Capítulo 5

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Kaira se sintió muy angustiada, sintió que se rechazo tenía que ver con quien ella era o como lucía y tomó a Zulia de la mano.

— ¿Me puedes llevar a mi casa?— le sonrió, tratando de esconder su angustia.

—Yo ni nadie puede hacer nada, solo Tahiel puede llevarte a tu hogar o conciliar los dos que pueden hacer— se levantó del tronco— pero vamos, tienes que comer algo y la manada está preparando algo que Yawar encontró en un viejo libro de la cocina.

Todos las observaron mientras caminaban hacía la cabaña, Kaira tenía frío y se sentía un poco consternada. Ella entró a la cabaña de Tahiel, quiso llorar pero solo busco un pequeño abrigo para taparse la espalda y Zulia la ayudó.

—No estoy acostumbrada al frío, yo vengo de un lugar muy lejos y caluroso— dijo mientras trataba de enlazar el abrigo.

—Es un lugar muy frío para vivir pero nosotros en realidad no lo sentimos, lo leemos o la gente nos comenta que es el lugar más frío del país. La razón por la que vivimos acá es porque nos gusta la libertad de recorrer, la lejanía del bosque, no hay mucha gente que rodee este lugar y es muy lindo cambiar donde quieras y cuando quieras— le sonrió— Eres muy distinta a las humanas que conozco, eres joven, tienes grandes pechos, caderas anchas y el estómago abultado.

Kaira la observó un poco desorientada ¿le había dicho gorda? Claramente era gorda pero lo decía de una manera extraña y recordó que en la escuela la molestaban muchísimo.

—Sí, he estado comiendo muchísimo desde que me divorcie— sintió un pequeña agitación en el pecho.

—Eso es cuando los humanos se separan ¿terminaste tu relación?—Zulia, sabía que no pero quería escucharlo de ella.

—No, en realidad Mateo, mi ex esposo, se enamoró de otra mujer y la embarazó— sintió una agitación en su pecho nuevamente— El terminó nuestra relación y se fue con ella y... yo vendí lo poco que tenía, unos amigos me ayudaron también y compré una cabaña.

— A los humanos les sueles pasar, sentir amor deseo o traicionar sus compañeros. Es algo curioso que estudiábamos con Yawar, a veces leemos su cultura, sus maneras de mostrar afecto, su comida y demás— le sonrió— nosotros por el contrario tenemos una sola pareja toda nuestra vida, es la pareja que elige la luna y también nosotros.

— Sí, los humanos también tenemos dualidades, a veces, algo así como dos lobos, uno blanco y otro negro— se secó las lágrimas que caían de su rostro— Solo debemos decidir a quién dejamos ganar y a veces tan solo ser buena persona es difícil.

—Sé que suena muy raro pero siento tu dolor y de verdad lamento que tengas que pasar todo esto— Zulia le sonrió y le dio un tierno abrazo.

— Gracias por el abrazo, siento que lo le agrado a nadie, ni siquiera a Taniel— le sonrió— Él por un momento me confundió como que si le agradaba y ahora siento como que no, es extraño.

— No solo le agradas, Kaira— se puso más sería— Él va a protegerte, dar su vida por vos, su parte animal te ansía de todas las maneras que puedas imaginar, su parte humana no comprende estos sentimientos y menos un Alfa.

—No parece, literal se fue sin mirar atrás pero ¿por qué esto me importa? Recién los conozco, prácticamente hace un día o menos— se sintió muy rara.

—No solo él va a sentir la atracción, vos también vas a sentir cosas pero vamos tienes que comer— salieron de la cabaña.

Kaira se sentía llena de información que no entendía, la confundía todo lo que había escuchado, se preguntaba si en cualquier momento despertaría y estaría tirada en el río o en un hospital. Se sentó en la mesa y estaba la misma mujer que le había dicho estúpida.

Lazos destinados [#1 ] Saga Hombres lobo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora