en mi sala que la acababa de limpiar, estaba sucia. Me dio un tic en el ojo de ver como pisaban con sus zapatos sucios la alfombra que coloque en la sala.

—Perez, te unirás. — Max salió de su habitación, el tic se hizo más intenso al escuchar la voz de Max sin ninguna preocupación.

—¿Quienes son estas personas? — Hable con calma, tratando de no alterarme.

—Son los compañeros con los que nos reunimos, iremos ahora por unas cervezas.

—¿Con qué huevos traes a tus amiguitos a mi casa? Haz que salgan de mi casa ahora mismo, si no quieres que vaya y los saque.

—¿Tu? Acaso no te das cuenta que eres del tamaño de un duende. — Duende... soy mas pequeño que muchos chicos pero no dejaria que me hablara a sí en mi casa.

—Checo, estaba a punto de irte a avisar. — El castaño fue corriendo a donde estaba, sujetándome de los hombros y toda la modestia se fue al ver sus ojos color esmeralda. —Max tuvo la idea de invitarlos a beber unas cervezas y creí que sería buena idea.

—Es una gran idea.

—Perdón por no avisarte, todo fue tan repentino.

—No te preocupes, no me molesta para nada. — Le di un rapido vistazo a mi atuendo, estuve todo el día encerraod en mi cuarto que no puse atencion en imagen. —Si van a querer algo de beber, yo puedo ir.

Me ofrecí sin pensarlo ni un solo segundo, fui a mi habitación a tomar mi billetera. Aproveche para mirarme en el espejo y cambiarme de playera, cuando estuve listo sali de mi habitación. Algunos chicos estaban sentados en el suelo mientras la otra mitad estaba en los sillones, tratando de escoger una película; Charles estaba en medio de todos ellos conversando.

—Ire por las bebidas. — Anuncié a todos, solo asintieron y siguieron en lo suyo.

La tienda estaba a dos calles del edificio donde vivo, preferia venir yo a interruptor a Charles; la temperatura era baja por lo que me tapé con mi sudadera parte de la cara. Salude al tendero que era un señor de aproximadamente cincuenta años, era muy amable conmigo, intercambiamos un par de alabras y me dirigi a las estanterias para comprar todo tipo de bebidas, frituras y golosinas, trataba de intuir que era lo que les podria gustar para llevar de todo tipo de cosas.

El regreso al edificio fue exhausto, exagere en las compras y cargarlas esas dos calles estaban provocando que no sintiera mis brazos. Subi las escaleras a mi departamento con lentitud evitando quedarme sin aliento, un oar de veces iba al gimnasio y constababa de una gran condicionfisica pero si se trataba de subir estas escaleras infernales mis musculos no resistian.

Con bastantes dificultades abri la puerta, me movi a la cocina dejando todas las cosas en la mesa; nadie me ayudo por que todos estaban completamente absortos en la pelicula que estaban viendo.

—Tardaste demasiado. — Max iba entrando a la cocina, quejándose como siempre.

—Eres un desagradecido, mejor callate y ayuda. — Dije enojado. —Lleva las cervezas, podre en un bowl las frituras y todo lo demás.

—Yo llevo todo, vete a esconder a tu cueva y no salgas. — "Cueva" era como le decia a mi habitacion Max.

—Es mi maldito departamento, iré a mi habitación cuando se me dé la regalada gana. — Le reclame dándole un golpe en su hombro, se creía el dueño del departamento.

—Es tu departamento pero nadie quiere hablar contigo.

Ignoré sus palabras, abrí las bolsas de las frituras y golosinas, rebusque en todos los cajones hasta encontrar el bowl que ocuparía. Vacié un poco de todo lo que compré, asegurándose que no faltara nada; traslade las cosas a la sala donde estaban sentados, deje todo en la mesa de centro junto a unas servilletas.

Charles me presento a algunos de sus compañeros, todos me saludaron de forma amable, en cambio Max cada vez que tenía oportunidad me miraba mal y decía comentarios fuera de lugar. Estuve un rato sentado escuchando lo que decía, al acabar la película decidieron hablar sobre la siguiente clase y yo no entendía nada por lo que preferí regresar a mi habitación.

Saque mi celular, muchos mensajes aparecieron en mis notificaciones todos eran de un grupo que teníamos mis compañeros y amigos de la facultad de diseño. Lewis Hamilton, George Russell y Alice Hedworth; los conocí el primer día de clases y los tres nos hicimos grandes amigos, ellos eran los únicos con los que podía hablar de mi enamoramiento hacia Charles.

Les respondí un mensaje platicando les sobre la reunión que estaban teniendo en mi sala. Mientras esperaba a que contestaran fui a mi escritorio para volver a mi tarea.

Después de un rato salí de mi habitación para ir polr algo de cenar, pasaba ya de medianoche y por estar concentrado no me di cuenta lo tarde que era. Por lo que veía todos los invitados se fueron, las luces del lugar estaban apagadas.

Camine en silencio al notar que Leclerc se quedo dormido en uno de los sillones, baje todo el volumen tan alto del televisor al notar qué lo dejaron prendido. Lo único que iluminaba a Charles era la luz que propósito va la televisión, lo mejor sería despertarlo para que no durmiera en una mala postura.

Me acerque a él dispuesto a despertarlo, lo moví con cuidado para que no se asustara sin embargo mis intentos fueron en bano. Charles siempre tuvo el sueño pesado, podría explotar todo a su alrededor y el no lo escucharía. Tenerlo de cerca era una tortura, nariz delgada y respingada con una respiración lenta, pase mi dedo delineando su perfil hasta que llegue a sus labios.

Demasiadas veces he imaginado escenarios donde los dos podíamos besarnos, sus labios color rosa estaban entreabiertos. Pase mi dedo con cuidado por su labio superior, no quería despertarlo y tener que darle una explicación.

Escuche un pequeño golpe detrás de mi qué provocó qué girará rápidamente para asegurarme de que no fuera Max. Al parecer no había nadie, lo mejor era alejarme de Charles y no arriesgarme, no quería que Verstappen o Leclerc puedan verme haciendo este tipo de cosas, mi enamoramiento quería llevarlo en secreto.

Friends Between Love - ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora