Tanabata

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Oigo como suena la alarma por lo que me levanto para ir a la misión que me mandó el hokage ayer. Llego al punto acordado para llevar a la shinobi de kirigakure al hotel, pero al ver que no está me respaldo en un árbol para esperarla. A los diez minutos...

- ¿Itachi, eres tú? – me dice una voz femenina.

Al abrir los ojos me encuentro con una chica de mi edad de cabello blanco largo con reflejos azules y con unos ojos rojos que me miran con sorpresa. La verdad es que había que admitir que ya no era una niña sino una mujer.

- Hmp – le respondo alegre al verla aunque lo disimulo.

- Sí, no cabe duda de que eres tú – me dice con una sonrisa – supongo que tú eres el shinobi que me tiene que acompañar a la fiesta – dice entusiasmada.

- Sigues siendo una molestia – le digo, pero me arrepiento al momento.

- Así que sigues pensando eso de mí, tranquilo no hace falta que me acompañes, le diré al hokage que sí lo hicistes – me dice apenada mientras se va corriendo.

Estuve dos horas buscándola ya que no me había dejado terminar de hablar porque yo en realidad le iba a decir que no me importaba ir con ella aunque fuera una molestia pero se fue corriendo sin escucharme. Cuando la encontré estaba hablando con un chico que no había visto nunca en mi vida. Tenía el cabello negro y unos ojos azules. No se dieron cuenta de mi presencia por lo que me escondí en la esquina.

- Y cómo es que esta hermosa chica no va con nadie a la fiesta – le dijo con una sonrisa, por lo que me enojé.

- Bueno pues... yo iba a ir con un chico pero se ve que le molestaba, por lo que le dije que no hacía falta que me acompañara y me fui corriendo – le dijo triste.

- Que estúpido debe de ser. ¿Te gustaría ir conmigo a la fiesta de... - pero no llegó a terminar porque cogí de la mano a Nami y me la llevé a un lugar apartado.

- ¿Pero que haces Itachi? – me gritó pero al mirarme se quedó muda – tus ojos... - me dijo asustada.

Estaba tan enfadado que no me di cuenta de que había activado el sharingan.

- Te prohíbo ir con ese chico y con cualquiera otro que no sea yo - le dije furioso.

- Y quien te crees para mandarme – me gritó enfadada, cosa que me gustaba ya que se veía mona.

- Quien te va a acompañar a la fiesta molestia  - le dije celoso para después darle un beso sin poder evitarlo.

Me di cuenta que era la primera vez que besaba, cosa que hizo subir mi orgullo al saber que yo era el primero ya que si alguien si quiera la rozara lo mataría. El beso era torpe e inexperto pero sus labios eran suaves y finos, demasiados apetecibles como para no hacerse adictivos a ellos. Una vez que terminó el beso...

- Te espero a las diez en el hotel – le dije rápido para después salir corriendo hacia mi casa un poco confuso al no saber porque la había besado. Cuando llegué a casa mi madre estaba haciendo la comida.

- Mama, ¿dónde está papá? – le pregunté.

- Esta durmiendo porque ayer vino muy tarde de la misión y estaba muy cansado por lo que no lo he despertado aún – me dijo - ¿qué necesitas?

- ¿Qué le vistes a papá? – le pregunté mientras ella se giraba para mirarme con una sonrisa.

- Bueno pues aunque no lo creas tu padre en verdad es tierno aunque no lo aparenta – me dice riendo - lo que me gusta pues fácil, me gusta tal y como es, con sus virtudes y sus defectos. Tu padre a veces puede ser serio, egocéntrico, engreído, malhumorado, sobre protector, temerario... pero a pesar de todo eso, lo sigo amando con toda mi alma – me dice con una sonrisa.

- ¿Pero cómo sabes si le gustas? - le pregunté.

- Sabrás que le gustas si cada vez que te mira le brillan los ojos y le sacas una sonrisa cuando hablas – me dice mientras se acerca y pone en mi mano un collar con el emblema Uchiha.

- Este collar me lo regaló tu padre cuando me pidió salir significa que quien lo lleve será la nueva señora Uchiha – me dijo, por lo que me avergoncé.

- Pero si yo... - le dije.

- Dáselo si crees que es la indicada – me dijo mientras me sonreía.

- Gracias mamá – le dije para después irme a mi habitación a pensar.

El resto del día pasó sin ninguna novedad. Cuando tocaron las nueve y media me duché y me puse la yukata negra con el emblema Uchiha en la espalda que me había comprado. Una vez que terminé fui al hotel donde residía Nami. Cuando llegué pregunté por ella y me dijeron que la avisarían de que ya había llegado. Cuando bajó me quedé embelesado viéndola. Llevaba una yukata negra con tonos azules y el pelo recogido en un moño dejando caer dos mechones rizados por cada uno de sus mofletes.

- Hola Itachi – me dijo mientras se sonrojaba a no más poder, se veía realmente hermosa.

- Hola – le dije mientras agachaba la cabeza en señal de saludo.

Paseamos por toda la aldea mirando y participando en los distintos puestos que habían. A Nami le gustó un oso de peluche que había por lo que se lo regalé y se puso muy contenta y me dio un beso en la mejilla. Eran ya casi las doce menos cuarto...

- Itachi quiero poner un tanzaku que ya casi es la hora – me dijo emocionada.

- Vale – le dije mientras le daba su tanzaku para que lo pusiera.

Yo estas cosas siempre las hacía con mi familia pero parecía que este año sería diferente. No me lo pensé mucho y cuando lo tuve lo escribí y lo puse. Cuando terminamos nos fuimos al bosque ya que desde allí se verían mejor los fuegos artificiales. Cuando llegamos nos sentamos y saqué el collar que me había dado mi madre...

- Cierra los ojos le ordené – y los cerró sin rechistar.

Cuando los abrió miró el collar y se quedó sorprendida.

- No soy bueno con esto de los sentimientos pero... ¿Nami quieres ser mi novia? – le pregunté nervioso porque me dijera que no.

- Sí, sí que quiero – me dijo llorando mientras se abalanzaba sobre mí para abrazarme.

- Te amo Itachi – me dijo.

- Yo también te amo – le dije mientras le daba un beso y ella me lo correspondía.

Estábamos tan entretenidos besándonos que no nos dimos cuenta de que estaban tirando los fuegos artificiales. Cuando terminaron...

- Itachi yo soy una ninja de kirigakure y mis padres... - me dice preocupada.

- Tranquila yo mañana iré contigo a kirigakure y hablaré con tus padres, y cuando te vengas a vivir a konoha hablaré con el hokage y yo me mudaré contigo a una de las casas que hay en el distrito Uchiha – le dije mientras le acariciaba la mejilla.

- Te amo Itachi – me dijo sonrojada mientras me besaba.

- Yo también – le dije mientras le volvía a besar.

Al final el deseo que puse en el tanzaku se cumplió...

" Quiero que Nami corresponda mis sentimientos. "

Sasusaku - La familia UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora