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Dieron las 2:30, Lucifer cerró el local y corrió fuera a su casa, llegando a las 2:40, sin tardar tanto se cambió la ropa, se puso algo liberal, solía vestirse con clase debido a que venía de inglaterra, así que se puso una camisa de manga larga suelta blanca con un corsette negro que se acoplaba a su figura, una bermuda blanca por debajo de sus rodillas, se puso unas botas negras que al hacer presión con la bermuda le daba un toque inflado, las botas lo hicieron ligeramente más alto, tomó un sombrero para el sol, tomó una bolsa pequeña, suficiente para meter el bloqueador solar, unas ganas de sol, dinero y un pañuelo blanco, y ya estaba listo, solo aplicó bloqueador solar y salió de su departamento.
A las 3:03 ya había llegado al lugar, jadeando y con sus mejillas rojas por la actividad física que había hecho, al llegar pudo ver al castaño, iba vestido con una camisa color vino, con tela delgada y un pantalón negro, incluyendo sus zapatos negros con un poco de tacón, que hacía que lo que Lucifer creció con las botas volviera a reducirse ya que Alastor creció más con esos zapatos, sus característicos lentes y su gran sonrisa, notó la presencia del más bajito y lo miró con una sonrisa
—¡Perdón la tardanza! No tenía tanto tiempo para arreglarme pero eso no significaba venir feo—
Rió nervioso, recuperando la cordura manteniéndose recto, mirando a Alastor
—No se preocupe mi estimado, estoy seguro que arreglado o no, se verá bien—
Lucifer sintió su cara arder y se aclaró la garganta, solamente diciendo un "gracias", se posicionó al lado de Alastor mirándolo de reojo
—¿A dónde vamos ahora?—
Alastor no tardó mucho pensando, así que pronto comenzó a hablar mientras caminaba
—Bueno, en realidad tengo muchos lugares en mente. Iniciaré con un café de una querida amiga mía, por mientras te contaré cosas de este gran lugar—
Lucifer asintió emocionado, parecía un niño aunque tuviese 22 años, Alastor solo sonrió y comenzó a hablar
—Nueva Orleans es muy lindo, encontrarás gente agradable y algunos que no, ¡Como en todos los lugares! Aunque si sabes que caminos recorrer y cuáles no, créeme que todo se te facilitará— Lucifer ladeó la cabeza con curiosidad y asintió en respuesta para que continuara hablando —Los callejones se especializan por diferentes cosas, cada callejón se especializa en algo. El que estamos tomando es el normal, dónde la gente "normal" camina, el segundo es de la magia negra, vudú y esas cosas, Nueva Orleans es muy bien conocido por la magia que se presenta aquí, pero no te dejes engañar querido, la mayoría son farsantes— Inclinó su cabeza con una sonrisa al decir esto, pues podía notar que el más bajito era curioso, ya que sus ojos se movían con velocidad a todo, viendo absolutamente todo e incluso asomándose ligeramente para ver a lugares —El tercero es dónde ocurren robos, tráfico de drogas u armas, son hóstiles. El cuarto comienza lo turbio, asesinato, tráfico de temas más... especiales como órganos, carne, etc, y el quinto, último pero no más importante es donde hay secuestros, violaciones, torturas, canibalismo, ¡Todo eso!— Hablaba con tanta naturaleza que en cuánto volteó a ver al bajito pudo notar su piel pálida y su rostro perplejo, como si hubiese visto u oído lo peor del mundo —Pero no me mal entiendas queridito, nunca entrarás a esos lugares, gracias a mí, sabrás por dónde ir—
