Las espesas nubes negras cubrían la mayor parte de las estrellas en el firmamento nocturno del sur de Zendrys. Incluso los Eyésticos, los seres con la visión más aguda del reino, enfrentaban dificultades para ver a través de ellas mientras surcaban los cielos con sus majestuosas e imponentes alas. Hacía varias semanas que aquello venía sucediendo, lo cual resultaba extraño dado que las nubes desaparecían por completo durante las horas diurnas. No obstante, lo más inquietante era el gélido frío que las acompañaba, pasando de agradables temperaturas durante el día a cerca de los menos veinte grados al caer la noche. Existían algunos rumores que empezaban a circular entre las mentes más supersticiosas, susurros sobre antiguas profecías que hablaban de un invierno eterno, leyendas que narraban el retorno de la magia oscura y sus ominosas consecuencias. La paz había reinado por más de medio milenio, y el conocimiento del pasado se limitaba a las narrativas del rey.
Sus crónicas hablaban de una era olvidada, de tiempos oscuros en los que la tierra estaba sumida en el caos y la desesperación. Era una época marcada por la Gran Guerra, un conflicto épico que enfrentó a las fuerzas de la luz contra las tinieblas en una batalla que amenazó con consumir todo lo que se conocía. Los relatos hablaban de héroes legendarios que lucharon valientemente para proteger su hogar de la oscuridad que amenazaba con devorarlo todo.
Se decía que los seguidores de la magia oscura, aquellos que se sumergieron en las profundidades de la corrupción, desataron poderes antiguos y prohibidos en un intento desesperado por someter a Zendrys bajo su control. Los ejércitos de sombras marcharon sobre las tierras, dejando a su paso destrucción y desolación. Pero, en medio de la oscuridad, surgió la esperanza en forma de la resistencia, aquellos que se alzaron para enfrentar la amenaza oscura y restaurar la paz en el reino, entre los que se encontraba Aldric, el actual rey de Zendrys.
La batalla fue feroz y sangrienta, con cada bando luchando con todas sus fuerzas por la supremacía. Los cielos se llenaron de fuego y relámpagos mientras magos y guerreros se enfrentaban en una confrontación titánica. Las espadas chocaron, los conjuros se lanzaron y las vidas se quitaron.
Después de años de conflicto, la luz prevaleció sobre las sombras. Los seguidores de la magia oscura fueron derrotados y sellados en las profundidades más sombrías de la tierra, mientras que los héroes victoriosos fueron honrados y recordados por generaciones venideras. Con el tiempo, la oscuridad se desvaneció y la paz llegó al reino.
Sin embargo, los susurros de aquellos días nunca desaparecieron por completo. Las leyendas de la Gran Guerra y las advertencias sobre el regreso de la magia oscura persistieron a lo largo de los siglos, recordando a todos que la luz y la oscuridad eran fuerzas siempre presentes, en constante lucha por el control de Zendrys y su destino. Los Kaalus, enormes criaturas verdes con forma humanoide y cuyos pueblos se encontraban establecidos a las afueras del reino, eran de las pocas razas supervivientes a la Gran Guerra. A pesar de su gigantesco tamaño, no eran buenos guerreros, pero sí gozaban de una gran sabiduría y experiencia facilitadas por su longevidad. Algunos de ellos, los más viejos, llegaban incluso a los mil años. Y, sin embargo, se trataba de un pueblo donde el lenguaje más usado no se basaba en palabras, sino en dibujos. Muchos humanos visitaban sus aldeas en busca de información sobre la Gran Guerra, pues su especie era la única que contaban con supervivientes. Sin embargo, el rey Aldric prohibía hablar de aquellos años. Decía que la magia oscura volvería donde fuese mencionada. Así, los Kaalus rechazaban cualquier intercambio de información con extranjeros. No obstante, algunas personas ofrecieron enormes fortunas por obtener sus dibujos pasados. El dinero no les servía a los Kaalus, pero les prometían construir nuevos pueblos y refugios a los que expandirse, por lo que algunos de ellos aceptaron los intercambios. Los cuadros vendidos no mostraban mucha información de interés salvo paisajes vacíos, por lo que sus compradores no lograban extraer apenas información sobre la época oscura. Pero había un factor común en todos ellos. Un denso factor que invadía los cielos pintados en los lienzos. Nubes negras.
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Luces de sombras
FantasyLos cielos del sur de Zendrys se han visto cubiertos por espesas nubes negras. Algunos rumores narran que podría deberse al retorno de la magia oscura y sus ominosas consecuencias, pero podrían tratarse de simples leyendas. Bryn, un mediocre estudia...