T/N, el Spider-Man de la tierra 1695, lo habia perdido todo, a sus amigos, su familia, a Gwen. Todo lo que una vez le había importado estaba tres metros bajo tierra, así que poco a poco se fue convirtiendo en el miedo de los criminales por qué ahora...
Si, T/N se había tomado dos años en "pensar" la propuesta de Stryker, las especificaciones decían que dolería, así que se preparó...
-Sufrirás mas dolor del que podría aguantar cualquier otro hombre, tus huesos quedarán forjados de adamantium, podrás aguantar cualquier cosa-
El chico de ahora 18 años estaba sumergido en un tanque de agua, sus muñecas y su pies sujetados para que no se moviera, tenía un respirador así que no tenía de qué preocuparse. Bueno, de hecho si había una cosa de que preocuparse y es que le habían dicho que esto iba a doler mucho.
El proceso estaba por comenzar, Stryker estaba explicando lo que harían.
-Hoy crearemos a X-18. Vamos a fusionar el adamantium al esqueleto de Spider-Man. Pueden comenzar-
Después de decir esas palabras veinte taladros se sumergieron en el tanque de agua y se clavaron en el cuerpo de T/N, el dolor fue bastante, la que más le dolió fue la que se clavó en su cabeza, pero esto apenas comenzaba.
De la punta de los taladros comenzó a salir adamantium en su estado líquido y caliente. T/N sintió como se quemaba por dentro, el dolor era insoportable, quería gritar, pero no podía porque si lo hacía no podría respirar.
Por su mente pasaron muchas cosas: Las risas que siempre compartía con su tía, lo mucho que se divertía con Harry, su vida como superhéroe, su amistad con Felicia, pero, sobretodo, pensó en Gwen, esa chica rubia de ojos azules que ama.
Recordó las salidas que tenía con ella, los besos que compartían cada que podían, en cómo hace unos días casi se vuelven uno solo.
Todos esos recuerdos eran maravillosos y aliviaron un poco el dolor, pero de un momento a otro cayó muerto.
Su corazón se detuvo, no había movimiento, no había expresiones de dolor, no había nada.
Los científicos , doctores y el mismo Stryker estaban tensos, no podían fallar.
-Señor...-Habló una doctora, hacia Stryker-
-No, esto ya sucedió una vez, volverá, sus poderes son iguales a los de él, me atrevería a decir que son mejores-Respondió el hombre-
La doctora volteó a ver a un monitor que informaba el ritmo cardíaco de T/N, pero no había ni un movimiento. Dirigió su mirada a otro monitor y vió el esqueleto del superhéroe totalmente cubierto de adamantium.
Un silencio sepulcral se hizo presente, nadie decía nada, estaban atentos.
Un pitido se escuchó desde el monitor cardíaco
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Todas las miradas se dirigieron hacia él y luego hacia T/N.
-¡SI!-Gritó Stryker, mientras golpeaba una mesa, festejando-
