Los pases del mercado se hacen siempre entre los agentes y abogados de los distintos clubes que revisan todas las cláusulas, la redacción del texto y los ítems especiales de los contratos. Las reglas del Fair Play Financiero establecen ciertas normas a nivel mundial que se deben seguir para nivelar las transacciones, pero a veces, las cosas se complican mucho más de lo que la capacidad humana puede imaginar.
Hay pocos casos, realmente excepcionales, en donde los directivos de cada club deben reunirse para terminar la puja. Como es el día de hoy.
Martín observa el tránsito a medida que su chofer se desliza fácilmente entre los demás autos de Avenida del Libertador. La negociación viene gestándose hace meses y tan solo le faltaba verlo en acción, como sucedió en la cancha de Argetinos hace unos días atrás. Pero claro está, el dichoso 'semillero de cracks' no es fácil de convencer porque por algún motivo u otro, han sido tocados por el dedo sagrado de la fortuna y tienen la suerte de contar entre sus inferiores con algunas leyendas históricas del fútbol argentino. Es lógico entonces que pidan guarangadas de dinero por sus promesas futbolísticas.
Mens sana in corpore sano, reza el lema del club a la entada por calle Tronador.
Demichelis atraviesa los jardines del Polideportivo, en donde se pactó la reunión y varios rostros se giran al reconocerlo. La mayoría saca fotos a lo lejos, temerosos de acercarse, por respeto o simple fascinación. El hombre de River es conducido hasta la oficina del presidente de Argentinos y tras un apretón de manos formal, toma asiento frente a su escritorio.
—Bueno, aquí estamos. —exclama Malaspina, reclinándose en su asiento de cuero con una sonrisa.
Martín asiente con una similar mueca y se cruza de piernas.
—Estás llevando muy bien el club, Cristian. Te felicito, la verdad. Hermosas instalaciones. —comenta el riverplatense.
—Gracias. Pero vamos al grano.
—Como quieras. —Demichelis gira su rostro hacia la derecha para que uno de los dos abogados que lo acompañan se aproxime con el iPad que contiene el contrato— Los términos me parecen perfectos para Diego. Revisamos todo al detalle y estoy totalmente de acuerdo con el tema de los bonos en caso de que gane la Libertadores y salga goleador del torneo. Lo cual sucederá.
Del otro lado del escritorio, el hombre asiente, escuchando atentamente.
—Pero me parece un despropósito que pidas exactamente la misma cifra por Riquelme.
—Imaginé que por ahí vendría el problema. —objeta el presidente de Argentinos.
—Por eso vine justamente, para que me expliques cara a cara cuál es el motivo.
—Mirá, Martín, acá la cosa es muy sencilla. —el hombre junta sus manos entrelazando sus dedos sobre la cuerina de su escritorio— Román es un crack. Lo viste jugar. Por algo te lo querés llevar y sabés que es una altísima promesa. Y en este club, no hacemos diferencias entre cracks.
Demichelis deja escapar una sutil risa y se reclina sobre su silla, negando con la cabeza de derecha a izquierda.
—Cristian, yo entiendo que quieras a tus chicos, pero no son la misma cosa.
—Claro que sí. A los ojos de sus entrenadores lo son. A los ojos de la institución, también.
—¿En serio? ¿Y las lesiones de ligamento cruzado de Román que desaparecieron mágicamente del historial? ¿Se les cortó la luz a los entrenadores que no vieron eso?
La expresión alegre de Malaspina se transforma. Ese dato que se estuvo ocultando y que no sabe cómo llegó a oídos del presidente de River, destruye su discurso. El robusto hombre aprieta los labios y levanta las cejas, intentando disipar la tensión.
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Variante de Cambio (Demichelis x Placente)
أدب الهواةMartín Demichelis es el flamante Presidente de River Plate y busca nuevos talentos para el club. Su interés se centra en dos jugadores de Argentinos Juniors: Diego Placente de 28 años y Juan Román Riquelme de 27. Las cosas se complican cuando algo m...