CAPÍTULO XV

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Mi padre logró atrapar a mi papá antes de que cayera. Me sentí fatal. No puedo ayudarlo desde este tiempo y lo único que hago es estresarlo más.

-¡Papá!- Lo llamé, cómo si eso fuera a cambiar algo.

-Tranquila, Kyomi- Susurró papá- Estoy bien, sólo estoy cansado-

-Kyomi, voy a llevar a tu papá a la cama para que descanse- Habló padre levantando a papá de forma nupcial.

Su expresión era de consternación y miedo puro, son contadas las veces en las que veo esa expresión en mis padres. más en padre Katsuki; ya que siempre se muestra tan confiado y valiente. Se muestra indestructible.

-Te llamaremos luego, ¿sí?No te metas en problemas mocosa-

Eso fue lo último que dijo antes de irse. Colgué la llamada y, creo que al verme tan preocupada, Nyoko y Kiyoshi se acercaron y me abrazaron en forma de consuelo. Nos quedamos así un buen rato hasta que nos cansamos de estar parados y decidimos que lo mejor era ir a dormir.

Justo cuando estábamos a punto de salir de la sala Aizawa-sensei entró. Los tres nos congelamos en el lugar, cómo si eso nos hiciera invisibles. Nuestro maestro nos miró con enojo, aunque si les soy sincera, se veía un poco preocupado.

-¿Qué hacen despiertos a esta hora?- Nos regañó

- Lo sentimos profesor Aizawa, necesitábamos revisar algo- Comentó Nyoko tratando de salvarnos el trasero.

- Ajá, a las 3 de la madrugada- Dijo Aizawa con el tono más monótono y sarcástico que he escuchado en mi vida.

-Bueno, era importante y teníamos que atenderlo de inmediato- Respondió Kiyoshi.

Aizawa-sensei suspiro. Me dio la impresión de estar pidiéndole a los dioses más paciencia y tiempo para dormir.

-Bien, los dejaré ir por hoy; pero mañana hablaremos sobre esto- Comentó mientras se dirigía a la cocina por un vaso de agua. Cuando pasó a mi lado pude escuchar un susurro que decía "No me pagan lo suficiente".

Nosotros aprovechamos y nos dirigimos a nuestras camas antes de que el profesor cambiara de opinión.

Kiyoshi se despidió de nosotras frente al cuarto donde se quedaba. Luego, cuando Nyoko y yo nos acostamos, mi amiga cayó rendida. Nyoko siempre ha tenido el sueño pesado y también suelo dormir con mucha facilidad, pero esta noche yo me encontraba angustiada.

Quería regresar a casa, regresar con mi familia y ser felices. Olvidándonos de los villanos y de la sociedad podrida en la nos encontrábamos. Guerras y batallas que se llevaban la vida de inocentes.

Ser un héroe siempre fue mi sueño y más al ver a mis papás ser grandes héroes. Verlos salvar a personas siempre fue algo grato. Nunca dudé de lo que quería, sin embargo, hoy sólo deseo que mi familia fuera gente normal, para poder estar juntos sin el miedo de ser atacados.

Quiero una vida normal, con padre y papá, sin que estén estresados, con Shoji, Yutaka y Shoko. Quiero estar con ellos.

Eso fue lo último que pensé antes de que mis ojos se cerraran.

Eso fue lo último que pensé antes de que mis ojos se cerraran

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Una chica de otro tiempo -Bakutodo-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora