OO5.

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Buscando la mesa en la cual se iba a encontrar con sus padres, Ji-eun se puso a pensar en lo feliz que era hasta el momento: tenía un hermoso enamorado y una familia amorosa.

El cómo conoció a Jungkook se le hacía sacado de una novela. Ver al chico más frío de su universidad, dispuesto a pelear por ella y defenderla fue algo que nunca creyó posible.


[...]

Aumentando sus pasos, la castaña empezó a correr de los depravados que venían persiguiéndola. Sus pies ya le dolían y el oxígeno le faltaba, girando en una de las esquinas se metió en uno de los pasajes que dirigían a los contenedores de basura.

Asustada y cansada, Ji-eun intentó controlar su respiración mientras escuchaba algunas voces masculinas, ¡Jesús! ¿cómo se suponía que saldría de esta?

Sintiendo sus mejillas húmedas, se tapo la boca para no emitir sonido alguno, caminando hacia atrás hasta chocar contra la pared, tenía que haber una forma de escapar, cuando intentó movilizarse hacia la izquierda, la castaña no se percató del pequeño envase en el suelo, por lo que lo pateó haciendo de esta forma que un chirriante sonido resonara.

—¡Aquí está! —gritó un tipo de unos 23 o 24 años, con el cabello oscuro y el rostro casi deformado, su nariz era ancha y sus ojos demasiado pequeños, y sin contar el acné que se depositaba en su rostro.

Casi al borde de la locura, Ji-eun se abrazó a si misma como forma de protección, cerrando sus ojos para no ver lo que esos malditos cerdos le iban a hacer.

—Vamos princesa, solo será un ratito. Un polvo rápido y te dejamos libre, todos ganamos, yo gano, tú ganas.

Soltando gritos de ayuda, Ji-eun intentó escapar de los 4 tipos al frente suyo, no quería que la tocaran, de tan solo pensarlo le daba repulsión.

Observando como estos sujetos se acercaban más, rogó a todos los dioses que algo pasara, o que alguien llegara a ayudarla.

—¿Qué creen que hacen?

Una voz ronca resonó detrás de los tipos, captando la atención de todos los presentes.

Cerca a la entrada de ese pasaje, había un chico pelinegro alto y fornido, mirándolos con el ceño fruncido.

—Eso a ti no te importa imbécil, lárgate de aquí si no quieres salir herido. —gruñó un peliverde con 2 piercing en su nariz y uno en su ceja.

Sin responder, el pelinegro se acercó hacia ellos amenazadoramente, haciendo tronar sus dedos cuando los aplastaba, lamiéndose los labios se paró al frente del más alto, sonriendo como un psicópata.

Y antes de que los 4 sujetos se dieran cuenta, en pelinegro ya había empezado a golpearlos, al primero le dió una patada en su muslo antes de cogerlo de sus cabello y estampar su cara contra su rodilla, al segundo lo lanzo contra la pared para defenderse de los otros 2 que lo había atacado, sujetando a uno por el cuello le dobló el brazo antes de lanzaro en dirección al cuarto, viendo cómo al que había lanzado a la pared se recuperaba cogió una tapa redonda de un bote de basura para tirárselo en el abdomen, cogiendolo fuerte de la muñeca antes de volver a atacar al primero.

Ji-eun veía asustada y sorprendida la pequeña riña, sintiendo su corazón latir cuando el pelinegro que había aparecido para salvarla había acabado con esos tipos.

Sujentándola de la muñeca, el más alto la jaló hacia él antes de salir corriendo, sin mirar atrás ambos corrieron, como alma que lleva el diablo.

—¿Estás bien?

El pelinegro cogió su rostro y la examinó, soltando un suspiro de alivio al verla intacta.

—Y-Yo. —sorbiendo su nariz, Ji-eun se abrazó al fuerte cuerpo del tipo. —Yo tenía miedo de que me hicieran algo. —soltandó más lágrimas se aferró a su héroe, llorando como una niña.

Sorprendido, el pelinegro correspondió al abrazo, sintiendo el dulce aroma del cabello de la chica en sus fosas nasales.

—Me llamo Jeon Jungkook, ¿y tú?


[...]

Soltando un chillido, se tocó su pecho, Jungkook fue hecho para ella.

Al ver a sus padres sentados en la mesa cerca a la ventana, se dirigió hacia ellos. Al ver a su madre, se visualizaba a ella, sentada junto al amor de su vida, junto a Jungkook.

﹫ ꒰ KookJin ⨟ Fake Love ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora