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. . .Churro Cookie se encontraba arrastrando el cuerpo inconsciente de Matcha Cookie, con una sonrisa en el rostro. Al fin había hecho algo de justicia, y esperaba con ansias preguntarle todo a aquella mujer, buscar por respuestas que no llegaba a encontrar desde que era un niño.
Las imágenes de su infancia junto con el joven príncipe se reproducían en su cabeza una y otra vez. Cada vez que ambos jugaban, su madre venía a interrumpir, para luego mirar a Churro Cookie con odio y llevarse a su hijo. Cuando ambos eran adolescentes fue cuando Herb Cookie empezó a "ignorarlo", pero su madre no, o al menos no por completo, y eso le daba esperanzas de saber algo más. El joven iba a pasa rápido, mientras que la mujer se limitaba a ser arrastrada por él, estaba demasiado débil como para hacer alguna otra cosa.
Después de unos largos minutos de caminata en silencio, ambos llegaron al templo del Gran Árbol, el joven guerrero dejando a la mujer debilitada en el suelo, frente a su juzgado. Animales de distintas partes del bosque se habían reunido para admirar este encuentro, el guardián del bosque aterrizó desde los cielos y apuntó con su arma a la mujer, pero no disparó. Ambas figuras legendarias se acercaban poco a poco a la mujer, el cisne eterno, la cual se veía tan pacífica como siempre, y el sagrado árbol, listos para empezar.
El viento rugía con fuerza, y todo tipo de habitantes del bosque se habían reunido para ver el espectáculo. Millennial Tree levantó su mano derecha, indicando silencio, haciendo que todo el ruido desapareciera, para luego empezar con el tribunal.
—Matcha Cookie, me sorprende que no hayas querido dar marcha atrás después de mi consejo años atrás.
—El árbol me encontró, su señoría, me ofreció mucho más de lo que usted jamás me quiso dar.—Afirmó la mujer, sin ningún tipo de vergüenza en su viejo rostro.
El árbol ignoró las últimas palabras de la mujer y continuó—Veo que la semilla germinó, mujer... Si, mis raíces pueden sentirlo, quiere obstruir mi paso.
Que vil de ti, pensar que mis raíces jamás encontrarían tus intenciones, cuando se extienden más allá de ti y esta isla...
—¿Por qué no me detuviste antes, entonces?—Desafió la mujer—Si siempre viste que estaba detrás de mi, no tendrías problema alguno en haber detenido años antes, antes de que la semilla comenzara a germinar.
El guardián podía sentir sus músculos tensarse y su fuerza agudizarse en su flecha, la impotencia que está mujer le causaba, no se la deseaba a nadie. Al darse cuenta de lo que estaba a punto de hacer, tomó un fuerte respiro e intentó relajarse.
—Yo veo las cosas como tú jamás podrías o podrás verlas, mujer... Tu hijo, el también tiene su propia semilla, pero la suya germinó gracias al dolor, mientras que la tuya... Germinó gracias a la envidia, el deseo de poder, la avaricia. El dolor se convirtió en su arma, mientras que a ti, tu propia arma te controla.
El cisne al lado del gran árbol soltó una pequeña risa, haciendo que la atención fuera hacia ella.—Discúlpenme, pero ser manipulado por su propia arma suena muy gracioso...
Millennial Tree Cookie simplemente se aclaró la garganta y continuó: —¿Tienes algo que decir a la audiencia, antes de que decidamos tu castigo?
—Si, tengo algo que decirle a alguien aquí.
La mujer volteó su cabeza hacia Churro Cookie, soltando pequeñas risas burlonas, las cuales sólo alimentaron su odio aún más.—Tonto, tonto, tonto niño... No pierdo nada más en admitir lo que tu tanto quieres oír...
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Flowers.
FanfictionSparkling Cookie ha sido víctima de un robo, pero sus asaltantes decidieron darle un toque más único a su crimen, tirándolo a un pequeño bote en la playa y mandarlo a su suerte por el mar. Si no fuera por una galleta especial, el no estaría vivo, y...