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Los brazos e Max no soltaban mi cintura, hoy fue por mí al salón después de las clases, dos días llevaba acompañándome a la escuela y luego pasaba a recogerme. 

En un principio imagine que lo que me dijo era mentira y el primer día que he acompaño fue raro, ni yo mismo espere que cumpliera lo acordado. 

—Necesitamos irnos. —Trate de separar sus manos que estaban entrelazadas ara no dejarme ir.  

—A mi me gusta estar así. — Beso mi nuca provocando un escalofrió al repentino toque. 

El beso que nos dimos en mi habitación no fue el único, Max al ver que no me quejaba lo tomo como una invitación para que me besara cuando deseara. Cada que los dos estábamos solos me robaba un beso y yo me negaba inmediatamente, los besos no eran profundos como los anteriores han sido solo roces cortos.

Max me espero para que fuéramos a casa y decidió desviarse para que lo acompañara a comer. 

—Solo quiero ir a pasear contigo, no hare que pierdas tiempo. 

—Iré a contigo, solo intentemos no llegar tarde. — Max no me dejo ir, trate de caminar y él se quedó parado. —Necesito que me liberes para poder caminar.

—Te soltare si me da un beso. — Recargo su barbilla en mi hombro. A nuestro alrededor pasaban una gran cantidad de personas.

—No te daré un beso.

—Solo un beso es todo. — Era irritante para mis estas actitudes que tenía Max hacia mí, no éramos pareja y era obvio que no le gustaba de esa forma a él. 

 —Si dejas de abrazarme tal vez después te dé un beso. — Lo dije para que me soltara, cualquiera de mis amigos o conocidos podría pasar, estamos a unas cuadras d la escuela. 

—Tendré que conformarme con eso. — Dejo de abrazarme y solo dejo caer su brazo sobra mi hombro. 

—¿A dónde iremos? 

—Primero vamos por un café si lo deseas e iremos a dar una vuelta, quiero comprar ropa por eso necesito a alguien que me ayude a elegir. 

—Elegiste a la peor persona, odio ir de compras. 

—¿Enserio? Al ver tu guardarropa intuí que te gustaba ir de compras. — Los dos caminamos sobre la acera, la temperatura era baja y el cielo estaba nublado con fuertes ventiscas.  

 —Soy impaciente, agarro lo primero que me gusta, verifico que este en mi talla y lo compro. Nunca me pruebo ropa. 

El rubio jugaba con la agujeta de mi sudadera. —Yo tiendo a ser indeciso.

Llegamos a la cafetería y fui a sentarme a una de las mesas del lugar. 

—¿Que vas a pedir? 

—Un Café Latte, eso es todo.

—Ahora vengo, pediré unas galletas para que compartamos.

Asentí, saque mi celular para distraerme viendo videos o mis redes sociales y note que tenía una llamada perdida de Charles. 

Le devolví la llamada, podía ser urgente, Charles no me llamaría si no fuera así. 

Se escucharon algunos pitidos y después se escuchó la voz de Charles diciendo un par de cosas que no lograba entender. 

—¿Hola? — Con todas las personas hablando en la cafetería no se lograba distinguir las palabras. —No me cuelgues, dame un segundo.

Sali de la cafetería para poder oír la voz del castaño, tomando distancia del lugar para no escuchar nada de las voces que había. 

Friends Between Love - ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora