Wukong, un mono antropomorfico con tintes de psicópata adopta a una niña pequeña qué caminaba por sus bosques helados sin rumbo fijo, este se encariña tanto con ella que se promete una cosa: NO LA DEJARA IR, BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA.
Este es un AU...
El rey adoptó a la niña como suya, cuando al entrar en el castillo, la llevo a su cuarto, decorado con una cama digna de alguien de la realeza, las cortinas estaban hechas de algodón, y el suelo era de madera refinada.
Yukio solo pudo mirar alrededor con la boca abierta, nunca había visto una casa tan bonita.
—Es... Asombroso— Ella murmuró.
Él escucho esto y no pudo evitar sonreir, esta niña era toda una lindura.
—¿Te gusta? Es mi habitación, aquí duermo yo, y ahora tu también
La niña lo miro con sorpresa para que después su expresión cambiara a una de alegría.
—¡¿De verdad?!
El rey asintió. —Por supuesto, ahora eres mi pequeña niñita.
Ella no pudo evitar sonreír y lo abrazó con todas sus fuerzas.
—¡Gracias! ¡Muchas gracias!— Ella dice mientras esconde su cara en su pecho.
Wukong solo la abrazó de vuelta, mientras sonreia sin parar...
Esta niña era una bendición...
Y no la dejará ir nunca más...
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