Corrió la noche y el poderoso sol emerge desde las colinas declarando el inicio de la mañana. Puedo escuchar la alarma sonar incesantemente avisando que era momento de levantarme e ir a mi trabajo. Cosa que no me agradaba en lo más mínimo.
No recuerdo cuándo fue la última vez que pensamientos relacionados con mi día revoloteaban tanto en mi mente que no me dejaban conciliar el sueño. Pero esta noche me sucedió otra vez, no podía parar de recordar la plática con Ralph, la cantidad de horas que debía a la universidad, haberme fumado mi primer cigarro en meses rompiendo promesas, y el extraño encuentro con mi vecino.
¿Cuál era su nombre? Sigo sin poder recordarlo, aun sabiendo que fue una de las primeras cosas que mencionó cuando lo conocí por primera vez.
Todos eran eventos con una carga emocional más grande a la cual estoy acostumbrado, ya que no suelen sucederme cosas con tanto impacto muy a menudo. Una de las razones por las cuales denomino a mi vida como una pacífica, callada y sumamente aburrida.
Comienzo a prepararme para salir de casa antes de las 8. Di una checada a mi celular y la primera notificación sobresaliente era un mensaje de Marco junto con una foto.
Al parecer ya había llegado a su destino e incluso parecía estar dando un paseo por la zona. En la fotografía aparece él haciendo la seña de amor y paz con un gran lago de fondo. Se notaba muy sonriente y feliz, aunque quien no lo estaría al viajar fuera de tu país natal y admirar paisajes de otros continentes. Se miraba espectacular.
Marco ♪:
¿Y tú dónde estás pobre?
Inevitablemente, me río al leer esto, pero rápidamente ceso. Es un comentario de Marco, y yo jamás me reiría de lo que ese estúpido dice.
Aren:
En un rincón en el infierno, te estoy guardando un lugar
Ya afuera de mi casa, a algunos pasos de distancia, abro la cámara del celular y tomo una fotografía de la extensa calle donde el enorme y ardiente sol estaba en una esquina indicando lo caluroso que esta tarde iba a resultar. Marco también estaba al tanto del horripilante calor que hacía por estas zonas, aunque solo se haya quedado aquí un día y medio.
Aww, qué considerado de tu parte, pero puedes cederle mi lugar a otra persona. Yo ahí no vuelvo aunque me paguen.
Dijiste que lo harías
¿Te hice pinky promise?
No
Entonces no hay quien vuelva 😘
Jódete pues
Desde un inicio mis esperanzas acerca de lo que acordamos con Marco de irnos a Minnesota juntos no me supieron a una promesa real. Él era tema de muchas bocas exactamente por esto, porque habla mucho y hace poco.
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Notas de un verano feliz
Novela JuvenilAren, un chico grosero y malhablado, es enviado por su universidad a una pequeña ciudad para hacer trabajo comunitario en una vieja biblioteca. El principal objetivo es ayudarlo a desenvolver habilidades sociales que le ayuden a convivir mejor con...