OO9.

297 50 6
                                    

Mirando confundida a su enamorado, Ji-eun se cuestionó la razón del por qué Jin había entrado echando humos por todas partes, con el pecho desnudo y el pequeño short todo arrugado. Jungkook por su parte negó sobándose el rostro, exactamente la parte en la que se podía ver la huella de una cachetada.

—Solo dejemos que se tranquilice, después puedes hablar con él. —JungKook sugerió al ver cómo la castaña iba en dirección al baño.

—Pero... —Ji-eun terminó aceptando antes de ir en el pelinegro y abrazarlo, oliendo su aroma, aunque había algo diferente, podía sentir las mezcla de otros dos olores más, sin darle importancia buscó los labios de Jungkook, suspirando cuando esté le devolvió el beso, cerró sus ojos, el sabor mentolado de su enamorado lograba tranquilizarla.

Sin dejar de recordar lo que había sucedido momentos atras, Jungkook siguió viendo la puerta del baño, sin percatarse de como Ji-eun intensificaba el beso. En estos momentos lo que menos quería era sentir el sabor de su enamorada, lo único que quería era derribar esa puerta y explicarle a Jin que no debía dejar que otro hombre lo tocara, que ninguna otra persona si quiera obtuviese su atención.

Negando se alejó de Ji-eun, se sentía enfermo con el solo contacto de la castaña con su cuerpo, está vez ni siquiera el cuerpo de su pareja lograba atraerlo.

—Estoy cansado, necesito dormir, por favor. —el pelinegro se tumbó en su cama, soltando un gruñido cuando otro cuerpo se hundió el la cama. —Por favor Ji-eun, he dicho que estoy cansado, ve a tu habitación.

—Pero puedes descansar, prometo mantenerme callada.

—No, quiero estar solo, ve a tu habitación y mantente entretenida con algo. —retiró la mano de Ji-eun de su cuerpo antes de darle la espalda.

Solo escuchó como la puerta era cerrada con una gran fuerza, luego escuchó como otra se abría y se cerraba de la misma forma. Le importaba poco, lo último que quería en estos momentos era soportar el pesado carácter de Ji-eun, él ya tenía sus propios problemas.

Problemas que no tenían respuesta, y le frustraba el no tenerlas, le molestaba sentirse perdido, no entender lo que estaba pasando, le irritaba verse perdido en un enorme desierto de incógnitas; la primera, lo que últimamente estaba sintiendo por Jin, le cabreaba hasta las pelotas; la segunda, el poco interés que estaba teniendo hacia su novia, la poca paciencia que le tenía, lo mierda que se sentía al pensar en Jin cuando estaba con ella.

Todo esto parecía un estúpido juego de ajedrez, y él no sabía mover correctamente sus piezas para vencer al rey, para poder derribar la barrera que Jin representaba para él, lo que le hacía sentir con solo una mirada, y lo peor de todo, era que estaba volviéndose loco por el hermano menor de su enamorada.

Y eso llegaba a cabrearlo aún más, sentir un enfermo aferro hacia SeokJin, una persona que era 5 años menor que él. No debería sentirse pleno cuando la atención del menor estaba completamente en él, no debería de ser satisfactorio pensar en Jin dependiendo de él, y que solo lograra calmar sus nervios al ver a Seokjin en esa habitación con él supervisándolo.

Le daban ganas de golpear algo cada vez que recordaba como Jin era abrazado por otro hombre. El recuerdo le seguía perturbando, como ese delgado cuerpo era abrazado por otros brazos, unos brazos que no eran los suyos. Soltó un gruñido, sentía su cabeza dolerle.

Además, si lo veía de la forma realista, esto se explicaba con pocas palabras: le gustaba un hombre, y no era cualquier hombre, sino el hermano menor de su enamorada, y eso no cambiaría en todas las veces que se lo repitiera. Viéndolo por cualquier parte era malo, jodidamente malo, pues nunca antes le había pasado, ni siquiera cuando era un adolescente en el colegio. Se podía acostar con cualquier mujer y no le causaba nada, solo hubo una vez cuando se interesó en alguien y se sintió de esta forma, pero al poco tiempo dejó esa enferma atracción, luego cambió totalmente al entrar a la universidad, reflexionó sobre lo que quería ser en la vida, quiso, por primera vez, seguir sus sueños. Esta vez no quiso que su polla decidiera por él, y cambió drásticamente, aunque su fuerza de voluntad llegaba a cansarlo.

Pero finalmente podía decir que había logrado sus metas, en poco tiempo se iba a graduar de la universidad con honores, se había demostrado a sí mismo lo responsable que podía ser, seguía siendo el mismo Jeon Jungkook, solo que ahora mostraba la mejor parte de sí.

Aún así, no podía evitar mentir que la mayor parte del tiempo se la pasaba engañándose a sí mismo. De que siempre ponía en juego su cordura.

Desde la muerte de su madre, a JungKook le fue más difícil sentir. No podía pasar mucho tiempo estancado con alguien, un par de día a lo mucho, y aunque con JiEun se había mantenido mucho más tiempo, sabía que eso pronto acabaría. Que tendría que dejarla a ella, y a SeokJin...

No siempre puedes evitar sentir, hijo. En algún momento entenderás que hay cosas que nosotros no podemos evitar.

La dulce voz de su madre inundó sus oídos. Ella siempre había sido una mujer inteligente y fuerte ante sus ojos, muy fuerte. No sé rindió cuando vio a su padre con otra mujer en la cama que ellos dos compartían, no sé rindió cuando lucho por su custodia, ni siquiera ante la enfermedad que todos los días las carcomía por dentro, siempre estuvo con la cabeza bien en alto, luchó por ella y por él hasta el final. Ella había creado un limbo para ambos, un campo de fuerza para que nadie los dañara. Lo dejó con dinero para su futuro, ella misma destruyó al hombre que alguna vez amó, y todo por él. Al principio se sintió un asco de persona al no valorar lo que su madre hizo por él, y le pedía perdón de la única forma que sabía. Siempre que se sentía de esa manera le abría las puertas de su corazón, dejaba que su madre creara mil y una excusas para que él pudiera aprender de sus errores.

Y ahora volvía a esa época, en dónde no sabía ni siquiera dónde estaba parado, habían mentiras por toda su piel, en momentos como estos se sentía asqueado al recordar su yo del pasado, sonriendo de dolor e hiriendo por buscar la verdad.

Jin... el causante de todo esto era Jin, el chico que seguía metido en ese maldito baño, sin dar la cara por lo que le hacía sentir.

Abriendo sus ojos, Jungkook se levantó de la cama antes de dirigirse hacia la puerta de madera que daba a los servicios higiénicos. Tenía que ser el hombre que decía ser y afrontar las cosas como eran, tenía que dejar de mentirse a si mismo, era hora de arreglar esto.

﹫ ꒰ KookJin ⨟ Fake Love ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora