23 de abril del año 20108:55
Londres por la mañana, es hermoso.
El calor comenzaba a percibirse al llegar la primavera.
Las personas madrugando, algunos sacando a pasear a sus animales, otros trotaban por la vereda o compraban su desayuno.
Los edificios alrededor.
El oxígeno que respiraba Zane; estando de pie en su balcón, sosteniendo una taza de porcelana blanca, con café caliente.Apoyando sus antebrazos sobre la baranda de metal.
Tarareaba una canción mientras observaba a los seres vivos que caminaban con elegancia y buena prudencia.
Dio un suspiro lento y profundo, como sus pensamientos internos que lo hacían caer como una pluma.
Agarró su cámara enfocando el hermoso día, hizo solo un clic, captando la imagen de aquella mañana.
Su trabajo comenzaba a las 9:34.
Se encontraba en su departamento desayunando, usando como distracción la vista de el exterior.
Howard; su novio, trabajaba enseñando de música en una universidad.
Estremeció su espalda y brazos, dando un gran bostezo.
Se dirigió hacia adentro, tocando con los pies el suelo de cerámico blanco.
Caminando directo a la cocina, pasando por los grandes cuadros colgados en las paredes amarillas.
Dejó su taza en el fregadero, colocándose las zapatillas que estaban arriba de la alfombra.
Todos los días, Zane; tomaba el transporte público, cada vez que debía ir a su salón de trabajo.
Sus fotografías eran poco conocidas, rara vez se encontraba a alguien que deseara una foto.
Casi siempre iban las típicas parejas por una sesión de fotos para su boda.
El muchacho sentía cierta envidia al ver ese vestido blanco acompañado de un hombre con traje negro.Las preguntas a la hora de sacar fotos eran esenciales para no generar incomodidad con el silencio, escuchándose solamente la cámara al presionar el botón.
"Cuál es tu nombre?"
"Cuantos años tienes?"
"Eres de por aquí?"
Su prisa no era mucha; la falta de clientes aseguraba la ruina para Zane, por suerte estaba su novio; el único que pagaba la renta.
El chico caminaba, dirigiendo su mirada hacia las vidrieras de las tiendas de ropa.
Lo destacable de su persona era lo extrovertido; se hacía amigo de todos sus clientes, él podía hablar por horas y no se agotaría. Su suerte en la vida era un tanto desprevenida; casi nunca le ocurría algo bueno o fuera de lo común que no sean problemas, infidelidades, golpes, cortes o accidentes.
Zane esperaba el bus, apreciando al frente las calles de Londres. El sol iluminaba los espacios oscuros, los árboles extrayendo esos rayos solares através de sus hojas. Y las personas en sus vidas como en sus problemas.
La gente mayor jugando ajedrez en la pequeña plaza donde se agrupaban el montón.
Sonrió al ver vida en el ser humano, como en las hermosas plantas y flores que crecían.
El transporte se estacionó delante suyo, subiendo sin problemas en aquel bus.
9:11
Llegó a su tienda abriendo la puerta con sus llaves.
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Te Vi En Mi Cámara
RomansZane, un fotógrafo de 25 años, solía sentir pasión y emoción al capturar la belleza de la vida con su cámara. Pero, poco a poco, la negatividad lo fue consumiendo. Una profunda culpa por su orientación sexual pesaba sobre sus hombros, obligándolo...