No sería un día normal en Mobius si las cosas estuvieran realmente tranquilas. Sin explosiones en algún pueblo alejado, sin robots siendo derrotados por alguien de valiente espíritu. No sería Mobius si no hubieran momentos intensos de los que hablar cada mañana en el desayuno.
Todos los habitantes podían decir de mala gana lo acostumbrados que estaban con todos los problemas que causaba el humano que rondaba sus territorios y todas las veces que tuvieron que reconstruir sus hogares. El doctor Eggman era bastante contraproducente en todo lo que planeaba gran parte del año, por eso era muy difícil adivinar cómo resultarían las cosas despues de cada batalla.
Y como casi todos los días desde su existencia, Sonic sabía que no podía simplemente ignorarlo. En ocasiones solo parecía un juego de niños, pero en la mayoría de los casos la gravedad del asunto podía volverse casi peligrosa, convirtiéndose en una guerra de días e incluso semanas.
Es exactamente lo que ocurría en esta ocasión, y el erizo azul no quería admitir que realmente estaba preocupado. Era invierno, el clima no era una ayuda grata cuando todo a tu alrededor era de un blanco puro por la nieve, que estás rodeado de ruido y conmoción, por supuesto... La guerra que se originó en Central City se extendió por casi todo el continente, causando una batalla contra las máquinas que no parecía detenerse.
¿Un robot invadiendo una ciudad? No era novedoso...
¿Que estuviera armado hasta el último engranaje? Quizás podía ser más molesto de lo normal...
¿Que fueran miles de ellos atacando ciudades y pueblos aledaños? Eso sí era algo de lo cual preocuparse.
No lo vieron venir, Eggman estuvo meses en silencio, entre las sombras esperando el momento perfecto para atacar con toda la artillería que tenía, comenzando con la ciudad más grande de Mobius, usando clones robotizados de sus más grandes inventos.
El plan de contraataque fue simple, organizado por Amy, Knuckles y los Chaotix; Cada uno con un grupo pequeño, una armada de valientes guerreros Mobianos y mucho optimismo. Después de una semana parecía que la victoria estaba de su parte, después de un mes... las cosas parecían nunca terminar, después de tres meses... Solo querían que todo esto terminara.
Pero entre todas las explosiones, las casas destruidas, los cientos de heridos.... tenían esperanza, una esperanza de un brillante pelaje azul, una sonrisa engreída, ojos del color de una fuente ilimitada de poder como era la Esmeralda Maestra, y esa esperanza también podía correr a gran velocidad para romper la barrer del sonido.
A pesar de las advertencias de Tails para que tuviera cuidado, Sonic era imprudente cuando veía que las cosas podían llegar a ser demasiado fáciles. El erizo azul podía destruir un ejército de robots por su cuenta, sin ayuda y sin que nadie tuviera que darle alguna orden, burlarse de los inventos de Eggman le podían salir hasta natural, como parte de el mismo y Sonic llevaba luchando casi sin descanso desde que todo esto comenzó hace unos meses.
Pero la suerte no estaría de su lado el día de hoy. Estaba más cansado de lo habitual después de estar más de 35 horas sin dormír o detenerse. No sería primera vez, cuando los sucesos del Metal Virus lo obligaron a correr sin descanso durante días enteros, esto no era nada en comparación.
Su pelaje azul estaba desaliñado y húmedo por la nieve, las púas erizadas todo el tiempo por el constante peligro, las piernas le temblaban sin saber si eran el agotamiento, la adrenalina o el frío. Pero aquí estaba, luchando contra Eggman otro día más, como si no fuera suficiente el mismo doctor era el que estaba presente el día de hoy.Sonic no dió marcha atrás cuando se vio rodeado de nueva maquinaria. Tenía gente a la cual proteger, pueblerinos Mobianos que aún no evacuaban a los refugios que Amy había organizado. Era un problema, el erizo azul odiaba luchar en lugares donde la vida de alguien podría correr peligro, lo hacía pensar más de lo que debería y ocupaba una parte más grande de su mente que solo destruir y patear el trasero de Eggman.
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Noisy [SonaDow]
FanfictionPor primera vez Sonic teme por su vida. Por primera vez cae en una trampa algo ridícula. Y no es la primera vez que cierto erizo de pelaje ennegrecido lo salva. Que curioso, nunca imaginó que estar al borde de la muerte también sería una aventura...