Me desperté asustada al escuchar a mí papá golpear la puerta desesperado.
-LARA! ABRIME YA, PENDEJA DEL ORTO!
Me asusté más ¿Habré hecho algo? Apenas me pregunté eso mire hacia mí costado, donde se encontraba Danilo.
Me agarré de los pelos, todavía escuchando como mí papá intentaba abrir la puerta.
-Che! Danilo, despertate! Susurré en un leve grito.
El no se despertaba y yo me empecé a desesperar, así que le pegué una cachetada.
Porfin se despertó, pero desesperado. Antes de que me diga algo le tape la boca y le hice una seña de silencio, para que no hablara.
-Veni, dale, ya! Le volví a susurrar, para agarrarlo de la remera y llevarlo a la ventana.
-¿Qué hace' loca? Me preguntó el, por suerte mí papá grito, espero que no lo haya escuchado.
-Andate boludo, te tenés que ir. Te caga a palos mí papá si te ve, andate. Volvi a susurrarle.
-Pero no me quiero i'. Empecé a desesperarme demás, el tarado no se iba y yo no sabía que hacer.
-En serio Danilo, por favor. Andate, te lo pido, por favor. Eu, dale, Porfa. Estaba muy desesperada, mí papá es capaz de tirar la puerta de un portazo y cagar a palos a Danilo.
-Bue, ni do' minuto tranquilo' podemo' e'tar. Coso, acordate de i' al partido. Me dio un beso en los labios y abrió la ventana suavemente para irse, me tranquilice al saber que no le va a hacer nada.
-LARA! PENDEJA DEL ORTO TE VOY A MATAR!
No pude ver si Danilo bajo bien porque me percaté de mí papá, así que corrí a abrirle. Apenas lo vi quería putearlo hasta por lo más mínimo, pero no lo hice por miedo.
-¿Porqué cerraste con llave? ¿Eh? RESPONDEME PENDEJA DEL ORTO!
-Nada, quería cerrarla nomás. Le respondi con los ojos llorosos y mí voz entre cortada.
-La próxima que lo vuelvas a hacer te dejo sin comer por cuatro meses!
¿Y? Total si no como, mejor por mí. Eso queria decirle, pero no le respondí.
-Dios, una bronca me das pedazo pelotuda! Unas ganas de cagarte bien a palos hasta que te mueras!
Dicho eso se fue de mí habitación y se encerró el en la suya. Volví a la ventana para ver si el Uru seguía ahí, pero no logré ver nada, así que me fui a bañar para despejarme un poco.
[...]
Estábamos mí hermana, mí papá y yo comiendo.
-¿Hoy puedo ir a ver a mis amigos a All Boys? Rompí el silencio que había entre los tres.
-¿Para? Respondió mí papá mirándome con la boca abierta y una ceja levantada.
-Y para ver a mis amigos, te acabo de decir. Le dije obvia.
-Bueno nena, no me subas el tono a mí, eh. Y si, andate un rato de está casa así nos das paz a aby y a mí.
Me sentí bien pero mal al mismo tiempo, ¿Quien me entiende?
Después de comer fui a mí ropero para ver la ropa que me iba a poner, hacía calor así que elegí esto:
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