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"¡Ya casi estoy!" Dije mientras terminaba de aplicarme rimmel, "¡Dale Paula! ¡Muévete chama que se nos hace tarde!" respondió Silvana entrando a la habitación, "¡Ya estoy!" Chilló Maya entrando a la habitación, "Ok. Ya" sonreí complacida viéndome al espejo, "¡El taxi ya llegó!" Dijo Silvana mirando por la ventana, "¡Pero si no es un taxi! ¡Son Reyo y René!" Rió Paula, "Es lo mismo" río Maya. Las chicas bajaron las escaleras de la pensión y se encontraron con doña Rosalía, la dueña, "¡Pero cuidao' que se van a matar bajando las escaleras ostia! ¡Siempre corriendo!" Las reprendió la anciana, "¡Perdón!" Chillaron las tres y salieron al encuentro con sus amigos, "¡Por fin! ¡Ochenta horas maquillándose! Nos van a cerrar la discoteca" rió René, "Pero si abre en media hora" rió Maya, "Ya, vamos" rió Reyo, abriendo la puerta de su camioneta Volkswagen roja, René, Pau y Maya se subieron atrás, "Yo voy adelante para dirigirte, la última vez te metiste por otra calle y casi nos morimos" le recordó Silvana, riendo al recordar aquella noche de hace un mes.

"¿Están seguros que es aquí? Yo no veo na' pa' mi que nos metieron las cabras" dijo René preocupado, viendo el mapa, "Bueno, en la dirección dice calle Reina Victoria #72, estamos frente al museo Reina Victoria lejos no debemos estar" se encogió de hombros Rey, "Reyo, llevamos manejando por la misma área por casi una hora" dijo Maya, preocupada, "Para mí que no sabes donde es..." respondió Paula, "Ya... Vale, ¿no ven que está nervioso? Vamos Reyo, dobla esta vez por donde vinimos antes" le animó Silvana, "No, yo creo que es acá, dos calles más abajo" respondió convencido y justo cuando dobló en la esquina se encontró con una balacera, "¡Verga! ¡Da reversa!" Chilló Maya, "¡Cabrón aprieta! ¡Nos vamos a morir!" Dijo René y Reyo dio un giro en el que se llevó enredado un buzón pero salió a toda velocidad. "La próxima vez manejo yo" dijo Paula, "Ya, mejor vamos a la pensión" respondió Silvana, "Les cagué la noche" respondió rey, encogiéndose de hombros, "No... pero creo que allá estaremos más seguros y... no se podemos hacer algo, conversar un rato, mirar alguna peli en la televisión, no se" Silvana se encogió de hombros. Al llegar a la pensión subieron al tercer piso, las tres chicas vivían en el último apartamento del pasillo, el 418. "Vaya, nada mal" dijo René acostándose en el sofá naranja, "Está muy bonito, me recuerda a la casa de mi abuela en Puerto Rico" dijo Rey, "Son las sillas de mimbre, y el mantelito de amapola... es que los mandó mami por correo" dijo Paula, "Como se extraña la isla ah" suspiro sentándose en la silla mecedora de mimbre, "Yo les ayude a armar la silla, la mandaron en cantos" dijo René orgulloso, "¿Quieren arepitas?" Dijo Maya desde la cocina, interrumpiéndolos, "Pero esta vez haces de pabellón"dijo Silvana, "Yo tengo coquito en la nevera" dijo Paula, "Que tal... Una puertorriqueña, una colombiana y una venezolana viviendo en Madrid, que combinación" rió Rey, las chicas hacían arepas mientras los chicos estaban viendo un partido de fútbol y escuchaban algo de música en la radio.

"Mira cómo se controlan... hay que tenerles un televisor siempre, ahí no se pierden" rió Paula, "Si, pero por poco no la contamos... el susto que nos pegamos estuvo arrecho" dijo Silvana, "Ya se, este es más bobo" dijo Maya, "Es que es tímido... lleva a penas un año viviendo acá a veces se pierde" lo excuso Silvana, "Uyyy la chivis lo defiende" rió Paula, "Es que si... o sea, pobrecito" respondió con ternura viéndolo fascinado con la tele mientras una canción de los Beatles sonaba de fondo, "Menudos amiguitos nos vinimos a conseguir en la universidad" dijo Maya, "¿Qué te puedo decir? Los puertorriqueños estamo en todas" rió Paula, "Hasta en mi clase de música y cultura" rió Silvana, "¿Ahí fue que se conocieron Reyo y tu?" Preguntó Maya curiosa, "Si... tomamos dos cursos de música el año pasado" respondió Silvana, "Yo conocí a René en el retiro, estaba hablando y fue inevitable notar el acento, y acá que uno no ve mucho puertorriqueño pues me tuve que acercar y desde entonces se volvió un amigo súper cercano" dijo Paula, "Y que casualidad que es el que comparte piso con Reyito" rió Silvana, "El universo conspiro para traer a esos dos a nuestras vidas, estoy segura" rió Maya viéndolos , estaban hipnotizados por la pequeña caja en blanco y negro frente a ellos.

Aquí voy de nuevo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora