| 16 - ¿Fallarte o perderte? |

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Me desperté algo aturdida.

Mi almohada humana se había levantado de golpe dejando que mi cuerpo cayera sobre el sillón.

El panorama que me encontré me desconcertó más de lo que estaba hasta que logré enfocar la mirada.

Zoro estaba parado frente a la persona que siempre rogué nunca encontrarnos.

Estaba frente a Dracule Mihawk. Uno de los siete guerreros del mar, el mejor espadachín del mundo a quien el peliverde siempre quiso vencer.

Aunque esto podria haber pasado en otro momento. Hemos coincidido con él en una sola ocasión y al reconocerlo inventé una excusa para que Zoro no lo vea.

Pudo haber sido la segunda vez que lo evitaba, pero tenía que estar durmiendo.

¡Con la guardia baja en los peores momentos!

Nami estaba confundida, pero su cara cambió a preocupación cuando notó el miedo en la mía.

Sabía lo que pasaría a continuación y, peor aún, no puedo hacer nada para frenarlo. No debo hacer nada.

—Por eso me da pena informarte que mañana vas a morir.—habló el peliverde encendiendo las alarmas de la navegante.

—Espera. ¿Qué?—Nami me miró impresionada buscando una explicación que claramente no iba a tener.

Ni aunque pudiese hablar, la tendría. Había un nudo en mi garganta que lo impediría.

—Yo Roronoa Zoro, te reto a un duelo... A muerte.—sentenció el chico preocupando a los otros dos de la tripulación, especialmente a la navegante.

Luego de un intercambio de palabras de ambos espadachines, Mihawk aceptó.

—Mañana por la mañana, acabaré contigo, Cazador de Piratas. Y luego, acabaré con tu capitán.—con aquella frase cerraron el trato.

Mihawk se alejó de nosotros y las palabras de Nami lograron salir finalmente.—¿Qué carajo acabas de hacer?—.

La mirada determinada de Zoro se dirigió a mí.

Solo pude tragar grueso e intentar sonreírle, a pesar de estar paniqueada. Seguramente solo salió una mueca.

Miré mis pies sintiendo mis manos temblar y me paré para caminar al barco y tratar de calmarme allí.

No iba a poder tener tiempo a solas para calmarme, ya que Zoro salió detrás mío.

Llegamos al interior del barco y desenvainó sus espadas sobre la mesa. Al ver eso, tomé dos trapos, ofreciéndole uno para que lo usara.

Antes de tomarlo miró mi mano temblorosa y luego subió su vista a mi cara.

Solo lo solté cerca de él y me centré en tomar una espada para limpiarla con el otro trapo intentando ignorar su mirada.

Nami llegó hacia nosotros y nos miró incrédula, tanto del duelo propuesto por el chico como del hecho de que yo no intentase detenerlo.

Guardó una espada, guardó la otra y dejé que se encargara de la Wado Ichimonji a la vez que bajaba la vista y jugaba con el pañuelo en mis manos.

Oímos como llegaron Ussop y Luffy.

—Tal vez tú lo convenzas de que no lo haga.—le dijo la chica al capitán recibiendo la negativa de Zoro.

—Ya viste el tamaño de su espada? Ese tipo te va a hacer sashimi.—continuaba pesimista Nami.

Mi capitán rodeó la mesa y se paró a mi lado pasando uno de sus brazos sobre mis hombros y colocando su otro brazo en forma de jarra en su cintura.

GINA - ONE PIECE (LIVE ACTION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora