Me desperté y al abrir los ojos, encontré a mi padre a mi lado, preocupado por mi estado. Sentía un nudo en la garganta y una sensación de malestar en mi cuerpo, así que decidí guardar silencio, sin pronunciar una sola palabra. Sin embargo, su presencia reconfortante me brindó cierta tranquilidad en ese momento difícil.
"Despertaste... ,¿Cómo te sientes?" Me preguntó preocupado y yo no dije nada.
A pesar de su inquietud, yo decidí no decir nada, manteniendo el silencio. No podía encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que estaba sintiendo en ese momento. Solo lo miré, buscando consuelo en su mirada comprensiva. Finalmente luego de un silencio que pareció una eternidad rompí el silencio con una pregunta con una mezcla de curiosidad y calma.
"¿Por qué nunca me dijiste que tenía una hermana?" Le pregunté un poco más tranquilo y el se sorprendió de que yo supiera eso.
"Mi madre me dijo" le dije al ver su mirada de asombro.
La tensión en la habitación se intensificó mientras esperaba su respuesta. Mis emociones estaban mezcladas, entre la curiosidad por conocer a mi hermana y la sensación de traición por haberme ocultado esa información durante tanto tiempo.
"Cuando tu madre y yo nos separamos, cada uno tomo la decisión de quien se quedaría con cada niño, eras muy pequeño cuando paso y tu hermana era una bebé, tomando en cuenta eso, tu madre se quedó con tu hermana y yo me quedé contigo, luego ella desapareció y nunca más supe de ella ni de tu hermana..." Contó.
Comprendí que la situación era complicada y que mis padres habían hecho lo que creían era lo mejor en ese momento. Sin embargo, la idea de tener una hermana que desconocía y que tal vez nunca conocería, me dejaba un sabor agridulce en mi boca.
"Entonces ¿por qué...? ¿Por qué me dejaste solo?" Dije con un nudo en la garganta.
Mi voz tembló ligeramente mientras pronunciaba esas palabras cargadas de dolor y confusión. Miré fijamente a mi padre, buscando respuestas en sus ojos. Quería entender por qué me había dejado solo, por qué no había estado presente en mi vida. El nudo en mi garganta se hizo más fuerte mientras esperaba su respuesta, mis ojos llenos de lágrimas reflejaban mi vulnerabilidad en ese momento.
Mi padre bajó la mirada, sintiendo el peso de mis palabras. Tras un momento de silencio, alzó la vista y me miró con tristeza.
"Lo siento mucho, hijo", susurró con voz entrecortada. "No fue mi intención dejarte solo. Hubo circunstancias y decisiones difíciles que debíamos tomar en ese momento. Pero quiero que sepas que siempre te he amado y que estoy aquí para ti ahora. Estoy dispuesto a hacer todo lo posible para conectarme contigo y compensar el tiempo perdido."
Sus palabras resonaron en mi corazón, y aunque el dolor seguía presente, también sentí un rayo de esperanza. Sabía que no sería fácil, pero tal vez, juntos, podríamos comenzar a sanar las heridas del pasado y construir un futuro mejor.
Ambos nos abrazamos y no pude evitar llorar un poco y mi padre empezó a contarme anécdotas de cuando yo era un bebé.
Ambos nos abrazamos y no pude evitar llorar un poco y mi padre empezó a contarme anécdotas de cuando yo era un bebé, algo que hizo que se me escapara una sonrisa.
Las lágrimas se mezclaron con una sonrisa mientras escuchaba las dulces anécdotas de mi padre. Cada palabra que pronunciaba, cada historia que compartía, me recordaba lo afortunado que era de tenerlo a él como padre. En ese momento, me di cuenta de que había olvidado lo que realmente significaba tener un padre a mi lado.
El tiempo que pasamos juntos, recordando esos momentos especiales, me llenó de una sensación de calidez y amor. Me di cuenta de que no importaba cuánto tiempo hubiera pasado, lo importante era que estábamos juntos ahora y podíamos construir nuevos recuerdos y fortalecer nuestro vínculo.
Con un abrazo más fuerte, le agradecí a mi padre por estar allí para mí y por recordarme lo importante que era nuestra relación. Sabía que este era solo el comienzo de un viaje emocionante y lleno de amor entre nosotros.
El me preguntó cómo es que yo había llegado a este esto, y no tuve de otra que contarle todos los horrores que viví en Afganistán.
Cada palabra que salía de mi boca era un recordatorio de la fortaleza que había adquirido a lo largo de los meses que estuve atrapado.
A medida que compartía mi historia, sentí un peso levantándose de mis hombros. Al abrirme y compartir mis experiencias, me di cuenta de que no estaba solo en mis luchas. Mi padre me escuchó con atención y comprensión, y en ese momento, sentí un vínculo más profundo entre nosotros.
A pesar de los desafíos que había enfrentado, también hablé de la esperanza y la determinación que había mantenido viva en mi corazón. Juntos, encontramos consuelo y apoyo mutuo, fortaleciendo nuestro lazo y recordándonos el amor inquebrantable que nos unía como familia.
Continuará...
Créditos a Hi.Ai
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Crónicas de Afganistán. (SR GATO)
TerrorLigado con el primer libro de "Monstruos de gobierno" Aquí el protagonista será integrante del Reino Y jefe híbrido Sr gato en el cual se nos narrará la experiencia traumática que tuvo que vivir cuando una de sus misiones no salió como se esperaba. ...