Capítulo 8

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Movía sus caderas al ritmo de la música, los tacones resonaban fervientemente con cada paso que daba haciendo saber quién era el alma de aquél club, sus caderas tomaron vida propia acoplandose a la melodía que sonaba, sus ojos estaban cerrados y e...

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Movía sus caderas al ritmo de la música, los tacones resonaban fervientemente con cada paso que daba haciendo saber quién era el alma de aquél club, sus caderas tomaron vida propia acoplandose a la melodía que sonaba, sus ojos estaban cerrados y empezó su rutina enrollando su pierna en el tubo de metal.

Él era experto en danza contemporánea, le encantaba danzar y cantar, pero también había aprendido pole dance y sacaba provecho de sus presentaciones. Una mirada profunda lo veía desde lejos, cuando Jimin se percató sonrió en su dirección y aumentó más su encanto para seducir aún más a Min. La música terminó y los aplausos y silbidos llenaban el lugar, bajó de la plataforma y se dirigió a la barra en donde aguardaba a Yoongi.

—Eres demasiado sexy. —Dijo con la voz ronca en el oído del menor.

—Señor Min ¿Qué lo trae por aquí? —respondió en tono neutral, tratando de sonar molesto.

—Minnie, lo siento mucho. He estado muy ocupado, sé que te dejé plantado dos días pero aquí estoy. Prometo avisar con tiempo la próxima vez. Deberías darme tu número.

—¿Mi número, porqué? ¿Qué lo hace merecedor de tener mi número?

—Sabes que quieres, sabes que no solo quieres darme tu número. Quieres darme tu cuerpo, para que lo someta hasta hacerte delirar.

Jimin sonrió nervioso ¿Cómo era que ese hombre podía hacerlo caer tan rápido?

—Qué cosas dice, señor Min.

El pelinegro lo jaló del brazo caminando junto con él, pasando al lado de las personas y abriéndose paso para llegar a su destino. Abrió la puerta con apuro y ambos entraron, cerró haciendo sonar la puerta con fuerza en el marco de madera, fijó su vista en el delgado cuerpo frente al suyo y lo tomó por la cintura, acariciando la curvatura de ella y subiendo con sutileza sus manos por su espalda enviando corrientes de placer al chico pelirrosa.

Llegó hasta el broche del corset negro que llevaba y lo desabrochó empezando a besar su cuello.

Talvez no tenía pechos, tal vez no era una chica, tal vez ni siquiera llegaba a rellenar aquél traje que sabía que era de adorno, aunque le quedaba magnífico. Pero ese chico más allá de lo sexual era capaz de hacerle sentir cosas que nadie más le había hecho sentir, ese chico era capaz de cumplirle cada fantasía, cada morbo que había en su mente que sin querer él mismo reprimía.

¿Cómo no estar loco por él?

Park no se quedó atrás, con sus manos temblorosas empezó a quitar la corbata, y los botones de la camisa dejando ver el torso pálido del hombre que tanto le encantaba. Tomó el cinturón de su pantalón y lo quitó lentamente, casi queriendo torturar al mayor, lo cual logró al sentir su cuerpo tensarse cuando con abido coló su mano en el boxer sujetando el miembro de Yoongi.

—Minnie... —susurró con voz ronca el pelinegro— ¿Qué me haz hecho?

—Darte mucho placer.

El menor se arrodilló ante él y repartió besos en sus piernas, en el área de su pelvis haciendo jadear al hombre, y por último repartió besos en todo su miembro hasta llegar a introducirlo la punta en su boca, chupando con suavidad y saboreando el poco liquido que salíapor la excitaciónde él. Sus labios subían y bajaban por el grueso y largo falo de Yoongi, mientras su lengua jugaba a tentar al mayor en la punta de su glande cada vez que el trozo de carne salía de su boca.

Touch Me (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora