capitulo 4

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P.o.v Sebastian

El sonido de disparos resuenan en mis oidos como truenos y las botas chocando contra el suelo me hacen mantener mi mente alerta de cualquier enemigo, una pelea contra los cultistas de slaanesh que intentan conquistar el planeta.

En el frente dispare contra los cultistas que intentaban capturarnos a mi y a los demás soldados que estábamos intentando sofocar a estos herejes, sus intenciones eran claras hibamos a ser sacrificios para sus dioses.

A pesar de nuestros mejores esfuerzos fuimos perdiendo el terreno y siendo empujados hacia atrás, todos en el batallon estaban cayendo poco a poco en la desesperación.

Algunos de los soldados que me acompañaban simplemente decidieron caer como fueron leales así que simplemente se quitaron sus vidas con sus propias armas.

Por mi parte solo seguí replegandome a la retaguardia en un intento de salvarme o preservar mi vida para un día de pelea más, o ese era el plan hasta que una cultista se avalanzo, sobre mi haciéndome caer al suelo.

La batalla por mi sobrevivencia fue llevada al suelo, en mi desesperación intente golpear a aquella cultista, que solo reía extasiada por cada golpe que resivia.

A pesar de mis intentos de hacerle daño repetidas veces ella solo reía, pero en esos momentos desesperados no pude evitar que por un segundo mi fe en el emperador cayera en la nada.

Solo por ver la cara de aquella cultista pude caer en las tentacion de slaanesh, su cultista era hermosa con un hermoso cabello dorado y unos brillantes ojos azules que demostraban innumerables sentimientos que hasta yo una máquina pude sentir.

Hasta que por un momento se quedo quieta como si estubiera congelada y luego abrió la boca, para que de ella saliera el sonido de la desesperación.

Al momento en que se escucho aquel sonido me levante lentamente de mi cama y con movimientos bien practicados apague la alarma, fijándome un poco en la pantalla vi que eran las 4 de la madrugada, la hora a la que siempre me levanto.

A pesar de no necesitar un despertador para hacerme depertara por que mi anterior entrenamiento aun estaba arraigado en mi, pero no pude evitar poner un despertador por que los sonidos o la musica me recordaba que ya no estaba en un campo de batalla o algo por el estilo.

Al ser tan de mañana solo me dirigi a la sala de mi departamento, dejando por completo de lado el extraño sueño que he estado teniendo desde que llegó aquella chica a mi cafetería.

Cuando llegue a la sala de mi departamento solo pude admirar las cosas que he rerecogído en el pasar de estos 7 años que he vivido en este mundo, un mundo que es muy pacifico y me a hecho muy feliz.

Vi con alegría cada foto o recuerdo que tome en estos últimos tiempos que estaban exhibido en algunos estantes o en alguna repisas todo a mi vista para poder admirarlo todos los dias desde mi despertar.

-"Creo que fue buena idea abandonar los estudios"-, fue una oracione que dije en voz alta.

Aunque logre entrar a la facultad de medicina y curse con éxito los primeros dos años con facilidad, me di por vencido por que ya no quería ver más muertes y solo quería algo más pacifico así que solo comencé a trabajar.

Deje de lado mis pensamientos y me dirigi a la cocina para comenzar a preparar mi desayuno, para luego prepararme para ir a mi tienda.

Una vida pacífica Donde viven las historias. Descúbrelo ahora