Rubia Oxigenada | Danilo Sánchez

⁰⁰⁴ 𝑶𝒋𝒊𝒕𝒐𝒔 𝑨𝒛𝒖𝒍𝒆𝒔

La noche anterior le había pedido a mí papá que me despertara a las seis de la mañana, eso hizo.

Me levanté de mí cama todavía un poco dormida, emocionada y con nervios.

Agarre una toalla y me fui a bañar, cuando salí vi a mí hermana en la silla desayunando y  casi dormida, por lo que decidí asustarla.

-BU! Dije mientras la agarraba de sus hombros.

Ella me miró sin hacer ninguna expresión, hasta que después reacciono y me empujó.

-Sali de acá pajera. Y se fue a acostar a su cama.

-Nena acordate que tenés que ir al colegio, cambiate! Le grite para molestarla, me encanta hacer eso.

Me fui a mí pieza y me saque la toalla del pelo para cepillarlo.

Decidí ir con el pelo suelto, pero por las dudas me puse una colita en mí muñeca.

Me pare a elegir mí ropa, estaba re indecisa, pero al final opté por ponerme un pantalón de jean medio suelto y una remera cortita, parecida a un top.

Apenas me cambié me fui a desayunar, mí papá me hizo te negro y para comer compro galletitas de agua y manteca.

Apenas termine de desayunar me lave mis dientes, mí hermana igual. Estaba pensando y me acordé que no me pude rimel. Así que apenas salí del baño me dirigí a mí habitación a hacerlo.

Aby y yo agarramos nuestras mochilas y nos subimos a la camioneta, con mí papá.
En el camino estuvimos charlando un rato, para sacar los nervios.

Habíamos llegado, que miedo.
Sentí esa sensación de qué se te revuelve toda la panza. Antes de bajarme mí papá me dijo en que salón me tocó, 4to A.

Yo entré y vi a mí prima Mariela después de mucho tiempo. Ella me vio y grito.

-LARAA!  Feliz vino corriendo a mí y me abrazo, yo correspondi obviamente.

-Te extrañe un montón boluda. Le dije a mí prima mientras le daba un beso en su mejilla.

-Yo también Laru.

Cómo llegamos un poco temprano empezamos a charlar un rato, hasta que llegó una amiga de Mariela, le dijo que vaya con ella, antes de que pueda irse, la llamé.

-Mari.. Sabes dónde queda el salón 4to A?

ella me dijo que si y me señaló cual, nos despedimos y entre. No había casi nadie.

-Vos sos la nueva, no? Yo soy el maestro.

-Hola. Sisi.. Respondí con nervios.

-Bueno, anda a sentarte allá, en la penúltima fila. Me señaló, yo asentí con la cabeza y fui.

Puse mí mochila colgando de la silla y me senté. Tenía unos nervios que uffffffa

Estaba mirando para mí lado izquierdo, habían dos chicas qué me miraban con cara re de orto y se reían entre ellas. Unas ganas de llorar me agarró.

En un momento siento una mano en mí hombro, me di la vuelta asusta y era Danilo, que se cagaba de risa.

-Qué onda chetita. Me saludo mientras su risa disminuía

Yo revolee mis ojos y sonreí.

-Bien, vos? Pregunté mientras miraba a las chicas de hoy, que tenían la misma cara de orto, no me despegaban un ojo de encima.

-Bien, bien. El vio cómo miraba a las pibas esas y me volvió a hablar.

-Ni bola le' de' a esa' culo roto. Me hizo reír.