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Suspirando, SeokJin vio como el sol empezaba a esconderse. Los recuerdos de la tarde llegaban a su mente, no entendía como llegó a pasar tales momentos con Jungkook.

Y ahora, para su mala suerte, los dos tenían que compartir una habitación, ya que su padre un poco-mucho celoso y del ciclo X, había dicho que era demasiado pronto para que la pareja durmiera junta, dijo que cuando se casaran recién iban a compartir cama. Si claro. Él podría jurar que ellos ya habían hecho más que solo dormir.

Su quijada seguía sobre su brazo mientras se recargaba en la ventana. No tenía ganas de hacer nada, quería tirarse en su cama y soñar con Brad Pitt. Ese hombre era jodidamente sexy, y aún recordaba como había caído enamorado del actor cuando lo vio en una de sus películas favoritas, él y su hermana eran muy fanáticos de este actor.

Caminando hasta su cama, se lanzó de cara contra la almohada susurrando cosas incoherentes por tener que compartir habitación con el pelinegro. Apenas y se hablaban, convivir 4 semanas con él no era una buena idea, demasiada mala contando que para empezar, sus gustos eran diferentes, quien sabe que si mientras él estaba leyendo uno de sus libros favoritos, Jungkook estaría haciendo ejercicio o intentando dormir, o tal vez Jungkook era desordenado y dejaba las cosas tiradas por todas partes, lo viera por dónde lo viera, seguía sin gustarle mucho la decisión de su padre.

—¿Acaso me estás maldiciendo?

Una voz ronca detrás suyo hizo que el castaño saltara de golpe, quejándose cuando su muñeca se dobló, ¡mierda! ¿cuándo llegó el mayor a la habitación?

—¿Q-qué quieres? —preguntó sobándose su muñeca, le dolía como el infierno, ¿por qué la mala suerte se empeñaba en seguirlo a donde sea que fuese?.

—En realidad nada, solo me entró la curiosidad al ver que le susurrabas cosas a la almohada ¿tuvieron una buena conversación? —fuera de lo que él esperó recibir como respuesta, se sorprendió al ver los ojitos de Jin cristalizados.

Un poco asustado y confundido se dirigió hacia el menor, quien se encontraba masajeando su mano derecha, soltando jadeos suaves de dolor.

—Espera, déjame ver.

Jin negando, apartó su extremidad cuando Jungkook intentó tocarlo, pero al parecer el mayor no se iba a dar por vencido, sin medir su fuerza y velocidad, Jungkook ya tenía agarrada la mano de Jin, sonriendo ante la diferencia que había entre ambos miembros, su mano era mucho más grande que la de Jin, al igual que más morena. Centrándose en el problema, Kook revisó la muñeca de Jin, al parecer un ligamento había sido movido demasiado rápido que emitió una onda adormeciendo el músculo, nada de que preocuparse. Masajeando su manito, el pelinegro miró a Seokjin, captando toda su atención como el menor se sonrojaba por cuenta nueva. Ya había perdido las veces que lo había hecho en todo el día, el abultamiento de sus labios le hizo parecer demasiado tierno, y entonces un sentimiento se instaló en el pecho del mayor.

Quería besarlo, quería probar el sabor de Jin.

Y estaba dispuesto a hacerlo, pero alguien tocando la puerta se lo impidió, dándole un último masaje a la muñeca de Jin, Jungkook se levantó para dirigirse a la puerta, ni siquiera sé percató cuando Jin se mordió el labio inferior para evitar decirle un simple "gracias"

—¡Kookie! —el delgado cuerpo de su enamorada cayó en sus brazos, recibiendo un chillido de felicidad por parte de esta. —Bebé, perdón por lo de mi papá, sé que querías quedarte conmigo, pero Jinnie intentará llevarse mejor contigo, ¿no es así Jin?

La pareja volteó hacia el menor, quien asintió antes de pedir disculpas y dirigirse al baño todavía sonrojado por lo que había pasado momentos atrás. Ambos se quedaron hablando de cosas triviales, de cuando irían a la playa o cuando harían cosas de pareja.

Con un poco de equilibrio, Jin cerró la puerta sin hacer mucho ruido, sus piernas le temblaban y su piel ardía, aún sin ser capaz de entender por qué ese hombre hizo eso. Tenía que dejar de pensar en él, se sentía asfixiando de pensar solo en el mayor, quería sacarlo de su mente, quería borrar las huellas que con sus enormes manos sellaron.

Recargando su cabeza en el espejo intentó controlar su respiración, no le gustaba que un hombre causara ese tipo de estragos en él, tenía que conseguir novia, lo más pronto posible.

Sin embargo, tenía que ser sincero consigo mismo, nunca sintió atracción hacia las mujeres, siempre le parecieron personas irrelevantes en su mundo, claro que le gustaba hacer lo que se supone solo son para féminas, muchas veces su madre le dijo que un hombre no debe de estar en la cocina, que para eso iba a tener una mujer, para lavarle, cocinarle y atenderle, que su único deber era llevar dinero a la casa, pero él fuera de ser machista, entendía que las mujeres no solo servían para servir al esposo, habían mujeres que habían logrado hacer más de lo que un varón podría llegar a hacer por cuenta misma, muchos hombres decían que ellos eran los únicos que sabían pensar, que las mujeres eran casas en los que ellos depositaban a sus hijos, nada más fuera de la realidad.

—¿Jinnie estás bien?

El castaño salió de sus pensamientos cuando escuchó suaves golpecitos en la puerta, lavándose el rostro abrió la puerta.

—Estoy bien. —le respondió a su hermana.

—No parece, estuviste encerrado por más de 15 minutos en el baño.

Sin darle importancia, Jin se dirigió a su cama.

—Papá dice que tenemos que reunirnos en una hora en el restaurante del hotel, los dejo solos, voy a cambiarme. —dándole un pequeño beso a Jungkook, Ji-eun salió de la habitación.

Suspirando, Jin se levantó para dirigirse a una de sus maletas, después las arreglaría.

Sacó una camiseta negra con mangas cortas, un pantalón suelto y unos zapatos de verano, nada extravagante pero tampoco simple.

Se giró para ver si el mayor estaba ocupando el baño, pero lo que vió nunca se lo habría imaginado, Jungkook llevaba unos shorts negros y un chambray abierto, dejando a la vista su duro abdomen, tan marcado que sus manos empezaron a inquietarse.

—Saldré afuera para que puedas cambiarte. —dijo el pelinegro con una sonrisa, ver el rostro del menor le daba gracia. Era como ver una tormenta en unos ojos tan bonitos.

Apartando la mirada, Jin asintió con un sonrojo en sus mejillas, ver esa piel canela hizo que sus sentidos se descolocaran.

﹫ ꒰ KookJin ⨟ Fake Love ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora