Los días después de ese beso son buenos, son increíbles, maravillosos, no hay un título pero soy importante para ella, tanto como lo es para mí. No es fácil lidiar con las emociones que nuestra situación genera y nublan el panorama, pero me basta con voltear hacia ella y ver a través de sus ojos café para entender por qué pasar las tardes en el jardín del hospital, o en su cuarto jugando monopolio, vale mil vidas.
Esa tarde en particular Kate tenía sueño, dolor y su estado de ánimo no era el mejor después de su última sesión de quimioterapia, mi mente intentó buscar alguna alternativa, algo para hacerla sentir reconfortada dentro de su malestar y por ello una bombilla pareció iluminarse encima de mí al recordar la radio, corrí hacia mi habitación y la despegué de la pared, era una pequeña radio de bolsillo, con más años encima de los que yo tendría en edad para ese momento, pero cumplía su objetivo.
Una vez enchufada, busqué entre los canales hasta encontrar uno que reproducía Can't help falling in love de Elvis Presley, esa tarde ambos solo permanecimos abrazados en su camilla, refugiados del aire acondicionado por su grueso edredón que me producía sofoco pero parecía hacerle demasiado bien.
—Paxton... —me llamó somnolienta, mientras la voz de Elvis a un volumen bajo se adueñaba del ambiente—, gracias.
Le di un suave beso en la frente, con cuidado de no hacer ningún movimiento brusco que pudiese agudizar su dolor, ella sonrío antes de quedarse dormida mientras What a wonderfull world se apodera de la estancia, sí, el mundo es maravilloso cuando estoy con ella.
Por eso, días después cuando llegaron los resultados de sus últimas pruebas indicando metástasis no lo pude creer. Me conseguí a Norma en el pasillo antes de ver como el imbécil de Seth salía como un loco de la habitación, un malestar se instaló en mi estómago, pero no fue hasta que Greta Gremlin me tomó del brazo negando que cualquier esperanza comenzó a disminuir, pasar saliva se sentía como tratar de bajar clavos, y si la sudoración en mis manos era algún indicativo, no me encontraba bien.
No tardé en entrar a la habitación de la mujer que logró alegrar mis días, su padre estaba intentando decirle algo mientras ella solo miraba hacia el blanco techo. Me senté del otro lado, algo incómodo por interrumpir pero con la realización de que, de alguna forma mis días junto a Kate estaban contados, ¿cómo se supone que se supera eso?
—Deberías irte —Fue lo primero que salió de su boca desde que entré en la habitación.
—No lo haré —Y si la falta de discusión fue un indicativo de su mal estado de ánimo, lo ignoré.
Esa noche las enfermeras dejaron que su padre y yo nos quedáramos junto a ella, Kate no discutió y si alguno la escuchó llorar contra su grueso edredón no se pronunció palabra.
†
Holaaa, actualización cortita y muy triste, ¿se imaginaban esto? La verdad me tardé tanto en esta otra mitad porque no quería escribirla, pero ya estamos por terminar la novela♥
Estimo que le quedan unos cuatro o cinco capítulos a lo mucho, casi no lo puedo creer.
ESTÁS LEYENDO
Enamorando a Kate
RomanceEstar en un hospital es aburrido. Vivir en uno lo es más, Paxton lo sabe muy bien. Un día, por obra del destino conoce a Kate, quien con su nulo sentido del humor, comentarios mordaces y mirada triste logra entrar en su corazón. Ella es un problema...