El clima de aquella tarde era armonioso, con la cantidad óptima de humedad y el viento fresco batía las hojas de aquellos hermosos árboles medianos de mandarinas que relucían en enormes macetas a la entrada de aquella pintoresca cafetería en el centro de la ciudad.
Pagó la tarifa del taxi y se detuvo a admirar la enorme construcción desde su pequeña e insignificante posición. La cafetería de K Enterteiment no era precisamente un lugar al que él quisiera ir, y sin embargo aquí estaba él.
Suspiró cuando puso sus pies en la acera y sus ojos escanearon aquellos árboles tan bien cuidados que desde que recuerda habían sido el orgullo del propietario.
Cinco años, cinco largos años habían transcurrido desde la última vez que puso un pie en aquella acera.
K Enterteiment fue la agencia que gestionó su carrera como actor desde el momento de su debut hasta que se retiró sin dar explicaciones públicas cinco años atrás. Y la mujer con la que se encontraría esa tarde no era otra más que Julia Evans, su antigua manager y amiga de años, misma a la que había, deliberadamente expulsado de su vida cuando la desgracia de la pérdida de quién fue el gran y único amor de su vida lo golpeó.
Pensándolo con seriedad fue cruel de su parte alejarla así, ella solo estaba preocupada. Sonrió cuando, al mirar a través de la puerta de cristal de la cafetería la vio, sentada en la misma mesa del fondo, la misma mesa que con él, ocupaba cada vez que visitaban aquella cafetería.
Era extraño porque él, no había aceptado ver a nadie de la industria en los últimos cinco años, eso incluía a Julia Evans. Quizá por eso se sintió tan pesado su pecho cuando finalmente decidió dar un paso al interior, porque cuando la campana de la puerta anunció su llegada y ella lo miró, él pudo ver las marcas de la edad en su rostro.
Ella sonrió, amable y amplio, y tan cálido que su pecho se exprimió. Tragó el nudo en su garganta y limpió el sudor de las palmas de sus manos en la tela gruesa de su pantalón antes de acercarse más.
Verla llamarlo con su mano se sintió como volver a los viejos tiempos, volver a ese momento cinco años atrás cuando él aún era el actor más famoso y solicitado del país, cuando Julia aún era su manager, cuando aún era el rostro de K Enterteiment, cuando ella.... aún estaba viva.
Un suspiro abandonó sus labios y la tristeza cruzó sus ojos amielados.
Ese tiempo había acabado, su carrera como actor acabó el día en que la vida le arrebató lo que más amaba, Julia Evans ya no era su manager, su rostro ya no estaba en carteles publicitarios y no era el rostro de K Enterteiment, y por supuesto, ella ya no estaba con él.
Sintió todo el peso del mundo caer sobre sus hombros en cuanto tomó asiento frente a ella.
__Hey_ fue lo primero que Julia dijo, su sonrisa invicta en sus labios __Cómo estás? Un café?_ ofrece el café que de antemano había ordenado para él.
__Estoy bien, gracias Jul_ dijo él tomando el café, la sonrisa de ella se amplió al notar que su viejo amigo no era capaz de mirarla a los ojos.
__Espero que tu preferencia respecto al café no haya cambiado. Lo pedí con dos de azúcar y uno de crema, así solías tomarlo antes_ dijo ella cruzando sus manos sobre la madera de la mesa.
__Para nada, lo sigo tomando así _ dijo, y dió un sorbo al café tibio en su taza aún sin mirarla a los ojos.
__Han pasado años Aiden, mírame correctamente al menos _ pidió estirando su mano hasta tocar la suya por encima de la mesa, y los ojos mieles de Aiden la miraron con vergüenza.
ESTÁS LEYENDO
All we need is a cliche/BL/
RomanceElla se fue en verano, y ese verano fue el más frío de su existencia, el dolor de la pérdida estrujó su corazón de forma cruel. El verano después de ella, fue un infierno de dolor y recuerdos, un verano de tortura. Un verano de pensamientos y deliri...