𝗽𝗿𝗼𝗹𝗼𝗴𝗼

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el día en que la esposa de mi padre murió fue... difícil, si es que yo, como su hijastro, puedo permitirme utilizar esa palabra cuando en realidad no lo sentí tan fuerte como probablemente haya sido para los demás. asistir al funeral me hizo sentir como un desconocido, yo no tuve ganas de llorar desconsoladamente como lo estaban haciendo todos ahí. lo cual sólo lo hizo peor.

por un lado estaba mi padre, al cual recuerdo haberlo escuchado llorando muchas noches a altas horas encerrado en su habitación. parecía estar destrozado por ello y yo nunca conseguí qué hacer para ayudarle, sólo lo ignoré e hice como si nunca lo hubiera oído. así como hacen muchos hijos al escuchar llorar a sus padres.

y por otra parte no tan contraria estaba su hijo menor, beomgyu, al cual pareció caérsele el mundo encima cuando le llegó la noticia. ese día fue... triste. yo y él no éramos cercanos en lo absoluto, pero con haber visto la expresión en su rostro cuando los policías nos lo dijeron en el salón de la casa fue suficiente para revolverme el estómago. no por nada malo, sino que simpatizaba con él y sabía exactamente cómo se sentía estar en su lugar. sin embargo, nunca llegué al punto de consolarlo.

después de que ese raro accidente le quitara la vida a choi yoona, quien en aquel entonces mantenía una relación con mi padre, yo genuinamente creí que el lazo que vagamente manteníamos con el hijo menor de los choi se rompería y nos marcharíamos de esa casa, cuando mucho, meses más tarde. yo realmente pensé que las cosas en algún momento podrían haber llegado a ser como lo eran antes.

está de más decir que eso no fue así. me enteré de la manera más repentina que mi padre había vendido la casa- nuestra casa hace más de un año, eso me encendió en furia. creo solemnemente que nunca lo perdonaré. y, por ende, no teníamos más opción que quedarnos en lo que alguna vez fue la casa cálida de choi yoona y que ahora se sentía tan fría y sola.

— jun, ¿has hablado con beomgyu? — apenas levanto la cabeza cuando escucho su voz hablándome desde el marco de la puerta. frunzo los labios antes de sacudir la cabeza.

— hm... no, para nada. — pero, sin embargo, él no se fue. yo continúo escribiendo en mi cuaderno y agrego sin mirarle. — ¿por qué?

niega, y supongo que va a continuar.

— no ha estado viniendo a casa últimamente. — me explica en voz baja, aunque sabe que yo en realidad no estoy al tanto de las cosas que hace o deja de hacer beomgyu.— me parece extraño.

— quizás tenga cosas que hacer. — se sienta sobre mi cama, a mis espaldas y yo le doy vuelta a mi silla para encararlo. — para él ha de ser muy difícil pasar por lo de su mamá... fue muy repentino.

— sí... tal vez sea eso. — y el silencio que deja entre sus palabras es extraño, espero que siga. — bueno, en realidad. yo quería pedirte un favor.

— ¿qué es? — instintivamente frunzo el ceño y le miro de reojo.

— ¿podrías... intentar llevarte bien con él? — suspiro antes de dejar mi lápiz sobre la libreta, depositando toda mi atención en él.

— ¿quieres que le cuide?

— sólo que te asegures que lo que está haciendo no es nada malo. — estoy a punto de ceder, pero me doy cuenta que no es cualquier cosa que a mi padre, más temprano que tarde, se le olvidará. así que vacilo.

— yo no le agrado. — aseguro.

— sí, lo se. pero...— deja su taza de café en mi escritorio. me preparo para la charla cuando noto cómo me mira. — eres mayor que él.

— ¿qué tiene que ver? — y puede que esté siendo un poco cortante respecto al tema, pero es que la familiaridad que tengo con el castaño es básicamente nula.

— que eres maduro. puedes poner de tu parte, ¿sí? — suspiro, me sonríe un poco porque sabe que me ha hecho vacilar. y aunque no suena como una buena idea y algo me dice que todo esto de cuidar al niño de yoona terminará terriblemente mal, me siento acorralado. incapaz de decirle que no.

— supongo... si te confirmo que lo que está haciendo no le hace daño, ¿me dejarás en paz?

asiente. — perfecto.

choi beomgyu sólo tiene dieciséis años, es un niño en plena adolescencia y sí, la muerte de su madre seguro le ha dejado un poco... muy lastimado, pero eso no significa que esté comenzando a seguir malos pasos sólo porque sale de casa una que otra noche. probablemente sólo sea una tontería.

pues, ¿qué tan malo podría ser?













🎧

– beomgyu 16 / yeonjun 19
– mención del consumo de alcohol y drogas en menores, violación, prostitución de menores, entre otros.
– angst, confort.
– sin contenido explícito.
– trama rápida.
– historia ficticia. independientemente de lo que hagan o digan los personajes, es ficción!! que lo escriba no significa que apoye o acepte tal tipo de conductas en la vida real. bendiciones.

𝘀𝗼𝗹𝗲𝗱𝗮𝗱 𝗲𝗻 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮ñí𝗮. yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora