Terror Espacial (Piloto) ch 2

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          CAPÍTULO DOS: ENGENDRANDO EL PEOR DE LOS MALES

Siendo arrastrada de los pies por uno de esos seres de pesadillas que introdujo dentro del crucero espacial CHRISHOUSE, Lisa no podía hacer nada para evitar ser llevada hasta un lugar en dónde sus últimos momentos de vida se volverán los peores tormentos que su gran intelecto pueda imaginar.

Solamente gritar dominada por un pánico desmedido era lo único que hacía.

-¡DÉJAME IR, MALDITO MONSTRUO!- trató de sujetarse de una baranda, pero solo pudo detenerse por un segundo antes de que esa criatura la volviese a jalar.

-"¡DEBO HACER ALGO RÁPIDO ANTES DE QUÉ...!"- gritaba para sus adentros, hasta que recordó lo poco que traía consigo.

-"¡MI DISRUPTOR SENSITIVO! ¡ES LO ÚNICO QUE ME PODRÁ SALVAR!"

Recordó la extraña arma en la que había estado trabajando en su habitación y que seguía colgada de su cinturón. Mucho trabajo le costó tomarlo debido a los objetos contra los que chocaba al ser arrastrada, e incluso la mochila en dónde tenía guardada su preciada PC portátil se descolgó de su hombro.

Lo que le dio el impulso necesario para actuar y no perder toda la información que ha recolectado a lo largo de su vida porque eso es en efecto toda su vida.

-¡SUÉLTAME YA, JODIDO ANIMAL!

Al apuntarle a su captor y jalar el gatillo no disparó municiones de plomo o de metal y mucho menos de láser o de algún tipo de energía.

Sino una especie de onda sonar que creó círculos azules unos detrás de otros que dieron contra la nuca de la criatura que se inclinó hacia adelante soltando un alarido casi pareciendo que le dieron un fuerte golpe.

Fue suficiente para liberar a la Dr. Loud que se incorporó gimiendo adolorida y trató de correr por su vida, pero tropezó cayendo duramente lastimándose la rodilla derecha y no pudo evitar sujetársela apretando los dientes y párpados.

Hasta que nuevamente el monstruo que la raptó ahora rugió de ira haciendo que palideciera.

Sufriendo una violenta tembladera, empezó a arrastrarse de espaldas lo más rápido que podía viendo con el máximo de los horrores a ese ser hasta que chocó contra una pared ya no teniendo forma de seguir avanzando.

Su pecho subía y bajaba rápidamente por su agitada respiración y parpadeaba sin control a media que la abominación se le acercaba a un tortuoso paso ligero soltando más gruñidos.

El pasillo en el que se hallaban estaría en la más pura oscuridad si no fuese por los escasos focos que aun funcionan parpadeando y por las chispas que surgían tanto del techo como de las paredes y del suelo.

Siendo suficiente para que la castaña pudiese apreciar la horrible anatomía de esta bestia.

Un ser vagamente humanoide debido a que camina a dos piernas, pero que poco en verdad se parecía a un ser humano.

Era muy alto, fácilmente supera los dos metros de estatura y su delgada confección le hacía parecer aún más alto, lo mismo hacían sus brazos y piernas que son muy largos.

No poseía piel de ningún tipo permitiendo mostrar su anatomía, siendo un tipo de exoesqueleto color negro que refleja levemente la escasa iluminación que había, su torso era recubierto por huesos que salen de su interior que se asemejaba a una caja toráxica humana, por fuera de su espalda hay un par de apéndices parecido a tubos a cada lado de una columna vertebral que se extiende hasta una larga cola que termina en una garra curva.

Pero sin dudas, era su cráneo lo que más aterraba. Es alargado y ovalado teniendo un domo traslucido que cubría la parte superior dejando al descubierto su monstruosa cara.

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