Ella es mía || toji fushiguro

CAP 2

Aveces maldecia a la vida, tanto como le agradecía por darle una vida y un hogar lleno de paz.

Ahora era uno de esos momentos en que maldecia a la vida y a cualquier deidad que estuviera detrás de esta manipulando todo a su antojo.

No lo vio venir, en ningún momento de su día imagino que algo saldría mal, al contrario, ella creía que sería un buen día.

Y valla que salió mal. Todo era un desastre y tenía miedo de como fuera a reaccionar su querido y medio loco esposo.

Su malestar aumento al mirar adelante , su pasado estaba justo enfrente de ella, pisando muy fuerte.

Pero mejor pongamoslo en contexto.

Luego de desayunar y alistarse, salió disparada de la casa con el pequeño megumi , hacia la casa de su mejor amigo.

siempre era muy puntual, algo que había adquirido en su crianza,  muy crucial en su vida, por lo que le atrreraba la idea de llagar tarde,en situaciónes en donde la hora ya esta planteada.

Como la hora en que kaori itadori llevaría a sus hijos gemelos, sukuna y yuji, junto a su pequeño a el zoológico.

La mujer era bastante tranquila y juguetona por lo que dijo la hora sin darle importancia.

Pero ella no se lo tomaría así, ella le decían en punto y en punto llegaría. Por lo que se alistó rápido y salió de su casa a una hora temprana con su hijo.

Al llegar a la casa de su amigo, el la  abrazo enseguida que abrió la puerta, se querían mucho tanto que se consideraban hermanos, buenos hermanos, Jin se hizo a un lado para dejarlos pasar a el corredor y luego a la sala.

Como era de esperarse de la comvivencia de varios años entre las dos familias, Jin ya sabía que a megumi no le gustaban los abrazos, igual que a su pelinegro "cuñado".

Por lo que solo lo saludo con un apretón de manos bastante suave.
Acostumbrado a estar rodeada de niños, como todo un papi cariñoso.

Cada vez que entraba a esa casa sentía seguridad y paz, al igual que en su hogar.

Sentimientos que no tubo de más joven en lo que se le podría llamar "hogar" en esos tiempos de su vida.

Pero mirando al precente eso quedo enterrado y no se arrepentía de nada. Se quedo pensativa en lo bien que siempre fue resivida en esa familia, todo el cariño sincero y el apoyo la segaban y en otras épocas no podría creer que tuviera todo eso.

Hasta que sintió como cuatro brazitos la apretaban por la barriga.

Al ser sacada de sus pensamientos bajo la vista y pudo divisar dos cabelleras espelucadas de un caracteristico color rosa claro.

No pudo no apretarlos y repartir muchos besitos por todas sus caritas, aun cuando uno de los gemelos se negaba y el otro solo moría a carcajadas.

—tiaaaaaa te estrañe mucho mucho muchoooooo—dijo el pequeño yuji con todas sus mejillas rosa sin dejar de abrazar a su adorada y única tía —hace millones de años que no nos vemos, casi me pongo viejo, mira mira, se me callo un diente y ahora estoy como el abuelo.

—me podrían soltar ya? Me estan arrugando la ropa —el otro pequeño no tan pequeño —y  no seas exagerado idiota, no estas viejo y tu diente se te callo por que te lo golpiatse muy duro cuando te fuiste  de boca ayer en la noche.

—pero sukuna, tu fuiste el que me empujó y por eso me caí en mi dientesito—hablo yuji con un pequeño puchero que encantaba a todo el mundo.

—aa si ya recordé, jajajjja genial —dijo sukuna con gracia.