|| One - Shots || Esteban x Francisco ||

♡5♡

'Cause I knew you were trouble when you walked in
So shame on me now
Flew me to places I'd never been
'Til you put me down, oh

I Knew You Were Trouble - Taylor Swift

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Yo era el típico nene de casa, el que nunca salía, leía libros de ciencia ficción, nunca causaba problemas y tenía las mejores notas de toda la escuela, y de repente, ahora estaba en una reunión criminal ilegal con apenas 17 años.

Miraba como dos hombres estaban golpeándose hasta el punto de sangrar y romper los huesos de su oponente. Odiaba ese lugar, el pleito sin justificación y ver a la gente sufrir no me caía nada bien, quería irme de ese lugar y volver a mí casa, a mi vida. Eso haría, tomé mi abrigo y caminé hasta la salida, hasta que escuché su nombre.

" ¡Esteban Kukuriczka subiendo a la pelea! "

¿Esteban? ¿Peleando? ¡Mí novio estaba por entrar a una pelea ilegal! 

Volví a entrar al lugar para acercarme al escenario solo para encontrarme  a Esteban preparándose para pelear, no pude detenerme y le hice señas para que bajara del escenario y se acercara a mí, el bajó un momento y se acercó con una sonrisa. 

- ¿Qué pasó mi amor?- mi cara lo decía todo, no quería que saliera lastimado- 

- Me quiero ir, no quiero que te cagues a trompadas con un tipo que parece sacado de una peli de terror- me miró y solo comenzó a reírse- 

- Amor...- me acarició el rostro, yo solo toqué su mano con miedo de no poder volver a tocarla nunca más- Soy un profesional, voy a salir intacto- no podía creer lo que me estaba diciendo- 

- ¿¡Pero cómo vas a ser un profesional!?- por primera vez, le grité- ¡Apenas cumpliste los 20 hace cuatro meses!- su cara de amor de repente desapareció, y ahora solo me miraba con aburrimiento- ¿Te divierte hacer daño...?- 

- No, solo es mí forma de desahogarme- ese no era mi novio...- No le hago daño a nadie- 

- ¿No te das cuenta? Me haces daño a mí... - no quería seguir hablando, sentía las lágrimas bajar por mi rostro, me sentí horrible- 

Me sentía alguien estúpido, sabía que Esteban era un problema desde que entró al salón de clases, desde que lo vi sentí que el era la persona que había estado esperando desde hace tiempo, su forma de hablar, como me trataba, sus cumplidos y su desprolijidad me cautivaron al instante. Pero ahora sentía vergüenza, no de él, sino de mí, por haber sido tan iluso. 

Me fui del lugar tratando de tomar un micro que me llevara a mí casa, pero no sabía manejarme solo por la calle y menos a altas horas de la noche donde cualquiera podía robarme, golpearme o hacerme cosas peores. Apenas encontré una parada me quedé esperando un micro el cual, supuestamente, llegaba hasta la entrada de mi casa. Pero no me di cuenta que estaba solo. 

- ¿Un nene solo en la calle?- pegué un salto mirando atrás, había dos chicos encapuchados que no parecían pasar los 25 años- 

- Es un regalo- de repente, mí cuerpo empezó a temblar- 

Ambos chicos me arrastraron hasta un callejón algo lejos del lugar, traté de gritar pero no pude, tenían sus manos en mi boca para que no pudiera pedir ayuda. Estaba asustado, no quería terminar desaparecido esa noche solo porque esperaba el transporte para volver a mi casa.

Cuando llegamos al callejón me tiraron al piso y empezaron a robarme todo lo que tenía, agradecí que después se fueron y no me hicieron nada más. Salí del lugar aliviado pero también asustado, me habían quitado todo y ahora no podría volver a casa. No tenía otra opción más que ir caminando, ya que, no me dejarían subir al micro sin pagar el pasaje.

Empecé a caminar mientras lloraba, esta noche iba de mal en peor. Doblé en una esquina y lo que vi fue de película. Esteban estaba matando a golpes a aquellos dos chicos de antes. Hoy pasaba de todo. 

- No voy a dejar que te hagan eso- me devolvió mis cosas y me llevó a su auto, dejando a los chicos atrás, desangrándose- 

- ¿Cómo sabías?- era como si hubiera aparecido por arte de magia- Vos estabas peleando, no pudiste terminar tan rápido- 

- No quise pelear, no te iba a perder de esa manera- 

Sus palabras lograron calmarme, el si me amaba, y eso me tranquilizaba. No me dejaría tirado a mi suerte. Al fin y al cabo, no todo con Esteban eran problemas, problemas y más problemas. 

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