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El dueño del taller y Mati habían salido de la oficina y los procuraban, Reyo se acomodó ella se acomodó la falda y salieron de detrás de un auto, "¡Acá estaban! El es el dueño de la camioneta" dijo Mati, "Hola, si, estábamos mirando esta ¡Que belleza de camioneta!" Dijo Rey fingiendo admiración por la camioneta nueva que les cubría, "Esa es un clásico, renovado, pero si, ostia muchacho, la camioneta tuya hay que cambiarle el radiador y..." el señor le explicaba los arreglos pero la mente de él divagaba, fingía poner atención y asentía pero pensaba en ella; tímida, parada al lado de Matías, "¿qué me pasa con ella? Yo no soy así... Bueno, si, pero no tan rápido..." pensaba, "Bien, pues ¿en cuánto tiempo va a estar lista?" Preguntó Rey, "En una semana" dijo el señor; "Mierda... usar el metro no la hace, detesto el metro" suspiró el, "Bueno, acá te podemos rentar un coche, si gustas" dijo el señor, "Bueno... tocó" rió Rey, con Matías y Chivis fueron a ver los autos que tenían para rentar, "¿Cuál te gusta a ti?" Preguntó Mati, "No se cabrón...." Rió Rey, "A mi me gusta este" dijo Silvana señalando un Chevrolet Seville, "Un clásico... tiene buen gusto" rió el anciano, "Pero si es una máquina" sonrió Rey acercándose al auto, "Está muy lindo..." sonrió ella, refiriéndose a él, el sonrió de vuelta y se mordió ligeramente el labio, "Che yo creo que ese es el mejor, aparte por 50 dólares por semana está regalado, el alquiler está bueno" dijo Matías, "Me lo llevo" sonrió Rey, viendo el Chevrolet Seville rojo de interiores blancos. Ella se acercó. "Está muy lindo, muy..." susurró, el sonrió, "Ah si? Bue... mal gusto no tienes" sonrió ella, "No, hablaba del auto..." dijo ella, en tono juguetón, "Claro... yo también hablaba del carro" rió el.

Paula estaba roja, no podía creer que el le decía eso. "No... bueno. ¡No!" Dijo Paula, el rió "Te pusiste toda roja Pauli" se rió burlón, "Paula nene... Pau-la" respondió a la defensiva, no quería que notara que estaba roja, "Pauli... pero si sos divina..." se acercó acortando la distancia entre ambos, "Felipe..." le dijo ella, "Pipe... pi-pe, nena" sonrió acercándose más, aprisionandola entre su enorme cuerpo y la nevera, "Pipe..." dijo ella en un hilo de voz, el sonrió para acercarse más, "¿Entonces, che? ¿Vos querés que me aleje? Decime nomás que yo me alejo..." susurró mirándola a los ojos, ella tragó saliva, lo tenía sin camiseta acorralándola contra la nevera, "anda... te ha comido la lengua el ratoncito Pérez? O te la comerá Otaño?" Susurró burlón para luego besarla, era un beso tímido, el la agarró de la cintura, ella lo rodeó con sus brazos por el cuello, se separaron y ella bajo el rostro apenada, "¿Qué pasó?" Preguntó el, enternecido por su reacción, "Es que... nunca había besado,o sea, si... pero de piquito, no así" admitió sonrojada mirando al suelo, "No pasa nada che... mirame" dijo agarrando su barbilla, ella lo miró, "Yo te puedo ayudar con eso..." sonrió pícaro para volver a besarla, ella se dejaba llevar, se besaban con ternura ella estaba muy nerviosa pero se dejaba fluir; el la abrazaba mientras la besaba con dulzura, disfrutando cada segundo de ese contacto. 

Aquí voy de nuevo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora