Capítulo 4

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Kaira se encontraba relajada al borde de la cama muy pensativa, deseaba volver a su hogar y a la misma vez no quería irse. Nunca había experimentado tanta paz y miedo al mismo tiempo. No entendía siquiera si era una mini secta que imaginaba que eran lobos o tenía que replantearse sobre toda su vida. Lo que realmente conocía y lo que no entendía. Sin embargo, estar ahí no le resultaba una tortura si bien no conocía al resto de humanos / lobos. Esto era delirante de solo pensarlo y no imaginaria decirlo en voz alta. Tahiel tenía algo que la hacía sentir tranquila, muy atraída a su tacto y había sido extremadamente cuidadoso con ella.

Se levantó de la cama con suavidad, abrió la puerta y encontró a un montón de personas cortando verduras sobre una mesa.

Casi todas mujeres altas, morenas, esbeltas con una gran seriedad en sus rostros, había una de ellas la de cabello más castaña que solo tenía ropa interior puesta y tenía el ceño fruncido.

Los hombres también eran muy altos, fornidos, morenos y todos tenían solo un pantalón puesto.

—No puedo creer que estemos haciendo esto, todo por una humana estúpida— clavó el cuchillo en la mesa de madre.

—Inti, es la compañera de nuestro Alfa— Zulia, carraspeó—Él te matara.

—Yo no creo que un Alfa de nacimiento, esté emparejado con una humana, encima una humana, débil y estúpida— se río— Mira que patear a un lycan en su forma lobuna, esa perra se quiere morir y estoy harta de cortar, voy al bosque.

— Es una testaruda, estas cosas no se discuten— clavó el cuchillo en la mesa.

—Nahuel, ella nunca va a entender un emparejamiento y menos el de un alfa— contestó poniendo más verdura sobre la mesa.

Kaira se acercó de a poco a la mesa, todos la miraron sin importarle demasiado su presencia y se sintió un poco nerviosa.

—Kaira, no deberías estar lejos de la cabaña— dijo Zulia, mientras caminaba lentamente hacia ella.

—Quiero conocerlos— observó a todos.

—Eso no te corresponde y nuestras tradiciones no nos lo permiten— dijo el moreno más alto y musculoso.

—Kaira, lo que él quiere decir, es que Tahiel debe presentarnos. —Le sonrió— Digamos que para que vos lo entiendas, él es como un líder y nuestras tradiciones dicen que el alfa presenta a su "cortejada" a la manada o al "grupo".

— ¿Y dónde está? ¿O, cómo puedo llamarlo? ¿Tienen teléfonos?— preguntó mirando todo alrededor.

Todos rieron frente a ella.

—Él ya está en camino apenas saliste de la cabaña— la tomó de las manos— Cuando sea el momento de la última luna llena mañana, lo entenderás, sé que es difícil de entender para vos pero tendrás que elegir o marcharte.

— ¿Kaira, veo que saliste a conocer a la manada?— sonrió.

Todos se pusieron en fila primero las tres mujeres más esbeltas y delgadas. Luego dos mujeres un poco más corpulentas y musculosas. Luego los cinco hombres más fornidos y terminando el hombre que me había curado.

— Primero Zulia Quiche, te voy presentando en cuanto a la debilidad de nuestra manada, ella es una omega— comenzó a examinar y caminar al lado de quien presentaba. — Las dos hermanas; Kiwa, esposa de Puma Murara y Thani, esposa Ukumari Karari y son nuestro rango medio más débil— pasó frente a las otras mujeres y frunció el ceño— Me falta una pero empecemos por el rango más alto de las mujeres, Pacha, esposa de Newén Nakser. Y Wayra Moa, ella no está emparejada. Y por último, me faltaría Inti Tunuwame, el rango más alto de nuestra familia y tampoco está emparejada.

Lazos destinados [#1 ] Saga Hombres lobo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora