3- Pasado olvidado

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Una voz que deprimía a Zane con solo oírla llegó a la puerta, de manera inesperada.

—Howard?—Reveló de manera tensa la identidad del hombre que interrumpía.

Los ojos de Zane se abrieron con sorpresa y su ceño se fruncía.

Caminó con rapideza hacia la puerta donde su novio habitaba.
—Qué haces aquí?—Exclamó ignorando por completo al cliente sin camisa.

Ian sin nada que decir, vio a los dos muchachos, con un gesto de persona observadora.

—Qué mierda estaban haciendo?—Preguntó Howard mirando con desagrado al chico apuesto.

—Estaba en medio de una sesión de fotos, ¡vete!—Ordenó alzando su tono, con enojo dentro.

Zane se alteró de forma brusca.

—Ja.—Rió con una sonrisa fingida con el enojo en sus cejas.—"Sesión"—Burló viendo al muchacho que estaba a lo lejos.—Vengo a ver a mi novio y resulta que me está engañando.—La furia se sentía en sus expresiones.

—¡El que se tiene que ir es él!—Exclamó apuntando con sus ojos al castaño.

Ian tragó saliva sin saber cómo reaccionar.—Eh.—Balbuceó nervioso.—Yo...—Aclaró su garganta colocando con sus manos nerviosas, la camisa.—Debo irme.

La cabeza del rubio no sabía para dónde direccionarse.
Todo se arruinó tan rápido que no sabía cómo liberar el sentimiento de desesperación dentro suyo.

—N-no.—Titubeaba con un quiebre de voz, queriendo detener a ambos chicos.—¡No te estoy engañando, él solo es un cliente!—Gritaba queriendo que sus cuerdas vocales funcionen.

Con sus manos temblando, empujó a su novio, tocando su pecho cubierto de una remera azul.—¡Lárgate!

—¡¿Por qué quieres que me vaya?!—Se resignaba ofendido.

—¡¡¡Lárgate no quiero verte!!!—Lo hizo hacia atrás cerrando la puerta con rapideza.
Angustiado volteó a ver al chico que estaba incomodo y en silencio, preparándose para irse.

Sin saber que hacer, estaba inquieto.
—Yo...—Tocaba sus propias manos tratando de calentar su preocupación en ellas.—Te daré las fotografías.—Su garganta palpitaba como si no lo dejara hablar.

Ian asintió queriendo tranquilizar ese rostro tan expresivo.

—Aquí tienes.

—Cuanto sería?—Preguntó con la voz grave.

—20. M-más las dos fotos que te sacaste, serían 20,5£.—Rascaba su pómulo con nerviosismo.

—Bien. Ten.—Dio el dinero luego de buscarlo, agarrando ese sobre lleno de fotografías.

Caminó hacia la puerta pero él sintió que su conexión con él fue tan grande que hasta lo consideraba un amigo, frenó y volteó a verlo.
—No te olvides de ponerme en tu mural.—Sonrió como si lo que hubiera pasado no importaba.

El gesto de Zane cambió de repente, entreabrió sus labios y admiró con atención la última sonrisa de ese apuesto muchacho.

No importaba si era este el final para él, lo que importaba era que quedaría esto guardado en su memoria y algún día el destino los volvería a juntar.

Él solo sabía que había sentido todo lo que no sintió con Howard.

Una lágrima cayó y se deslizó sobre su mejilla.
<<Ambos tenemos vidas pero quisiera estar en la tuya y dejar de lado la mía.>> Una frase cuyas letras fueron creadas por él, y navegaban en su mente como recordatorio de que la felicidad todavía persistía.

Te Vi En Mi CámaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora