𝒗𝒊𝒊𝒊; fortaleza en la debilidad

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CAPÍTULO OCHO

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CAPÍTULO OCHO

"FORTALEZA EN LA DEBILIDAD"

ARABELLA ESTABA DISPUESTA A SEGUIR CON SU VIDA NORMAL, quién pensaría que aquello sería tan complicado de conseguir cuando Elijah no había pasado más que unos días a su lado

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ARABELLA ESTABA DISPUESTA A SEGUIR CON SU VIDA NORMAL, quién pensaría que aquello sería tan complicado de conseguir cuando Elijah no había pasado más que unos días a su lado.

Su vida había girado últimamente en hacer una cantidad insana de postres que Carol luego tenía que regalar por el pueblo porque nadie en su sano juicio comería tanto dulce en tan poco tiempo, y tratar de enseñar a Tyler las cosas más básicas sobre la licántropia, pese a que estaba segura que todavía existían un par de cosas que estaba segura que desconocía.

Últimamente el mínimo esfuerzo la cansaba tanto como si hubiera renovado su nueva edición de carreras contra conejos, y el dolor en su pecho no había desaparecido ni un segundo. Y aunque no se lo había mencionado a nadie, pensando que se trataba de algo mental y que si le restaba importancia desaparecería, empezaba a preocuparla de alguna forma.

Elijah le había dicho que ahora que se encontraron, ella no tenía que temer por morir y renacer una vez más, pero ahora que él se había ido, Arabella no sabía si aquello cambiaba las normas del juego y sus síntomas no eran más que consecuencias de la distancia de su compañero, y su más que próxima e inminente muerte.

—¿Sabes? —escuchó a su sobrino hablar, lo que la saco de sus pensamientos—. Cuando Mason mencionó que te gustaba hornear, olvidó decirnos que una vez que empiezas nada puede detenerte. —murmuró Tyler mientras miraba a su tía mezclar violentamente una crema.

—Estoy estresada y tengo mucho tiempo libre —se encogió de hombros la castaña, limpiando sus manos con el delantal de cocina que había conseguido en un viaje de compras—. Además, le prometí a Carol que me encargaría de los bocadillos para la reunión de hoy.

Arabella siempre había tenido mucho tiempo libre, incluso desde jóven. Nunca había necesitado de un empleo, su familia siempre había sido demasiado adinerada y nunca había tenido que preocuparse por eso, por lo que la Lockwood siempre estaba buscando actividades que hacer para distraerse.

Con Mason eso nunca fue un problema, él los llevaría a escalar montañas, pintar murales, jugar algún deporte y sus ridículas clases de yoga, o simplemente conocer un nuevo estado en viaje en auto solo por diversión, pero ella ya no estaba en ese momento de vida, y aunque sabía que podría intentar disfrutar por sí misma de esas mismas actividades, no sentía que fuera correcto abandonar a su sobrino con todo lo que le pasaba.

¹HAVE MERCY ON ME; MIKAELSON BROTHERSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora