Dragón Ball (borador)

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En la inmensidad del universo puenen encontrara grandes y bastos cúmulos de estrellas. Estrellas tangrades que ningún planeta pudiera compararse. Y entre las miles de millones de estrellas muchas de ellas se encuentran rodeadas de planetas. Por un simple cálculo matemático de probabilidad se demostraba que en unos de los millones de mundos había vida.

En un planeta solitario de belleza y mares verdes se encontraba flotando al rededor de su estrella madre. Las condiciones eran propicias para la vida demostrando la calidad de la vida para encontrá un camino a sus existencia.

Pero la probabilidad de que la vida existirá en más de un planeta se había echo presente. Otra pequeña probabilidad tambia se había echo presente. La invasión de un planeta por parte de otra civilización.

Las explosiones estallaban sobre los extraños edificios del planeta. Sus cielo amarillento del medio día fue liberado de las nubes azules que se había pronosticado para este día. Las explicaciones habían causado esa dispersión del las nubes.

¡Boom!

Un gran estallido había causado que las ventanas de los edificios cercanos a la explosión se destruyeran por la reberberacion del aire. Los edificios que se encontraban en las cercanias del impacto cayeron cuando una gran parte de su primeros pisos fueron desintegrados. La lluvia de energía de alta intensidad había caído sobre la ciudad destruyendo todo a sus alcance.

De las explicaciones grandes edificios cayeron provocando nubes de polvo y humo que oscurecian la ciudad. El terror era una prevencia tanjible cómo la misma cortina de olivo sobre las personas.

Pero el polvo que oscurecian las cayes se disperso ante la onda de impacto. Dos figuras humanoides chocaron entre si en una demostración de poder puro. Una cantidad de energía estallo alrededor de sus cuerpos antes de volar sobre la ciudad en una persecución aérea.

Golpes que traían consigo la fuerza para demoler el montañas fueron lanzados uno contra el otro. Los puños chocaron contra la craner causando daño aunque no el esperado ante un cuerpo de carne. Pero eso debía de ser obvio si esos mismos cuerpos podían producir tanta fuerza detrás de cada golpe.

La figura más pequeña que vestía una armadura de grandes hombreras golpeó el estómago del la criatura azul con fuera. Seguido por una explosión de poder que mando al gigante de piel azul lejos de los civiles.

Los habitantes del la ciudad habían comenzado una evacuación de emergencia. Los seres algo peqeños de un poco más de un metro y medio subían a sus vehículos o corrían tan rápido como podían. No parecían ser muy abtos físicamente pero lo compensaban con su intelecto e invenciones. Sus vehículos parecían poder volar y algunos contaban con lo que parecían ser votas voladoras que les permiten saltar muy alto. Todo estos inventos les había permitido escapar o protegerse de la mayoría de los daños menores.

Estruendos de velocidad rompieron la barrera del sonido. Máquinas de cuatro puntas parecidas a estrellas habían entrado a la refriega. Las poderosas máquinas de guerra habían venido a ayudar con la invasión.

Las naves que eran increíblemente rápidas desplegaron sus puntas aladas como libélulas y ahora eran más móviles. Esta modalidad les permitía una mayor control y maniobrabilidad. Algunas otras naves habían caído al suelo con dos piernas y torretas en sus costados. Todo este armamento altamente tecnológico se usaba contra extrañas criaturas que habían salido de la nave invasora. Un grupo variado de criaturas o especias diferentes había llegado a sus planeta con las peores intenciones.

Lo que parecía ser un bípedo de lagarto con armadura extendió uno de su brazo con lo que parecía ser una rama en ella. Un extraño guante pistola lanzó poderosos rayos de energía que podían destruir las máquinas pesadas siempre que golpearan el centro de las mismas. Otros daños eran resistidos por las máquinas aunque aun gran costo.

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