esa fue la primera vez que obedecí a beomgyu y, muy resignado, me marché del callejón. no dormí toda la noche y pasé todo el día en vela porque el no volvió hasta la tarde siguiente. dejarlo ahí me había dejado con una sensación pesada de culpa que no me dejaba tranquilo desde entonces.
él y yo no habíamos cruzado una sola palabra desde esa vez, ni siquiera me lo había encontrado por casualidad estando en casa e incluso podría pensar que él se habría escapado definitivamente de no ser porque todas las noches escuchaba la puerta principal siendo abierta y cerrada sin cuidado alguno. como si él quisiera que yo estuviera al tanto que seguía yendo al callejón. sólo me estaba evitando.
bien sabía que él continuaba haciendo lo mismo, teniendo sexo con las mismas personas y cobrando no más de cien wons, lo cual no es básicamente nada útil. y bien sabía que él muy probablemente no lo dejaría de un día para otro sólo porque yo se lo dijera, no importa cuánto se lo suplicara, beomgyu no parecía querer salir de ahí. sin embargo, incluso hoy no puedo dejar de intentar buscar una forma en la que pueda detenerlo.
— ¿todo bien? — la voz grave de mi papá me toma por sorpresa, porque creí que estaría solo con mi tarea en el comedor del salón. parece que me sumergí demasiado en mis pensamientos. asiento mientras veo como se sienta en la silla vacía a mi lado.
— sí... ¿por qué lo preguntas? — suspira un poco y me preparo para lo que sea que va a mencionarme. y ahora que lo pienso, mi papá y yo no hemos tenido una conversación real desde que le conté lo que se supone que beomgyu hacía todas las noches.
— bueno... los vecinos me contaron que escucharon una discusión muy fuerte entre beomgyu y tú hace un par de días. — yo no digo nada. en ese momento no pensé en lo delgadas que son las paredes del apartamento, no pude prevenir esto tan fácilmente. — ¿tienes algo que decir al respecto?
— ¿por qué no le preguntas a beomgyu? — escucharlo reír me extraña. él niega con suavidad.
— ¿y crees que no lo hice? — calla un momento y yo espero que continúe. — me dijo exactamente lo mismo que tú; "¿por qué no le pregunta a su hijo?"
decido mantenerme callado y fingir que estoy enfocado en mi tarea desde que no tengo ninguna excusa que parezca ni lo más mínimamente convincente para darle.
— ¿entonces? — insiste. — ¿ustedes han estado teniendo problemas? ¿es por lo que te pedí que hicieras? quizás a él le ha molestado... sabes cómo son los chicos a esa edad.
me sorprende un poco que llegara tan fácilmente a esa conclusión. y sé más que nadie que beomgyu es altanero y grosero, como cualquier adolescente de su edad, pero decir algo así de esa forma es... cruel, de alguna manera. me molesta un poco y quiero decírselo.
— no... no tiene nada que ver con eso. — pero prefiero no hacerlo. más que nada porque conozco a mi papá y sé cómo es él. no quiero tener más problemas en esta casa.
— ¿y por qué no puedo saber por qué estaban discutiendo? — se inclina un poco hacia mí desde que nota que no puedo mirarle.
— una tontería... sabes cómo se pone beomgyu. — ahora quien suspira soy yo, removiéndome sobre mi asiento antes de murmurar entre dientes. — es un crío.
— sí, lo sé, hijo... créeme que lo sé. — el tono serio de su voz me confunde, veo como se mira las manos y larga un suspiro muy pesado. estoy a punto de preguntarle algo hasta que su voz me interrumpe antes de que pueda siquiera abrir la boca. — yeonjun, tú... ¿sientes algo por él?
— ¿por... por beomgyu? — asiente. — ¿a qué te refieres?
— ya sabes. — acerca su silla a la mía, el peso de su mirada me intimida. — ¿él te gusta?
— ¿por qué me preguntas eso? — es lo único que se me ocurre decirle desde que siento que todo mi cuerpo tiembla en pánico. no sé cómo reaccionar.
— bueno, te he notado más... pendiente de él, por decirlo así. — paso saliva. me toma por sorpresa porque yo genuinamente no creía que mi papá estaría al tanto de mí estos últimos días, mucho menos de cosas como esas. y justo cuando creo que no va a decir nada más, agrega:— él es mucho más joven que tú, hijo. podría ser tu hermano menor.
así es como yo lo veía hace casi un mes. no- ni siquiera era tan cercano a beomgyu como para verlo como parte de mi familia y siempre lo consideré como el molesto hijo de la novia de mi padre. nada más. nunca podría haberme imaginado viéndolo de otra manera o sintiendo cosas... diferentes por él. han cambiado tantas cosas desde que su madre murió y sí, inevitablemente me preocupo más por él ahora que sé con certeza en lo que está metido... ¿pero gustarme? no puedo saber si es así cuando beomgyu me hace sentir tantas cosas en tan poco tiempo, tan fuerte que apenas puedo darme cuenta sólo cuando él ya no está conmigo. y reconozco muchas de esas cosas, porque han estado conmigo antes. pero mi papá tiene razón y beomgyu no es más que un niño descarrilándose. lo que siento quizás no sobrepase lo fraternal. me digo a mí mismo que eso debe ser.
— tengo... que estudiar para un examen. beomgyu quizás te responda lo que quieras...— sin embargo, no puedo decirle eso a mi papá. no lo haría ni en un millón de años. tomo todas mis cosas y no espero que diga nada más cuando me marcho.
él lo dijo una vez, es un mentiroso nato. sin importar lo que mi papá le preguntara, beomgyu sabría como salir impune de él.
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𝘀𝗼𝗹𝗲𝗱𝗮𝗱 𝗲𝗻 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮ñí𝗮. yeongyu
Diversosa beomgyu nada parecía importarle, ni siquiera el bienestar propio. a él no le importaba lo que las personas hablaran de él, o cómo le miraran cuando caminaba por la calle, ni siquiera le importaba poder acabar asesinado en cualquier noche tranquila...