❀ ⚘ Serie De One Shots ✿ ⚘ - ❝ Tokyo Ghoul ❞

🥀 - XXVI KANEKI KEN

Entonces ahí estaban, ellos dos, vestidos de la misma manera, sus trajes confeccionados de la misma tela y diseño, todos los preparativos hechos por el mismo Tsukiyama. Y ella, tan hermosa a su lado, tan imponente, ella era la reina, la mujer que estaría a su lado por toda la vida, Touka sin duda lucía espléndida esa noche, kaneki y ella iban a contraer nupcias de la forma en que los humanos lo hacen, celebrando su boda.

- ¡Felicidades! - corrí a abrazarlos a ambos, lo más animada que pude, al separarme solo pude sostener de las manos a Touka y sin mirar a Kaneki, sentía su mirada sobre mí, pero si lo miraba a los ojos me pondría a llorar, y no quería eso. - Touka-chan, estás en buenas manos, Ken es un gran hombre, él te ama y estoy feliz por ustedes.

- Gracias (Nombre), muchas gracias, se que eres su amiga de la infancia, y te estás arriesgando mucho al haber venido con nosotros.

- Touka-chan, no, no es nada... Me alegra volver a ver a Kaneki y saber que estaba vivo, de verdad, y que ustedes dos estén juntos por fin.

Desde que íbamos al café los 3 juntos, con el pasar del tiempo, al conocer más de cerca a Touka, me di cuenta la forma en que miraba a Kaneki, con amor. Y al pasar el tiempo, desarrollo sus sentimientos hasta tal punto de confesarme lo que sentía por Kaneki cuando el desaparecio. Nunca me aparte de él aún cuando se convirtió en Ghoul, no quise dejarlo solo, siempre lo he amado, pero el jamás me vería de la forma que lo veo, como su amiga, como su hermana... Incluso Hide sabía de mis sentimientos sobre él, pero nunca pude confesar mi amor hacia Ken.

Me fui a una esquina, alejada de los demás, quería estar sola, solo podía verlos a ambos, felices, luciendo esas vestimenta lujosa y sus caras maquilladas, el rey y la reina ghoul.

Kaneki carga con un título que el aceptó tener desde que el tal Arima murió y toda esta gente que lo sigue con alabanzas, el rey de un ojo, nunca imaginé ver a Kaneki con una imagen imponente, autoritario, a veces me daba miedo, con el transcurso del tiempo fue adoptado varias personalidades, la que fue más de mi agrado sin duda fue ese chico lindo, Haise, pero cada vez que lo veía en la cafetería de Re: y platicamos de cosas triviales, nunca dejo de ver a Touka, una ocasión tenía el libro al revés, Touka y yo nos reímos, es como si volviera a ver al Kaneki de la universidad, o al niño que conocí hace años, ese chico dulce y tierno.

- Kaneki te amo - Fueron las palabras que salieron por fin de mi boca. Él me miró atónito. Él solo bajo la mirada y dejo que el viento moviera su cabello blanco, las lágrimas ya comenzaban a correr por mis mejillas.

- Yo...lo sé...de alguna manera le he sabido... Siempre quise protegerte, y creí que no me verías de la misma forma, así que aleje esos sentimientos, y quise seguir siendo un amigo, un hermano para ti, y luego apareció ella.

- ¿Y nunca me lo dijiste? - Lo dije con reclamó, mis manos se cerraban en puño y mis dientes rechinaron. - Ambos somos tontos, no decir lo que sentíamos el uno por el otro, ya es tarde.

- Touka está embarazada.

- ¡¿Que?! - Era tarde, demasiado tarde. Tan solo esas simples palabras me hicieron entender que Kaneki ya tenía un futuro por delante, ahora Touka sería la madre de su hijo, no se cómo perdí fuerza en mis piernas y me caí.

- ¡(Nombre)! ¡Estás bien!

Grito con fuerza preocupado, se arrodilló a mi altura sosteniendo mis hombros. Cuando lo mire no pude contenerme, me lance a sus labios, besándolo con fervor. Al principio se alejó, quería retenerme pero, conforme avanzaba, se dejó llevar, y sentí sus labios correspondientes a los míos, me beso con fuerza, me sostuvo en sus brazos fornidos y su mano en mi nuca profundizó el beso ¿me pregunto si me está besando de la misma forma como lo hace con ella?

De pronto sentí su lengua, abriendo mi boca y comenzar una batalla de lenguas, era excitante. Cuánto había deseado este día, quería a Kaneki para mí,solo para mí, debí ser la mujer en su vida, debí ser la madre de su hijo, no Touka...

Touka...

- ¡Basta! ¡No es correcto!

Lo empujé, tirandolo hacia atrás, aún seguía llorando, un remordimiento se apoderó de mí, me estaba cegando por mis celos.

- Touka-chan ahora es tu esposa, está esperando un hijo tuyo, y se que ya te perdí, no quiero ser egoísta. Ya tienes un futuro para ti Ken, y no formo parte de ello, y tampoco puedo seguir aquí con ustedes, he decidido irme.

Kaneki pareció arrepentido, vi la frustración en sus ojos, no sabía si había pena ajena también, si con ese beso subido de tono sintió algo, pero no estuvo bien.

- No, no te vayas... No puedes dejarme... Eres eres tú eres...

- Siempre seré tu amiga Kaneki

Acaricie su rostro, sus ojos se aguaron y cabizbajo solo pude decirme.

- Cuídate, no olvides que estamos aquí y a dónde quieras ir y volver, te esperaremos.

- Siempre hablas por los dos... Quisiera que dijeras "tú" pero eso sería malo ¿no?

- (Nombre) yo... No quiero perderte... No puedo corresponderte de esta forma...

- No es correcto, no quiero causar un daño para ti y para Touka, si estoy aquí, sería difícil, por eso es mejor que me vaya.

- ¿Volverás?

- Algún día... TE AMO KANEK, no olvides eso...

Mi cuerpo se movió por si solo y solo pudimos fundirnos en un fuerte abrazo, solo por una última vez quería sentir esos labios nuevamente, el pareció entender pues con su mano en mi mejilla y sus dedos tocando mis labios con suavidad. Cerré mis ojos y solo espere el dulce contacto de los suyos, sin saber que una esquina éramos vistos por la mujer que esperaba a su hijo.