meses a tu lado

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Electra
-Y ahora me gustaría darle paso a un combate que durante meses me han pedido-habla Ibai, haciendo que todo el mundo guardara silencio en el teatro-Un combate en el que seguro que hay sangre, ya que hay odio de por medio de hace años.

Las imágenes que nos habían grabado minutos antes a mi y a Maxime salen en la gran pantalla del teatro, y todos los presentes gritan como locos.

-¡Laura y Maxime, ya podéis pasar!-chilla Reven esta vez.

Ambas salimos de detrás del escenario y saludamos a todos los presentes, tomando asiento segundos después.

-Creo que este es uno de los combates más fuertes y más esperados que tendremos en la historia de las veladas-habla Ibai soltando una de sus típicas risas contagiosas-¿Que tal estáis chicas?

-La verdad que muy bien-respondo con una sonrisa, escuchando al público chillar.

-Emocionada-dice Maxime.

-Maxime, ¿dirías que estás emocionada por participar en la velada o por la contrincante que tienes?-pregunta Reven con un "uuuuuh" por parte del público.

-Veo que no mentías cuando decías que querías crear tensión entre los boxeadores-dice Sandor haciéndome reír.

-Pues la verdad que por las dos razones-responde Maxime con una sonrisa arrogante-Todo el mundo sabe las ganas que le tengo a la niñita esta.

-La niñita esta tiene un nombre, y creo que de las veces que me mencionas en tus streams te lo sabrás de memoria-digo sin siquiera mirarla-Podrías dejar tu obsesión conmigo por un tiempo, aunque entiendo que si lo estoy petando en internet veas mi cara en todas partes y no lo puedas soportar.

Las risas no faltaron en ese momento, y yo no podría estar más contenta con este combate. Maxime es una streamer mexicana que comenzó a meterse conmigo años atrás, por que la mayoría de mi contenido es random y por que soy la hermana pequeña de Victor (o como todos le llaman, Viruzz).

-¿Tú también te vas dopar como tu hermanito?-pregunta levantándose de su asiento.

Que bromearan con algo que había afectado a mi hermano, me jodía y ella lo sabía.

-No, pero si quieres te meto un puñetazo y vemos si a ti te hará falta para cuando esté entrenada-digo sin levantarme de mi sitio, con la misma tranquilidad y alegría con la que había entrado al teatro minutos atrás.

No dejaría que se burlara de mi o de mi familia, pero tampoco perdería la compostura.

-Bueno chicas, mejor será que guardéis los puños para el día de la velada-dice Sandor con un poco de nervios en su voz.

-Tranquilo, si ya se sabe quien ganará ese día-vuelve a hablar ella-Soy mexicana, lo llevo en la sangre.

Algunas personas se rieron y algunas otras chillaron como apoyo hacia su comentario.

-Si yo fuera tú, mantendría mi boquita cerrada-digo con mi sonrisa de suficiencia-No vaya a ser que después te toque volver llorando a tu país.

-Bueno, hablemos de los pesos-dice Ibai, intentando frenar la pelea que quería montar Maxime antes de tiempo.

-Nuestros entrenadores quedaron en 60-decimos ambas a la vez.

-¿Tú en cuanto estas Maxime?-pregunta Reven.

-Yo estoy en 65.

-¿Y tú Laura?-pregunta Ibai.

-Yo en 55.

-¿Entonces no hay inconveniente para ninguna con el peso acordado?-pregunta de nuevo Ibai.

-Ninguno-respondemos ambas a la vez.

-Bueno, pues si queréis podéis hacer el primer cara a cara ahí delante.

Ambas nos levantamos y caminamos delante  del público, posicionándonos una frente a la otra. La cara de Maxime rebosaba de egocentrismo y superioridad, mientras que la mía era de poker total (o eso quería pensar).

-Venga pégame-me susurra mientras se me va acercando más.

-No creo que quieras pisar el hospital antes de tiempo cariño-le susurro yo ahora sin moverme ni un poquito.

Ella me pega un empujón y yo sonrío al ver los abucheos que el público crea.

-Nos vemos en cuatro meses preciosa-le digo antes de comenzar a andar hacia la salida, una vez que nos piden que nos marchemos.