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Cubriendo su cuerpo con la chaqueta que le había dado el rubio, Jin caminó por la calientita arena de la playa. Esta vez sí llevaba puesto el short que su hermana le había regalado, y tenía que decir que no se sentía orgulloso de usarlo. Esa bendita prenda no cubría nada, ni siquiera la pequeña manchita en su muslo. Su mamá le dijo que era una marca de nacimiento que todos los Kim tenían, ella tenía uno igual, solo que en su muslo contrario.

Agradeciendo lo larga y ancha que era la chaqueta, el castaño se sentó debajo de una palmera para que el sol no le cayera. Él no quería llorar de noche por el dolor ni mucho menos quería ver cómo su piel se quemaba.

¿Y ahora que se suponía que iba a hacer? Su hermana lo había botado de su habitación diciendo que buscara a una chica linda, pff! Para lo que le importaba mirar mujeres, mejor estaba la vista en el mar, como las olas iban y volvían, como los niños corrían de acá por allá mientras buscaban cangrejos, como un tipo alto con cabellos rubios  salía del mar con una tabla de surf y su cuerpo todo húmedo.

Sin pensarlo mucho, Jin se levantó de su sitio para ver mejor al tipo. Era él. El chico que le había dado esa chaqueta, el chico que hizo que su corazón diera un vuelco.

No esperó volver a verlo, ya que encuentros como esos solo se daban una vez en la vida, pensó que su único recuerdo iba a ser esa chaqueta que seguía oliendo igual de rico como la primera vez. Sus recuerdos seguían vivos, como esos ojos oscuros lo miraban con un destello en ellos, como sus labios formaban una hermosa sonrisa cuadrada, como su cuerpo se amoldó al suyo, tantos cosas que había sentido en solo un momento, y estaba seguro que solo iba a suceder con una sola persona, con ese rubio que venía caminando en dirección suya, levantando su mano y mostrándole esos relucientes dientes, no sé imaginaba a otro Dios griego aparte de ese hombre.

—¡Hey, SeokJin-shi! —TaeHyung llegó corriendo en dirección al castaño con una sonrisa, mientras dejaba que la tabla de surf cayera al suelo y abrazaba el diminuto cuerpo de Jin.

Había sido una sorpresa para ambos ver que los dos eran de Corea del Sur. Aunque el rubio vivía en Japón desde sus 15.

—Tae-TaeHyung hyung... —ni siquiera cuestionó por qué lo abrazaba, solo se dejó ser, dejó que su corazón tomara el control.

Tampoco se dió cuenta cuando ambos cayeron en la arena por la descoordinación de sus piernas, con el mayor encima suyo. Sus ojos se encontraban cerrados como la primera vez, y eso ante la vista del rubio era lo más hermoso, ver esas pestañas largas y voluminosas adornando las suaves mejillas de Jin, como su naricita se veía más pequeña y sus labios se le hacían más apetitosos, sentir como esas pequeñas manos se aferraban a su dura espalda.

—¿Seokjin? —el mencionado abrió sus ojos al reconocer esa voz, sonaba muy masculina y... molesta. —¿Qué está pasando aquí?

El rubio se levantó de encima suyo antes de ayudarlo a pararse, captando la atención de ambos el pelinegro al frente suyo.

—¿JungKook? ¿Que haces tú aquí? —Jin le agradeció a TaeHyung antes de volver a ver al enamorado de su hermana.

—Vine a buscarte, Ji-eun exageró un poco al echarte de esa forma de nuestra habitación. —Kook miró al rubio antes de alzar su pecho desnudo, y tensar sus hombros, no le gustaba ver a alguien más cerca de Jin.

—¿Y supongo que tú eres...? —Tae avanzó dos pasos alzando la frente, no sé iba a intimidar ante el tipo al frente suyo.

—Yo soy Jeon Jungkook, el com..

—Él es solo un hyung, no te preocupes. Si quieres puedo darte tu chaqueta ahora, como te lo prometí la vez pasada. —Jin se interpuso entre ambos cuerpos antes de empezar a quitarse la chaqueta, dejando a la vista su blanquecina piel y casi todo su cuerpo desnudo. Ambos hombres se miraron antes de volver a ver la piel pálida y delicada del pecho del menor.

¡¿Acaso estaba loco?! No llevaba nada puesto en la parte superior y por lo que veían, se notaba que el short no era tan grande, ni siquiera se podía ver por debajo de la chaqueta.

—¡No! —gritaron ambos, antes de abrazarlo, Jungkook detrás de Jin y TaeHyung al frente, ambos enormes cuerpos cubriendo el del menor.

Aún en estado de shock, Jin miró hacia arriba para ver cómo el rubio y el pelinegro se veían de una forma extraña, soltando un chillido cuando sintió como unos brazos lo abrazaban por atrás, mientras que otros lo jalaban hacia adelante.

—¿Q-qué hacen? —preguntó incómodo mientras intentaba separarse de los cuerpos.

Los dos mayores gruñeron apretando su agarre. Cerrando sus ojos, Jin los golpeó a ambos en el abdomen antes de salir apresuradamente de ahí.

—¿Se puede saber qué diablos les sucede?

Cruzando los brazos, el pequeño castaño chasqueó la lengua sin apartar su mirada.

TaeHyung y JungKook se preguntaron lo mismo, el primero sabía muy bien la atracción que sentía por Jin, pero ¿ponerse celoso? Y el segundo solo desvió la mirada, incapaz de enfrentarse a esos ojitos que buscaban una respuesta que él no podía dar.

﹫ ꒰ KookJin ⨟ Fake Love ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora