26

15 1 0
                                    

Reproches y dudas

|

—¿Por qué siento que estás huyendo?

Doy un salto en la banca y miro con reproche a Sandra y Delanie que no me avisaron que cierta persona aparecería detrás de mi dándome un susto.

Carraspeo y sonrío.

—No ¿Cómo crees?

Pasa a sentarse a mi lado y trato de fingir normalidad, pero siento la mirada de Damon en mi perfil y solo me pongo nerviosa. ¿Por qué soy tan evidente?

—Supongo —murmura y mis amigas están muy centradas en su mundo como para ayudarme.

Sandra en el celular y Delanie en un libro de ciencias.

—¿Cómo estás?

—Igual que siempre: normal.

Asiento y llevo una enorme cucharada de ensalada y pollo a la boca. Realmente sí ocurre algo. Dos cosas, o mejor dicho, dos personas.

Y, no son ni más ni menos que Owen y Lisbeth.

La semana anterior había sido muy bonita, pero ahora llegaron los dos susodichos y bueno… Owen quiere verse conmigo, pero he tratado de evadirlo con excusas muy estúpidas. Y ahora, también trato de mantener distancia con Damon para prevenir que Lisbeth nos vea, aunque, según Delanie —que es quien averigua absolutamente todo— se están corriendo rumores de mi "repentina" cercanía con Damon.

Y no lo entiendo. No es como si no nos la pasáramos juntos antes, pero según ella, Sandra y Anthony, es algo más allá de lo que veían antes. No sé si debería darme miedo.

—¿Y tú cómo estás?

—Normal.

El silencio incómodo se sienta en la mesa y Sandra finge que recibe una llamada para irse y Delanie la sigue diciendo que va al baño para retocar su maquillaje.

—Es por Lisbeth ¿No? —rompe el silencio y lo miro.

—¿De que hablas? —me hago la loca.

—Sabes de qué hablo. Estás así por ella y presiento que por alguien más.

Frunzo los labios sin poder con mi pequeña mentira. Es la verdad. Fue tan fácil todo este tiempo y ahora, tengo que enfrentarlo. Owen no es un simple amigos y es algo que se sabe, que todos saben, presiento que me va a doler esto. Por eso trato de evadirlo, pero solo estoy avivando más esto. Al final resultará ser la misma mierda y hasta peor. Solo lo estoy lastimando y yo dándole más peso a la idea de que, nuestra relación se va a perder.  Y es lo que menos quiero. Puede ser egoísta, aunque no quiero perderlo. Pero entendería que quisiera mandarme a la mierda, al final solo he estado jugando con él. Cómo todo el tiempo.

Suspiro y me acomodo en la banca.

—Quiere reunirse conmigo —le cuento.

—Hazlo.

—Lo voy a hacer —respondo con un timbre de protesta ya que siento que fue una orden ese «hazlo» como si no fuese a hacerlo por mi cuenta sola, sin esperar un empujón. Me termino mi jugo y Damon sigue bebiendo su típico batido de fresa. Su favorito—. Le diré que mañana.

—Mientras más pronto mejor.

—Quiero pensar bien que voy a decir —vuelvo a responder de la misma manera sin mirarlo.

Bien, entiendo que quiere asegurarse que lo voy a hacer, pero que se guarde ese tono de jefe, por favor.

—Okey —resopla—. ¿No pretendes estar así todo el tiempo que esté Lisbeth?

Pisando los erroresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora