Dulce fruto prohibido

La resistancia de Adan y el fruto de Eva

Disclaimer: Ni Naruto ni sus personajes me pertenecen. El fanfic sí es de autoría y lo hago sin fines de lucro.

Advertencias: Esta historia contiene sexo explícito, lenguaje vulgar, infidelidad y posiblemente muerte de un personaje.

Aclaraciones: 《pensamientos》, recuerdos, (1) notas, etc.

——————————————————————————————————————
  Capitulo 4

La resistancia de adan y el fruto de eva. Parte 1

Bienvenida Sakura—expreso sonriente una peli roja de lentes extendiéndole la mano y ella la tomó gustosa.

Su suegro, aunque un poco renuente, había aceptado por insistencia de su esposo que trabajara para él y le había dicho que empezara a prepararse, pues al día siguiente la llevaría a la oficina para que se ambientara. Daisuke había dicho que eso sería lo mejor, ya que él no estaría en casa, puesto que debía volver a París para terminar de tramitar la nueva modalidad de sus estudios mientras estaba en su trabajo y seguramente volvería casi de madrugada, y no quería que ella se quedara  sola estresándose más de la cuenta.

Ella debía estar de acuerdo con él, necesitaba distraerse; según había leído el estrés, imposibilitaba el embarazo. Así que diciéndose que era lo mejor, se puso a llenarse con la mayor cantidad de información al respecto, aunque le habían dicho que la actual secretaria la adiestraría, ella no quería dar tanta lata, se la paso así todo el día hasta que tarde  se dio cuenta de que no contaba el atuendo necesario para el empleo, lo que la llevo a comprar un traje con el poco dinero que contaba en la tienda más cercana.

No se atrevió a pedirle a su esposo, ella era el gato negro a la que siempre se le perdía todo y si quería un trabajo, debía empezar a solventar sus gastos, las menos con su ropa. Fue así que terminó dentro de aquel lindo trajecito color negro, un talle un poco más chico que el de ella.

—Bueno, Sakura pasaré a mostrarte tus funciones.

——————————————————————————————————————

Entró a su oficina y se apoyó contra la puerta que había serrado calmadamente para no levantar sospechas, respiró contra esta para calmarse, agradecía mentalmente que era tan bueno controlándose o se hubiese delatado y todo por culpa de ella.

Lo había obligado a huir en cuanto la dejó con Karin. Tenía que salir corriendo o no aguantaría verla en ese ceñido traje. Viajar con ella en reducido espacio había sido una tortura, gracias a Dios que estaba el chofer. ¿Es que acaso era tan ingenua para no notar que lo ponía duro?, ¿No lo había visto en su primer día en la casa, donde ella solo llevaba unos apretaditos bóxer?

《Maldición cálmate》

Pensó recordando ese día, la sola idea lo pondría más duro, debía pensar en otra cosa o se volvería loco en todo ese tiempo que se quedaría, algo que mantuviera su mente lejos, muy lejos de su tentadora nuera.

—¿Por qué tan perturbado?

《Puta madre》

Si no salía de una cosa, entraba en otra, maldijo su suerte por ahora tener que aguantar al bocón de Suigetsu.

—¿Qué mierda haces aquí idiota?—preguntó abriendo los ojos y mirándolo con odio. Con alguien debía sacar su molestia.

—Uhh...juju... tranquilo, ¿qué te pasa? —preguntó alzando las manos en señal de inocencia.