Siento todo mi cuerpo pesado como si me hubiera caído una losa encima. Abro los ojos y lo primero que veo es a mi madre junto a mi padre y Sarada.
- Itachi - dice mi madre mientras me abraza llorando.
Una vez que mi madre ya se ha tranquilizado miro a mi padre y este me mira con una mirada de preocupación en su rostro.
- Sakura... Sarada... ¿me podéis dejar a solas con Itachi un momento? - dice mi padre mientras mi madre asiente y sale con mi hermana de la habitación.
Una vez que mi padre se asegura de que mi madre y mi hermana hayan salido se gira hacia mí.
- ¿Cuánto tiempo llevo aquí? - le pregunto.
- Una semana - me dice.
- ¿Qué recuerdas? - me pregunta.
- Recuerdo que iba a un río con Nami... y cuando llegamos nos atacaron unos ninjas renegados de kirigakure - le digo intentando recordar.
- ¿No recuerdas nada más? -insiste.
De repente por mi mente pasan imágenes borrosas de Nami ensangrentada en el suelo y llamas negras...
- ¿Y Nami? ¿dónde está? - le pregunto exaltado y preocupado mientras me levanto de la cama para ir a buscarla.
- Tranquilo - me dice mi padre - Nami se está recuperando en la habitación de al lado.
Al oír esas palabras me quedo aliviado al saber que Nami está bien y con vida.
- Os encontramos al lado del río en el suelo, pero no vimos a ningún ninja - me dijo.
Me quedo sorprendido al saber que no encontraron a los ninjas, pero entonces recuerdo sus gritos al ser quemados.
- Las llamas negras los quemaron - le digo tranquilo.
- Itachi intenta activar el sharingan - me dice, por lo que me quedo sorprendido ya que yo no tengo el sharingan.
- Pero yo no lo tengo.
- Actívalo - me dice serio.
Aunque no tenía el sharingan mi hermana me explicó cómo se hacía, por lo que cierro los ojos, pero al abrirlos me sorprendo mucho al ver el flujo de chakra de mi padre.
- Quítalo - me ordena mi padre.
Cierro los ojos y al abrirlos espero ver la cara de orgullo de mi padre pero me encuentro con todo lo contrario, me observa con una mirada de miedo en su rostro.
- Itachi te prohíbo volver a utilizar el sharingan - me ordena.
- ¿Por qué? - le pregunto enfadado - no es justo, mi hermana también lo tiene y sí que lo puede utilizar.
- Tu hermana tiene el sharingan y tú tienes el Mangekyō sharingan, y cada vez que utilices el sharingan, perderás una porción de tu vista, por lo que sólo volverás a utilizarlo cuando tu madre haya encontrado una solución para que no te quedes ciego - me dice con voz autoritaria.
- Vale - le digo un poco intimidado por su mirada.
- Lo hago por tu bien - termina diciéndome mientras sale por la puerta.
El resto del día me lo pasé intentando entrar a la habitación en la que estaba ingresada Nami pero mi madre me decía que no podía porque estaba con sus padres por lo que tuve que esperarme hasta la noche para poder ir a hablar con ella.
Toqué la puerta para poder entrar pero me sorprendí al ver que estaba abierta, por lo que entré.
- Mamá te he dicho miles de veces que estoy bien y - pero no llegó a terminar la frase ya que la interrumpí.
- No soy tu madre, soy Itachi - le dije un poco irritado al saber que me había confundido con su madre.
- Itachi... - me dijo sorprendida y sonrojada.
- Venía... a ver... como estabas - le dije intentando evitar que viera mi sonrojo.
- Estoy bien - me dijo con una sonrisa - gracias.
Una vez que ya sabía cómo estaba me dispuse a irme a mi habitación pero...
- Itachi por favor... no te vayas - me rogó - quería decirte perdón por haber puesto tu vida en peligro, yo sabía que me perseguían pero no te dije nada.
- No fue tu culpa fue la mía, yo me distraí y casi mueres por mi culpa - le dije arrepentido.
-Eso no es verdad, fue mi decisión - me dijo seria.
-¿Por qué lo hiciste? - le pregunto.
- Porque... tú, realmente... me gustas - me dijo mientras agachaba la cabeza.
Me quedé estático al oír su declaración, la verdad es que yo también sentía cosas por ella pero no sabía que era, además de que no era nada bueno con esto de los sentimientos.
- Entiendo que tú no sientas nada por mí pero... yo solo quería decírtelo porque mañana por la mañana me voy a mi aldea con mis padres y no sabía si te volvería a ver - me dijo llorando.
Yo sorprendido por todo lo que me estaba diciendo me limité a irme a mi habitación sin decir nada para aclarar mis ideas.
Al día siguiente por la mañana en la entrada de Konoha...
- Papa... Mama seguir adelante que ahora os alcanzó - dijo Nami.
- Vale Nami, pero date prisa - le dijo Karin.
Nami sacó una carta de su bolsillo y se la dio al ninja encargado de la puerta para después salir corriendo hacia su aldea. Pero lo que ella no sabía era que el ninja encargado de la puerta era yo disfrazado. Vi la carta que tenía en manos y la abrí.
Para Sakura Uchiha:
"Siento mucho las molestias que os haya podido ocasionar pero te escribo esta carta para responderte a la pregunta que me hiciste ayer. ¿Qué harás si no te corresponde igual? No me rendiré porque yo no soy así y porque creo que conmigo puede ser feliz. Esa es mi respuesta.
Atte: Nami Hōzuki
Cuando termino de leer la carta...
- Espero que cumplas con tu palabra - digo con una media sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
Sasusaku - La familia Uchiha
RomanceSakura está a punto de dar a luz en el hospital de konoha, y Sasuke está ansioso por entrar y confirmar que todo ha salido bien, pero nunca se imagino la sorpresa con la que se encontraría al entrar por la puerta.