🌹 - XIX ITŌ KURAMOTO

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Era casi del diario verlo en el albergue de niños. Cuando no asistía, era debido a su extenso trabajo que lo mantenía ocupado. Era un hombre de 25 años, atractivo y amigable. El siempre sonreía con sus ojos entre cerrados; su expresión le daba a la rubia una imagen de los ojos de un zorro. Parecía que era un hombre travieso y juguetón, eso lo comprobó cuando el mayor jugaba con los niños de la institución, era divertido verlo, actuar como un niño más. Y para los niños, era costumbre tenerlo divertirse con todos.

La rubia de ojos claros de un bonito azul cielo, se limpiaba las manos en su mandil. Había preparado la comida para los pequeños, y puso su esfuerzo en hacer todo bien y a tiempo. Los niños eran de buen comer, así que debía hacer gran cantidad, claro, con ayuda de otras cocineras. Asomándose por la puerta trasera de la cocina, fue hasta el patio, recargo su mano en el troncó del árbol que daba una gran sombra. Los veía corretear por todos lados, parecía que jugaban a las atrapadas, el hábil investigador logró atrapar a un pequeño niño levantado lo del suelo con cuidado y haciéndolo reír.

(Nombre) río, agradecida por la forma amable de ser del mayor. No pudo evitar sentir su corazón acelerarse. La sola duda de preguntarle al Investigador del por qué su ayuda a este lugar la ponía de los nervios. Lo conoció de pronto al cruzarse en su camino, recordó cuando iba de compras con unos niños e iban cargados, también el albergue es necesitado, muchos ofrecen su ayuda, ya sea material o personal. El amablemente se ofreció a ayudar con las compras cargadas por todos, acompañándolos.
Y después de eso, se volvió habitual su visita. La rubia podía sentir su mirada sobre ella en dadas ocasiones, lo había pillado un par de veces y notaba sus mejillas sonrosadas con lineas. La forma en que la miraba a veces, no la hacia sentir incómoda en realidad, era agradable. Se ponía nerviosa con cada contacto o roses de cuerpo y manos, o el acercarse mucho.

---- Señorita... Señorita (Nombre)

Sintió el jalón en la esquina de su ropa, la pequeña niña de cabello corto que le hablaba desde abajo le entregaba una flor muy bonita.

---- ¡Ah! ¡Pero que bonita! Gracias cariño.

La niña se sonrojo y cruzó sus brazitos detrás de su espalda moviendo su pie derecho en la tierra.

---- Yo también tengo una para ti.

Levantó la mirada de la flor a la presencia del joven con un ramo de flores. Se sonrojo mucho y la pequeña niña río encantada.

---- En realidad...muchas.

---- ¡Itō-san tiene un regalo para usted! Cuando sea grande esperó conocer a un chico así. - Dijo la niña, abrazándose a las piernas de la rubia.

---- Sii, con un poco de suerte, Chieko encontrará un hombre amable y romántico como el señor Kuramoto.

No quiso sentirse alagado, pero le dio un pequeño inflamiento en su pecho.La cargó en brazos propisiando una sonrisa feliz a la pequeña. Siendo una linda mamá para los niños, Kuramoto veía en ella algo más. Se pasó la mano por su cabello corto de color beige nervioso. Ella era encantadora, mucho. Le gustaba tanto que, quería dar el paso a cortejarla más.

---- Qué le parece Kuramoto-san, si me ayuda a buscar un florero adentro para estas - Decía, al momento de que liberó su mano izquierda y la puso sobre la del investigador en donde sujetaba la base de las flores. - Ya casi es hora de la comida, no le gustaría quedarse.

---- ¡Siii! Quedese con nosotros. A (Nombre)-san le haría feliz que aceptara, le gusta cuando está aquí.

La oji azul agachó la cabeza y parpadeó varias veces. Dándose cuenta que no había soltado el agarre, quito su mano de ahí avergonzada.

---- Seria un placer quedarme...si usted...

---- ¡Por supuesto! - Exclamó de repente. Dándose cuenta de su arrebató al contestar. Kuramoto río y aceptó, sin decir nada más, ambos caminaron juntos a la entrada de la cocina.

Itō conseguiría esa oportunidad de declararle sus intenciones a la hermosa señorita, las pocas veces que entablaron una comunicación, no podía evitar abrir sus ojos para apreciarla. Quería ser todo un caballero con ella, decirle lo mucho que le gustaba y que le permitiera cortejarla para conseguir su amor.

---- Itō- san.... Sumimasen... - Se encontraba afuera tomando el aire fresco viendo a los niños despejarse también. Estaba satisfecho con la comida, estuvo deliciosa. La escucho llegar detrás de él hablándole. Se pasaba las manos nerviosa y no le dirigía la mirada, sus ojos veían el suelo, a sus zapatos. Se veía linda. - No se como darle mi gratitud, los niños son felices cuando usted viene, se divierten mucho y se han acostumbrado a verlo. Ha sido de ayuda, y sus regalos al albergue son bien recibidos. ¡Arigato! Si hay algo que pueda darle a cambio...

---- ¡No! ... No es nada, hago esto por que me gusta, los niños, me agrada verlos así. Ellos no tienen padres y una vida como el resto, merecen mucho y el cariño que se les pueda brindar. - Guardó silenció un segundo. Pensando en decir lo siguiente. - Anata ga suki...

---- ¡Hai! Lo sé... También me gustas.

Kuramoto se alegró por eso y se aproximó más la figura femenina que balanceaba su cuerpo.

---- Me encantaría, invitarte a salir, si tu quieres, a donde tú quieras...

(Nombre) fue valiente en sujetarle la mano dando una suave caricia cerca de sus nudillos.

---- ¡Mochiron! ♡.゜







(◍ '꒳' ◍)*•.Otro de mis husbandos bien papi, seguramente hay quienes lo amen, es que mirenlo, es un amor.

¡¡Y cumple años en noviembre como yo!!ᕦ( ͡° ͜ʖ ͡°)ᕤ

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¡¡Y cumple años en noviembre como yo!!ᕦ( ͡° ͜ʖ ͡°)

Quise hacer este one shot cortito y algo x Cute, no puedo propasarmé con él, aunque tenga ganas. ( ͡° ͜ʖ ͡°)

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