Capítulo III: La bruja sangrienta

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Luego de una jornada de ocho horas y media en dónde estuvo yendo de un lado a otro en sus actividades extracurriculares, Jimin por fin pudo respirar cuando el último timbre del día sonó, eran exactamente las cinco y media de la tarde y la oscuridad comenzaba a sembrarse en el cielo nebuloso de Eisléck, la temperatura se había mantenido baja todo el día, nada comparado con el domingo anterior dónde hubo algo de sol y el frío no era tan agresivo. Algo que había notado era que el clima en el norte era más fuerte que al sur, dónde nació y se crio hasta sus dieciséis años.

Entro a los dormitorios refugiándose de la helada que hacia afuera, condujo hasta las escaleras del ala norte dónde se encontraban las habitaciones de los omegas y abrió la puerta de su dormitorio, pero no entro, ya que una conversación lo detuvo en medio de su cometido.

- Si, mamá, todo está bien- aquella era la voz de Tae. Jimin se asomo por la puerta viéndolo hablar al móvil- ¿Puedes por favor dejar de tratarme como a un niño pequeño? Se muy bien como debo comportarme. No te preocupes, tu imagen no se verá afectada...

Jimin mordió su labio inferior indeciso en si era correcto entrar o volver más tarde, lo cierto es que quería descansar hasta las siete cuando era la hora de cenar. Sin embargo, Taehyung lo descubrió desde su ubicación, sentado en el suelo y con la espalda recostada a su cama, entonces Jimin entro.

- ¿Sabes que, mamá? Te llamo después - dijo y colgó tirando el móvil en la mesita de noche pegada a la pared.

- Perdón, no quería interrumpir- se disculpo y tomó asiento en su cama mirando al peliazul.

- No, está también es tu habitación.

- ¿Estás bien?- pregunto mostrando su preocupación. Taehyung parecía tenso con aquella llamada que había recibido de su madre.

- Si- respondió apresurado, Jimin no estaba seguro de creerle- Era solo mi madre, ella a veces suele ser muy controladora.

- Entiendo.

- Si- el silencio se hizo incomodo en la habitación. Jimin soltó otro suspiro mirando el cielorraso con fingido interés.

- Voy a darme una ducha- aviso Tae poniendose de pie y yendo por ropa al armario. Jimin lo miro sacar las prendas y como mas tarde se encerró en el baño.

Se dejo caer sobre el cobertor rememorando todo lo que había pasado en el día, nada realmente relevante aparte del momento que había tenido con su inquieto lobo en clase de química, seguía sin entender la razón de su comportamiento, Jimin tenia claro que él jamás se comportaba de esa manera. Por otro lado, también estaba el asunto de su compañero de banca en la clase, y que ahora que lo pensaba detenidamente todo aquel asunto de su lobo había comenzado justo por él. Era como si su animal reaccionara a su presencia. Jimin jama había recibido una educación fructuosa con respecto a los sub-géneros. Apenas había dado algo de matemática y gramática en el orfanato, y el poco conocimiento que tenia era porque se había dedicado a leer los viejos y olvidados libros del pequeño salón que funcionaba como una biblioteca en el lugar.

La inconsistencia perduro como una molesta espinilla y ni siquiera recibió contesta de su atolondrado lobo cuando lo interrogo. El animal solo permaneció echado ignorando al omega.

...

Otro día comenzaba para los estudiantes de Neumann, aquella mañana era de un clima frio como normalmente se acostumbraba en aquella zona de Luxemburgo. Una tenue neblina se paseaba en medio del colegio y la arboleada montañosa que lo rodeaba. Todos se preparaban antes de que comenzaran las clases y se dirigían al comedor a desayunar.

Jimin terminaba de colocarse su zapato y miro en dirección a la puerta blanca que estaba cerrada, se acerco y toco con los nudillos la madera.

- Tae, ¿Ya estas listo?- pregunto. Adentro no se escucho nada, Jimin se preocupo- ¿Tae?- volvió a tocar.

ᴇʟ ᴘᴀ́ᴊᴀʀᴏ ᴇɴ ʟᴀ ᴊᴀᴜʟᴀ | ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora