Una vida pacífica

capitulo 2

Se dice que cuando mueres solo puedes ir a seguir peleando por el emperador o eso es la informacion que me dieron cuando desperte por primera vez, pero no me esperaba estar sentado en un silla metálica frente a un escritorio de madera que solo lo tendrían los inquisidores o alguien de alto estatus en el imperio y al otro lado esta sentado un demonio del dios del caos Khorne, pero eso no es lo raro, lo que si es raro es esta bien vestido y en su cara descansan unos lentes de montura negra que cubren sus brillantes ojos rojos, su cara denota una concentración único en los papeles que tiene en sus manos.

Me mantengo en silencio y solo observo mis alrededores en espera de que el demonio acabe lo que este haciendo, pero ahora me pregunto por qué no siento las ganas de atacar o incluso escapar, pero esos pensamientos se ven descartados por las palabras del demonio que comenzó a hablar.

-"Bienvenido a la sucursal 88888888 del reino de khorne mi nombre es kore y sere su guia el dia de hoy ya que usted fue asesinado por un cultista que atacó a traición, el cultista fue eliminado por tal acción, pero eso no es lo importante señor...."- se detiene un momento para leer el papel que tiene en las manos, -"Korp 3337-AZ, bueno debido a que a alcanzado el máximo de reencarnaciones en este universo usted a sido bendecido por el mismísimo dios khorne para abandonar el universo y ser llevado a otro, pero devido a que tiene una espada caótica enlazada con su alma tiene que firmar unos formularios de ser reponsable del arma al momento en que se valla, tiene alguna pregunta señor?"-.

La voz del demonio fue fuerte y clara, pero con cada palabra que dice mi mente se siente pesada y que lo que dice no tiene sentido, pero aun asi desidi solo dar mis preguntas una por una, -"En donde estoy y por qué estoy aquí y que es limite de reencarnacion y que espada tengo en mi?."-, cuando acabe de decir mis preguntas, comienzo a sentir el peso del momento y mientras pasa el tiempo estoy entrando en pánico por primera vez en mi vida.

El demonio frente a mi viendo que mi estado no es muy bueno crea un baso de agua junto con una jarra y me los da, solo para después continuar respondiendo mis preguntas, -" Bueno señor, en este momento usted está en la frontera del caos que divide los universos conocidos o por conocer y para responder a sus siguientes dos preguntas tengo que decir algunas cosas, bueno aunque nuestros señores dicen corromper o alimentarce de almas la realidad está muy lejos de ello, por que sin almas el universo no funciona así que para evitar que las almas se vuelvan completamente locas o incluso corruptas se llegó a un concilio hace millones de años donde un alma tiene un límite de reencarnaciones aquí en este universo, y cuando se acaban las reencarnaciones pues se traen otras almas para continuar el siclo, así usted a llegado al limite así que usted se puede ir a otro lugar lejos de aquí, bueno en cuestión del arma pues a Khorne no le gusta quitar lo que se gano en una batalla justa así que tiene que llenar un formulario que indica la salida del arma de este universo"-.

Me siento confundido muy confundido, pero solo sigo escuchando mientras habla el demonio así que solo me quito la máscara que tengo dando a conocer una cara arrugada como una momia sin pelo o alho distintivo y doy un sorbo al agua que me dio, esto sabe muy bien, sin radiación, barro o sangre, esto sabe a gloria. Mientras saboreo el agua veo que el demonio acabó de hablar y me mira esperando más preguntas.

-"Tiene alguna duda más que necesite ser resuelta o respondida"-, el me mira con sus ojos rojos en espera.

Por un momento pensé en decir que no tenia más dudas pero recordé algo, -"mmmm la espada sigue en mi alma verdad entonces no tiene forma física??"-

La respuesta del demonio fue inmediata -"La espada por el momento está en tu alma por que estamos en un plano inmaterial por lo tanto cuando este en el plano material la espada tomará forma física"-

Eso responde mis preguntas que tenia en mi mente, pero poco despues el demonio siguio hablando,-"Eso creo que es todo, ya no siento inquietudes en tu mente"-, con sis palabras dichas se agacho un poco y abrió un cajón que estaba en el escritorio y de el saco unos papeles que los leyó por un momento y después me los paso.