🎀│𝐒𝐈𝐂𝐊 ── 𝐼 𝑗𝑢𝑠𝑡 𝑤𝑎𝑛𝑡 𝑡𝑜 𝑓𝑒𝑒𝑙 𝑎𝑙𝑖𝑣𝑒 ིྀ
➥La vida de Natasha Forbes era demasiado aburrida. El lidiar con una enfermedad desconocida era duro. Y por mucho que intente disfrutarla, no podía, no lo lograba. Quería u...
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❝∘₊✧───𝑀𝑎𝑠𝑐𝑎𝑟𝑎𝑑𝑎❞
NATASHA SE PREPARABA PARA LA MASCARADA. Después de rogarle a su madre que la dejara ir y decirle que Caroline la cuidaría, esta acepto.
La rubia estaba emocionada, se sentía bien y eso le alegraba un montón.
Se colocó su vestido, metió en su bolso sus medicamentos, inhalador y unos pañuelos. Salio de su habitación y bajo para encontrarse con Caroline, quien también ya se encontraba vestida. Las dos se dirigieron a la Mansión de los Lockwood. Al llegar, las dos se separaron, Caroline le dijo a su hermana que iba a buscar a Matt y con eso desapareció. Natasha a los lejos vio a los hermanos Salvatore, quienes al verla parecieron confundidos.
—¿Qué haces aquí, Tasha? —preguntó el ojiazul con confusión.
—Bueno.. después de practicamente rogarle a mi madre que me dejara, al fin aceptó—-la rubia sonrió feliz.
—¿Elena llegó? —preguntó, pero sin darles tiempo a responder la humana se alejo en busca de esta.
Al entrar a la Mansión, se encontró con su novio; Thomas, quien estaba hablando con una chica que Natasha no conocía.
—¿Thomas? —Le preguntó acercándose.
Este rápidamente borró su sonrisa y se alejo de la chica— Nat, amor. ¿Qué haces aquí?
—Al fin pude convencer a mi madre que me dejara venir -—e respondió la rubia con emoción.
—Sí, pero a mi no me preguntaste nada —el castaño se estaba enojando- Encima mira lo que llevas puesto, pareces una cualquiera.
Tasha alzó ambas cejas— ¿Disculpa? No tengo que preguntarte nada, ya lo hablamos.
Su novio agarro su brazo y la llevo hasta un rincón— Eres mi novia, Natasha. No puedes hacer lo que tu quieras y vestirte como una zorra.
Natasha lo miró sorprendida, sus ojos estaban levemente cristalizados. Ella se sentía bonita con este vestido, no una zorra. Iba responder, pero una tercera voz la interrumpió— ¿Esta todo bien por aquí? —ambos se dieron vuelta y vieron a Elena, quien miraba fijamente a Thomas.
—No, esta todo bien. Puede irte —respondió un Thomas seco.
—Le estaba preguntando a Nat —miró a la rubia, quien asintió suavemente.
