Ha pasado un tiempo desde la última vez que nos hemos visto. ¡De nuevo aquí, Kimigawa Mamiko!
Recientemente me estuve sintiendo muy mal por la sobrecarga de trabajo que estuve teniendo, y debido a esto, me pedí unos días de vacaciones para poder descansar e ir a hacerme unas revisiones médicas, pues estaba empezando a preocuparme demasiado por mi propia salud.
Siendo totalmente honesta, estuve asustada; quizás demasiado. Hubo un punto en el cual empecé a vomitar lo que comía, y temí que fuese algún síntoma de una enfermedad muy grave. Afortunadamente, solo eran los efectos secundarios de beber tantas bebidas energéticas para trabajar toda la noche sin descanso, acarreado también por una gran presión en la oficina. Era básicamente un infierno.
Seguramente se estarán preguntando, ¿por qué trabajas allí, si te estás matando lentamente en el proceso? Principalmente por la gran paga que me estaban dando. Sin embargo, y a pesar de recibir una gran ganancia por ello, mi salud se ve involucrada, y está empezando a pasarme factura.
"Quisiera dejar ese trabajo de mierda..." Me decía mientras suspiraba en mi cómoda y suave cama, forrada con un edredón muy suave y cálido.
Hacía un buen rato desde que no podía dormir cómodamente y, pensándolo bien, era un milagro que accediesen a darme dichos días de vacaciones, a cambio de horas extra en el trabajo apenas volviese.
Supongo que vale la pena...
Pensaba, en lo que mi mente se hacía más pesada, y caí dormida profundamente. Una vez pasaron unas largas horas de sueño, me levanté casi a las 12:00 P.M., soltando un gran bostezo.
Mientras aclaraba mis pensamientos, me levanté para ir por el desayuno que haría mi querido hijo... O bueno, hija, Ryu-chan. Sin embargo, no había nadie en casa aparte de mí.
¿Dónde se habrá metido Ryu-chan?
Me pregunté mientras sacaba algo de jugo de naranja del refrigerador, el cual era el favorito de Ryu-chan, y también el mío.
Pensé un poco sobre dónde podría estar, y me preocupé un poco, hasta que recibí un mensaje de su parte, donde decía que se encontraba en casa de Takahashi-kun. Me extrañó, ya que no había mencionado algo como eso cuando le vi el día anterior apenas llegué a casa. Supongo que el cansancio me hizo ignorar cualquier comentario que me pareciese irrelevante.
Estando más tranquila, decidí pasar el resto de mi día descansando y disfrutando de mi tiempo libre; más tarde, recibí otro mensaje de Ryu-chan, el cual me dejó pensando.
"Ya estoy volviendo a casa. Atsushi viene conmigo. Necesitamos hablar." Decía el corto mensaje, a lo que me sorprendí un poco. ¿Takahashi-kun vendría de visita? Esa pequeña idea me emocionaba un poco, pues aquel chico era bastante agradable. Lo raro era eso de "necesitamos hablar". Eso sonó inusualmente serio. Sea como fuese el caso, pensé que se trataría de algo importante, por lo que empecé a prepararme mentalmente para afrontarlo... Y también empezaron a darme ganas de comer, por lo que me decidí en cocinar.
Había pasado un tiempo desde la última vez que me preparé algo para mí misma, pues la comida siempre era preparada por Ryu-chan, lo cual empezaba a extrañar un poco. Aunque, por mi descuido y el haber enfocado mi mente en otra cosa, terminé arruinando todo, por lo que me rendí y me tiré en el sofá, derrotada. "¿Desde cuándo me convertí en una inútil?" Me dije suspirando, y continué "Bueno, qué se le va a hacer." Me recosté nuevamente, todavía hambrienta, y con la mente llena de dudas.
Seguí dándole vueltas a aquel asunto del que querían hablar, mientras me disponía a escuchar lo que tenían que decir. En cierto modo, me hizo recordar a mi fallecido esposo, cuando conocimos a sus padres. ¿Podría ser que Takahashi-kun haya decidido pedir la mano de Ryu-chan? Solo pensar eso me emocionaba un poco. Del mismo modo, el recordar esas cosas trajo algo de nostalgia a mi mente; y pensar que ya estaba cerca de terminar mis treintas, y todavía estaba indecisa sobre qué rumbo tomar a partir de ahora que tengo tiempo libre para mí.
Aún con todo esto, y con algunas cosas rondando por mi incomprensible mente, solamente pude escuchar el rugido de mi hambriento estómago, mientras me enrollaba como una bola de pelos en el sofá.
Qué hambre...
Me quejé, y solamente contemplé mi propia incompetencia con una sonrisa, y unos ojos lagrimosos, pareciendo una niña.

ESTÁS LEYENDO
GenderSwitchs Vol. 6 (Español)
Teen FictionLa temporada de primavera se aproxima, ¡y muchas nuevas emociones surgen! Las elecciones del consejo estudiantil se acercan, lo que provoca la aparición de un nuevo acompañante. Y... ¡¿Atsushi está en problemas?!