Después de que Maddie y Ryan, terminaran dejándose ir el uno al otro.
Nos encontramos en un constante movimiento.
Viendo cómo Ryan trata de continuar con su trabajo en Los Angeles.
Y cómo Maddie desempeña su oficio en Nueva York.
Los constantes fla...
Maddie Los días se convertían en semanas, las semanas en meses y los meses en años. Qué bonito dicho ¿No? A veces pensaba que mejor debería ser: los días se convierten en horas lentas y desesperantes que te comen viva.
Hoy tenía el día libre. Quería tiempo para mí. El día de mañana iba a acompañar a Ryan al evento.
Eran las 9:00am y me pare de la cama para ir a desayunar.
Había veces en las que extrañaba mi hogar. Me había acostumbrado a mi hermoso departamento en Nueva York. Aquí en Los Angeles, nunca tuve casa propia. Viví un tiempo en un hotel, cómo ahora, y después me fui con Ryan.
Creo que, ya qué tenía tiempo libre. Era buena idea para salir a buscar un hogar. El cuarto de hotel a veces ya me daba claustrofobia.
Antes de salir terminé de desayunar mi plato de avena con yogurt y miel. Fui a darme una ducha. Y me puse un suéter gris, pantalones negros y botas negras.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuándo me vestía, recordé que necesitaría ayuda de mi amiga Keira, para ver qué rayos voy a usar el día de mañana.
Al salir de mi casa, caminé un rato por las calles de Los Angeles, en lo que buscaba departamentos ó lofts que me alcancé con mi presupuesto, aquí en Los Angeles. Lo quería barato ya que tenía que seguir manteniendo mi hogar en Nueva York.
Pude encontrar un loft cerca de Downtown, sí raro que escoja un loft justo en el centro de la ciudad. Pero fue el único de mi agrado y ya me urgía. Anoté el número para ponerme en contacto con la chica que lo rentaba y así poder mudarme lo antes posible.
Antes de regresar al hotel, tomé una taxi y pedí que me llevara al Urban Light. Sabía que era un lugar vacío entre semana y porqué no regresar al lugar dónde alguna vez fui feliz.
Al llegar sentí paz, era cómo si las luces iluminaran mi camino lleno de estrés. Y ese estrés se fuera.
Me puse los audífonos y puse la canción de Forever de Labrinth, deje que la canción fuera el soundtrack de ese instante que estaba viviendo.
Por un momento cerré mis ojos y caminé guiandome con mi mano tocando las luces. Sentí el cálido sol dar en mi piel.
Mi tranquilidad y paz se terminó, cuándo sentí cómo torpemente había chocado con alguien. Abrí mis ojos y me quité los audífonos. Me percate de que había chocado con una chica de tez morena, cabello chino, era muy hermosa.
— wow discúlpame, perdón. — hablé. — jaja descuida, está bien. — lo siento tanto, fue mi culpa, tenía los ojos cerrados. — no, no, creo que que fui yo la que se interpuso en tu camino. La chica y yo sonreímos. Me extendió su mano. — Alba Almería. Tomé su mano y la estreche. — Maddie Bristol. — ¡Maddie Bristol! ¿Eres esa Maddie? — ahm ¿Cuál Maddie? Me reí nerviosamente. — la novia de Ryan Tedder.
