Capítulo 14

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Tres días después de los exámenes de su madre recibió los resultados, todo iba de maravilla con ella, estaba fuera de peligro si se trataba del transplante; no obstante, tenía que seguir una dieta y cuidados que tenía que cumplir estrictamente para mejorar.

Con ello, en esos días recibió un mensaje de Heji, esa mujer que había obtenido lo que quería y aún así seguía molestando. Al menos pudo confirmar que había sido ella la que pagó todo en la clínica

Heji:
Espero que estes contento y feliz, recuerda que puedo hacerle daño a tu familia si regresas o tienes comunicación con mi esposo. Espero nunca darme cuenta de ti.

Exactamente eso decía aquél mensaje. Y dos semanas después todo seguía igual, sus dos trabajos, su madre y su hermana, todo parecía mejorar muchísimo. Pero el vacío seguía matándolo de a poco, aún así se resignó a su nueva vida.

Se trasladó al club en su nuevo auto, un Maserati Quattroporte negro. Un coche que no se hubiera imaginado permitirse antes, había comprado un departamento y la estabilidad de su familia estaba bastante bien. Se sintió orgulloso de haber logrado todo él solo al fin sin ayuda de nadie, tal cómo siempre lo quiso.

Salió con su gorra puesta, la mascarilla y sus lentes. Percatándose de la placa de su auto, estaba bien. Jimin había empleado un nuevo método para poder esconder su identidad. Conocía a muchas personas ahora y por su actitud y carisma se había ganado la confianza de algunas que se dedicaban a hacer trámites ilegales a gente de confianza, asique confió en un hombre veterano en la rama de la carrera para que este le consiguiera una segunda placa y así no correr peligro. Su método funcionaba a la perfección.

Entró por la puerta trasera del club, sacó sus llaves y por fin ingresó a su cuarto empezando a arreglarse con mucha paciencia. Al día siguiente tendría dos días libres en el buffet de abogados, los que correspondían a sábado y domingo, asique podría quedarse más tiempo en el club y quizás volverse a emborrachar, tenía semanas que no lo hacía. Estaba por iniciar a vestirse cuando escuchó su puerta ser tocada.

—Adelante —dijo, luego vio a la mujer dueña del club entrar sonriente, ya le caía mucho mejor —Hola Suran.

—Hola Jiminshi ¿Cómo te fue hoy? Estás más temprano.

—Si, mañana tendré mi día libre asique me quedaré toda la noche.

—Que bien ¿Ya te sientes mejor?

En una de su borracheras aquella mujer había escuchado su historia, al menos de como había llegado hasta ahí y ella se conmovió grandemente estrechando aún mas su relación, ahora no eran socios, ahora eran amigos.

—Si —contestó tras un suspiro —¿Sabías que mi peluca antes era rosa?

—Si, te busqué por Internet. Te veías hermoso con ella —la mujer se quedó callada unos segundos —. Si quieres te consigo una igual —Jimin negó.

—No, tranquila. Me gusta el cambio la verdad —la mujer asintió.

—Hoy hay un cliente —Jimin sonrió.

—Siempre los hay... —dijo colocándose la peluca.

A través del espejo pudo ver su sonrisa mientras asentía, ignorando todo se dirigió a su armario pero la mujer se interpuso en su camino.

—¿Qué?

Ella se volteó y rebuscó entre tantos trajes del pelirrojo encontrando el conjunto.

—Ponte este —dijo ella dándoselo.

—Este es para las presentaciones en el escenario.

—Lo sé, pero póntelo.

Él hizo caso y se lo colocó sin rebatir mucho el tema, frente a ella quedó desnudo, no le avergonzaba en lo más mínimo y como mismo se vistió con el traje del que colgaban perlas y cristalerías elegantes haciéndolo ver muy bien. La lencería se marcaba en su cuerpo perfectamente, extrañado dejó que la mujer empezara a maquillarlo de una forma bastante sutil pero bonita.

Touch Me (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora